SI NO FUESE VERDAD, MERECERÍA SERLO... 219ª HISTORIA La - TopicsExpress



          

SI NO FUESE VERDAD, MERECERÍA SERLO... 219ª HISTORIA La historia de hoy, aunque larga, hay que contarla de una sola vez. Y estará llena de flashbacks. La comenzamos en el presente de la narración, en un estudio discográfico… --------------------------------------------------- Los músicos se tomaron un respiro y andaban de acá para allá en busca de una cerveza o de algo para comer. Dave entró en una de las salas de descanso que había en aquellos inmensos estudios y en uno de los sillones se encontró a Haines tocando unos acordes con su guitarra. – Hey! Que bien suena eso… ¿qué es? – Nada… algo que ha surgido en el interior de mi cabeza. – Por lo que veo, tu cabeza sigue funcionando. – Je, je…! Tú eres de los pocos que sigue pensando así. De todas formas, esto sonaría mucho mejor en la eléctrica. Quédate los acordes si quieres, seguro que tu los tocarás mejor… anda, úsalos… son tuyos. – No, tío. No puedo hacer eso, esa progresión de acordes es tuya… ¿Cómo voy a usarla yo en una de mis canciones? Pero en su interior DAVE MATTHEWS ya estaba buscando ubicación para incluir los acordes en la canción que tendrían que ensayar después del descanso. Como ya había hecho con otros esbozos y trozos de canciones que HAINES FULLERTON le había dado sin pedir a cambio más que le dejasen bichear por allí, comprobar niveles de sonido… siempre en algún rincón apartado de las miradas de los demás. Como si intentara ser invisible. Es curioso como un músico tan fantástico como Haines siempre ha tenido tanta mala suerte en sus flirteos con el estrellato. Dave no podía dejar de pensar en el oscuro paralelismo inverso que tenía el éxito de su grupo, The Dave Matthews Band, con la clásica tragedia en que se había convertido la historia de la banda de Haines. Ya la conocía casi toda, y veía como se entrelazaba con la suya propia. Era en momentos como éste, a lo largo del tiempo que ya llevaban conociéndose, cuando Haines cerraba los ojos durante unos segundos y su mente realizaba un flashback al pasado… ------------------------------------------------ youtu.be/MPsw8-PhJxI THE DEAL podían haber sido muy grandes. Su semilla germinó en la primavera de 1.979, cuando Haines, que todavía seguía siendo universitario en su ciudad de Charlottesville, se aburrió de la mezla de heavy y fusion que tocaba con los Fiction Free, y les propuso al dúo acústico que vino a tocar a un pub del campus que se uniesen a él. Con ciertas reservas Mark Roebuck y Eric Schwartz aceptaron, y junto a un batería amigo de Haines, que se prestó a ayudarles unos días, grabaron unas maquetas baratas que usaron para darse a conocer. La máquina comenzó a moverse muy despacio. Fue creciendo poco a poco en sonido y en componentes. Se fueron uniendo Hugh Patton y Jeff Roberts, batería y bajo respectivamente. Durante más de un año solo ensayaban y grababan en un modesto estudio de cuatro pistas. Cuando llegaron las vacaciones de verano Jeff se marchó diciendo que ya no volvería. Se quedaron sin bajista y a cambio encontraron a Jim Jones, un excelente músico que había estudiado piano clásico y que además tenía una voz potente y poderosa. Era el punto que le hacía falta a la banda… ya tenían un cantante en condiciones. Daba igual que Jim no hubiese tocado el bajo en su vida. Le compraron uno y le dijeron que tenía todo el verano para aprender a tocarlo. En cuanto llegó septiembre The Deal comenzaron a actuar en los garitos locales. Eran realmente buenos. El boca a boca funcionó y sus conciertos cada vez eran más frecuentes y en lugares cada vez más lejanos. Incluso necesitaron ya un técnico de sonido propio, así que Allen McCool, el amigo que se había prestado antes a ser batería, acudió de nuevo al silbidito de Haines. En uno de esos conciertos se enamoró de ellos Linda Stein y les ofreció un contrato para llevar sus asuntos durante cinco años. El camino comenzaba a ser dorado… ya compartían manager con los mismísimos Ramones. Y para ofrecer sus conciertos tenían la misma agencia de contratación que los Clash, los Pretenders, Roxy Music, Eurythmics, Van Halen, Talking Heads, Paco de Lucía… Hasta U2 y el Boss formalizaban sus giras en la misma oficina que ellos… blogin-in-the-wind.es/feisbu/5.mp3 El asunto de los conciertos ya funcionaba. Pero todavía faltaba buscarles un sello discográfico. Y de eso se iba a ocupar Seymor Stein, que todavía le debía a Linda el favor de no haberlo desplumado completamente cuando se divorciaron… además, si él ya había descubierto y lanzado a Madonna, ¿por qué no iba a hacer lo mismo con The Deal…? Sí… le arreglaría a su “ex” una visita a uno de los conciertos de los chicos. Le impresionaron. Y Seymour les presentó a Albert Grossman, otro perro viejo que ya se había cansado de manejar cansadísimas giras con Bob Dylan, The Band o Janis Joplin, y desde hace unos años se lo tomaba con más calma al frente de su sello Bearsville Records, que como el Sire de Seymour era subsidiario de la potente Warner Brothers. Sin pensárselo dos veces firmó al grupo un contrato por cinco discos haciendo ya cuentas de la cantidad que tendría que prensar para que la multinacional los distribuyese por todo el mundo. Ese chaval que tanto brillo le sacaba en las producciones al sonido de Blondie serviría para manejar la mesa de grabación. Pero Warner y Bearsville comenzaron a tener altercados a causa de diferentes puntos de vista financieros que terminaron incluso en los tribunales a veces. Cuando Warner Brothers recrudeció su mortal odio y rescindió su contrato de distribución con Bearsville apenas ellos habían terminado de grabar su disco, y a éste se le cerraron de golpe todas las puertas de distribución, un telón muy negro cayó sobre los sueños de todos ellos… ------------------------------------------------- – …fue un golpe muy duro. –El recuerdo ensombreció la mirada de Haines- Tan duro que Hugh y Eric no pudieron soportarlo y dejaron la banda para seguir con sus estudios. Tuvimos que dejar de actuar en directo, claro. La nostalgia se apoderó de aquel salón en el que los dos músicos parecían querer recordar aquel tesoro sin descubrir que era la música de The Deal. Dave Matthews sintió un cálido afecto por aquel hombre al que el tiempo marcó tan patéticamente, un fenómeno que la cultura más amplia nunca había podido descubrir ni abrazar. – Sin una guitarra podíamos pasar –siguió recordando Haines- pero no sin batería. Para reemplazar a Hugh vino Jody Stephens, que ya había estado en Big Star, pero echaba tanto de menos a su novia, que se había quedado en Memphis, que solo estuvo con nosotros tres semanas antes de volver con ella. – ¿Y no tuvisteis modo alguno de continuar? – Durante casi dos años no vimos la luz al final del túnel. Yo quería mantener viva la llama y de vez en cuando podía convencer a los demás para grabar alguna cosilla en los estudios de Bearsville Records con ayuda de músicos de sesión que anduviesen por allí… una vez Todd Rundgren tocó un solo de guitarra en una de nuestras canciones. blogin-in-the-wind.es/feisbu/rebel_girl.mp3 --------------------------------------------------------------- The Deal seguían grabando material en los estudios de su sello pero sin un contrato formal de grabación. Las cosas no iban bien tampoco por allí y Albert Grossman no podía mantener económicamente un sello discográfico del que no podía distribuir los discos. Después de año y pico sin dar conciertos, la banda ya había fundido el adelanto que le dieron al firmar con Bearsville y tampoco podía mantenerse. Así que decidieron buscar un batería fuese como fuese y encontraron a Mike Clark. No es que fuese una maravilla a las baquetas, pero se había curtido en múltiples bandas locales de Charlottesville y tenía experiencia suficiente para salir del paso. El grupo volvió al circuito de conciertos. Cuando las relaciones con Warner Brothers quedaron del todo finiquitadas y sin cabos sueltos y Bearsville ya era un sello completamente independiente, Albert Grossman decidió que era el momento de buscar nuevos mercados para sus discos y sus grupos. Así que recopiló una muestra de todos los trabajos de su sello que estaban pendientes de editar, así como de las cintas con las últimas grabaciones de sus bandas, entre las que estaban las de The Deal, que le habían vuelto a impresionar. A ellas unió toda la información que pudo sacar de las revistas especializadas y todas las críticas positivas que encontró. Allí iba la página completa de la revista “Interview”, de Andy Warhol, en la que se leía que “The Deal eran un nuevo grupo dedicado a las más altas armonías y a las más bajas moralidades. La respuesta de la Costa Este al sonido de los Beach Boys”; o el de la revista “Musician”, que les consideraba “una de las mejores 20 bandas del mundo todavía sin contrato discográfico”. Europa era el destino de todo esto. Si en los USA no encontraba marketing ni distribución para sus productos discográficos, probaría suerte en el viejo continente, donde seguramente sí encontraría inversores para salvar su sello. Así que reservó plaza en el Concorde para un vuelo trasatlántico de cuatro horas con destino a Londres. Pero a mitad de camino un ataque cardíaco terminó con la vida de Grossman. Todos los discos y masters quedaron bloqueados legalmente en Bearsville Records y nunca pudieron editarse… ----------------------------------------------------- -…y con él murieron nuestras esperanzas. –Haines abrió los brazos al decir ésto, señalando la inevitabilidad del destino- Esta vez la banda se rompió del todo y cada uno emprendimos un camino diferente. Y por si fuera poco, mi novia me dejó también después de cuatro años de relaciones. Seguramente es que yo estaba insoportable, solo vivía para la banda. – Sin embargo -señaló Dave- yo tengo un disco vuestro… – Sí. Tienes “Brave New World”. Jody logró convencernos para volver a entrar en los estudios y grabar nuevas canciones. Todo fue muy complicado, el dueño del estudio nos dejó grabar gratis haciéndonos firmar un papel por el que nos comprometíamos a pagarle un porcentaje cuando el disco se editase y se vendiera. –Un sonoro suspiro daba fe de las dificultades de aquel momento- Las grabaciones eran un caos, dependíamos como siempre de los músicos de sesión que estuviesen trabajando allí en aquellos momentos y quisieran ayudarnos con sus instrumentos. Aún así íbamos consiguiendo cosas… incluso Alex Chilton nos hizo los coros de una canción. – Para cualquier músico con un poco de sensibilidad sería un honor participar en tu trabajo –le sonrió Dave. – Si tú lo dices… Pero nadie quería editarnos el disco, así que para cumplir el compromiso con el señor aquél tuvimos que editarlo nosotros mismos, sacando las copias que nuestros propios bolsillos podían permitirse pagar. Pero a pesar de que hasta el New York Post nos hizo una buena crítica tuvimos que distribuirlo también nosotros mismos. No pudimos conseguir firmar por ningún sello. A finales del 88 la banda volvió a separarse, exhaustos tanto financiera como emocionalmente, esta vez de forma definitiva… Mike se fue tan corriendo que ni siquiera desmontó la batería del local de ensayo. Dave Matthews sintió abatirse la tristeza sobre él porque fue en aquella época en la que se conocieron. Mark Roebuck, el otro miembro fundador junto a Haines que quedaba en The Deal, una vez disuelto el grupo comenzó a escribir canciones de manera informal con Dave. Su meteórica carrera tuvo su base en aquellas canciones acústicas que ambos tocaban y que hicieron que Dave Matthews sintiese la necesidad de reunir una banda propia con la que dar salida a todas las canciones que bullían en su cabeza. El primer trabajo de The Dave Matthews Band se lo proporcionaron Mark y Haines que, convencidos de que nunca iban a poder vivir de la música, ahora curraban de camareros en el vetusto bar “Eastern Standard”… -------------------------------------------------------- …50 dólares y todas las copas que se bebiesen durante la noche. Eso era lo que The Dave Matthews Band cobraban por sus actuaciones todos los martes en el bar. Haines y Mark nunca se recobraron del todo de los golpes que el destino le dio a su banda. Y a Mark no le ayudaba ver cada semana como la banda de Dave atraía más y más público mientras él permanecía tras la barra, músico frustrado, sintiendo como el verde monstruo de la envidia se adueñaba de su ser. Así que en vez de permanecer allí pensando una y otra vez en el éxito que alguna vez pudo haber tenido, decidió abandonarlo todo y comenzar los estudios para convertirse en Graduado Social, y obtener un trabajo de verdad con el que poder sostener una familia. blogin-in-the-wind.es/feisbu/pass_away.mp3 Quizás Haines debió hacer lo mismo que él, pero en lugar de eso se refugió en los libros filosóficos y religiosos buscando una nueva dirección y significado a su vida. Su espiritualidad, cada vez más intensificada le hizo convertirse en una persona aislada y mesiánica que solo parecía resurgir del abismo cuando se hallaba en compañía de Dave Matthews y otros músicos de Charlottesville como Shannon Worrell, con los que se unía para informales jam-sessions o para servir de ayudante de los técnicos de alguna grabación o ensayo en los estudios de la ciudad, que tantos recuerdos le traían. Y ahora, en Septiembre de 1.996, se encontraba conversando con Dave Matthews en el descanso de uno de aquellos ensayos… --------------------------------------------------------- – … ¿y qué sabes de de Mark? –le preguntó a Haines- Desde que escribió conmigo aquella canción del “Remember Two Things” no he vuelto a tener noticias suyas. Ni siquiera sé si le ha gustado como quedó una vez grabada. – En realidad no sabía nada de él hasta hace muy poco… ¿sabes, Dave? Yo creo que se apartó de mí porque empezaba a preocuparse demasiado de mi interés en los libros de guía espiritual y de sistemas de pensamiento. Mark siempre fue muy terrenal y me miraba muy mal cuando yo le aseguraba que Dios me hablaba y que me estaba utilizando para preparar grandes cambios en el mundo… Un día se despidió diciéndome que yo estaba influyendo en él más fuertemente de lo que pensaba, y su ego y sus creencias estaban comenzando a depender de mí… Después de años sin hablarnos, lo único que se me ocurrió fue pedirle perdón. Dave procuraba que Haines no notase en él la misma mirada que antes había notado en Mark, y se mordía la lengua para no preguntarle sobre esos supuestos cambios. No podía dejar de pensar si no le estaba ocurriendo a él lo mismo que a Mark. Haines, era como un virus espiritual que necesitase un huésped para sobrevivir. Había en él algo tormentoso, egotista… pero no se le podía odiar. Era tan purista y perfeccionista que a Dave no le extrañaba que se considerase a sí mismo como Cristo. Y debía reconocer que durante algún tiempo fue una gran influencia en su música. También aprendió de él lo importante que era la comunicación con los demás miembros de la Dave Matthews Band, el único camino para llegar a ser realmente grandes. – Dave, tu llegarás muy lejos. Desde que te conocí pensé que eras el mejor hombre del mundo. Caminarás con paso seguro por la feroz arena de la popularidad y sabrás llevar la terrible responsabilidad de la fama –Haines le tendió la mano y se la estrecharon- Tú quedarás en la memoria del público… yo ya solo quedo en las manos de Dios. Cuando Haines se despidió de él con aquellas palabras y se marchó con la mirada perdida, Dave se dijo a sí mismo que aunque Albert Grossman hubiese vivido, The Deal se hubiesen quemado solos. Haines siempre hubiese estado marcado por el exceso. Incluso cuando era tan altruista, hasta el punto de querer borrarse a sí mismo. blogin-in-the-wind.es/feisbu/strangers_in_disguise.mp3 De camino a casa, Haines entró en el “By-Pass Market”, una tienda de artículos de caza y pesca, en el que compró una pequeña pistola. Cuando llegó le dijo a Rivet, su compañera actual, que se sentía preparado para descubrir qué se ocultaba al otro lado de la cortina. Se comió una de las albóndigas que ella estaba cocinando y salió diciéndole: “De lo único que uno es responsable en esta vida es de seguir a su corazón”. Mientras llegaba a la piscina fue metiendo tres balas en los seis huecos de la recámara; una sí, una no, una sí, una no, una sí, una no… como si dejase en manos de Dios la decisión de si ya había llegado su hora. Aquella noche el guarda de seguridad del bloque de apartamentos encontró su cuerpo sin vida en la caseta de la piscina. Tenía 37 años, y con la misma intensidad con que se había lanzado de cabeza a la música y a las vidas de los demás, se lanzó ahora al olvido. static.flickr/92/256711602_6b48dc0adc.jpg?v=0 Hasta el año 2.003 en que se editó “Goodbye September”, no llegaron a los oídos del público de todo el mundo las canciones de The Deal. Bearsville Records es ahora un potente sello discográfico independiente, liderado por la viuda de Grossman, y desde hace diez años Warner Brothers vuelve a distribuir sus discos. Pero no es solo eso, sino un enorme complejo en el que se encuentra uno de los mejores estudios discográficos del mundo, al que han acudido asiduamente buscando calidad, confort y tranquilidad para crear sus discos, grupos como R.E.M., Pretenders… o la propia Dave Matthews Band. Mick Jagger suele celebrar sus fiestas de cumpleaños en el lujoso lago que hay en sus instalaciones. Dave Matthews ha editado ya con su banda 8 discos en estudio y más de 50 en directo. Y es una estrella. youtu.be/slwpe65FvTc
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 13:26:52 +0000

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