Salud integral La Escuela de Cos de la antigua Grecia - TopicsExpress



          

Salud integral La Escuela de Cos de la antigua Grecia conceptuaba enfermedad como una afección general del organismo. La medicina era, entonces, considerada el arte de tratar al enfermo, con base en la experiencia y en la investigación clínica minuciosa y esclarecedora. Esa escuela, centrada en la figura del médico Hipócrates (460 – 370 a C) una de las más importantes figuras de la historia de la salud, al punto de ser nominado - el padre de la Medicina- enseñaba los siguientes preceptos, conocidos como los cuatro principios de la medicina hipocrática: 1) No lesionar al paciente; 2) abstenerse de lo imposible: esto es, no prometer milagros; 3) actuar contra la causa de la enfermedad; 4) creer en la fuerza curativa de la Naturaleza. Para Hipócrates, las dolencias y muchas epidemias estaban relacionadas a factores climáticos del medio donde las personas vivían, a la acción de los humores (hormonas y secreciones internas) y a las manifestaciones de las pasiones (sentimientos y emociones). Innúmeras observaciones médicas, encontradas en su obra “Aforismos”, son perfectamente validas en los días actuales. Sus registros de anatomía contienen descripciones precisas de procedimientos prácticos y de los instrumentos de disección utilizados. Hipócrates propone, en verdad, “una medicina menos invasiva que, al mismo tiempo, estimulase y respetase las fuerzas de reacción del enfermo” (1), esclarece el profesor y médico homeópata paulista, Paulo Rosenbaum, que destaca también la importancia de preservar la “herencia de la antigua escuela médica griega de Hipócrates, que colocaba la observación de la naturaleza (del griego physis: naturaleza), el saber antropológico y al experiencia como dimensiones esenciales de la terapéutica” (2). El concepto de salud integral surge, por tanto, con los postulados de Hipócrates, pero igualmente se fundamenta en el significado de homeostasis, término creado por el fisiólogo estadounidense Walter Bradford Cannon (1871 -1945): Estado de equilibrio del ambiente interno del cuerpo que es mantenido por procesos dinámicos de feedback (acción/ realimentación) y regulación. La homeostasis es un equilibrio dinámico. (3) En otras palabras, es el mecanismo encontrado por el organismo para mantener constantes las condiciones internas necesarias a la vida, sabiendo regular las fluctuaciones fisiológicas. En ese sentido, la homeostasis humana alcanza aspectos biológicos, mental, social, ecológico y espiritual, o sea, “de completo bien estar bio-psíquico-socio-espiritual y ecológico”, (4) conforme preconiza el concepto de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La palabra homeostasis, con todo, puede también ser aplicada en sentido bien amplio: proceso regulador de las variaciones presentes en los ecosistemas y en el Universo. La salud integral también se revela como un proyecto de vida, cuyo existo depende de la comprensión de que el ser humano es un Espíritu inmortal, existente, preexistente y sobreviviente a la muerte del cuerpo físico. Su historia y acciones no se limitan al espacio de tiempo que va del nacimiento a la muerte. Sin este entendimiento, las intervenciones médicas permanecen limitadas, aunque se considere el significativo avance científico y tecnológico actual. Para comprender el verdadero sentido de salud integral, es necesario que las ciencias de la salud abandonen de una vez el antiguo binomio cuerpo-espíritu, y pasen a considerar la criatura humana como un ser que actúa en las dimensiones física y espiritual, como sabiamente expresa la benefactora Joanna de Ângelis: La sofisticación tecnológica de la Medicina actual aun permanece en la insustentable tesis de que el hombre es, las células que le constituyen la organización somática. Negando, por sistema, la realidad del ser integral –espíritu, periespíritu y materia -, deteniéndose en la conceptuación sobrepasada, en el cual el cerebro genera el pensamiento, y la Vida cesa cuando se da el fenómeno de la anoxia, algunos minutos después de la parada cardíaca. (…) El paradigma de la actualidad en torno a la salud lleva al médico a examinar al paciente no mas como una cobaya, o alguien afligido de quien se debe liberar, sino como portador de muchos problemas que, no es raro, la dolencia exterioriza, enmascarándolos en las génesis profundas del estado patológico. Se vuelve se ese modo, al antiguo sacerdocio medico, gracias al cual se torna amigo del paciente, su confidente, su compañero, ayudándolo a drenar las emociones negativas recalcadas, a fin de dar campo a la catarsis liberadora de las angustias y tormentos que sufre, para qué, entonces, en el se instale de vuelta la salud. La salud integral independiente de las drogas químicas y de los tratamientos quirúrgicos, no obstante esos sean unos valiosos instrumentos para su adquisición. (…) (5) Emmanuel añade que: El cuerpo no está separado del alma; es su representación. Sus células son organizadas según las disposiciones periespirituales de los individuos, y el organismo enfermo retrata un Espíritu enfermo. La patología está orientada por elementos sutiles, de orden espiritual. (6) Para la compañera Lucy Dios Ramos: (…) La salud se expresa de forma integral, en la armonía de tres factores esenciales: equilibrio físico, mental o psicológico y satisfacción económica. Las alteraciones de cualquiera de los tres factores desencadenan conflictos, desequilibrios orgánicos que dan origen a enfermedades de variadas etiológias.(7) Así, nunca es demás recordar que para tener salud integral es preciso alcanzar “la perfecta armonía del alma, para la obtención de la cual, muchas veces, hay necesidad de la contribución preciosa de las molestias y deficiencias transitorias de la Tierra” (8). Analiza aun Joanna de Angelis, con lucidez: Cumple que se concienticen los individuos en general, y los enfermos en particular, que cada criatura es el resultado de las realizaciones morales, espirituales de su mente, como ya observaban los griegos antiguos… La disposición para el optimismo o para la autodestrucción responderá por la manera de comportase en el futuro. En este sentido, el Evangelio de Jesús es un excelente tratado de psicoterapia, cuya aplicación resultara en el bien estar y armonía. Todo el mensaje de Jesús es vaciado en el conocimiento profundo del hombre, considerando su realidad transpersonal, en el cual resaltan el Espíritu y su condición de inmortalidad. Lentamente, frente al volumen de las aflicciones que dominan los paisajes humanos, y las enfermedades psicosomáticas de difícil diagnostico, que llevan a estados lamentables, la criatura se siente convidada a la valorización de la vida, al descubrimiento de sus recursos éticos, autoestima, o auto perfeccionamiento. El amor, en ese cometido, asume un papel preponderante, en razón de las energías que libera en el sistema inmunológico, fortaleciéndolo, en el sistema nervioso simpático y en los glóbulos blancos, fundamentales en la lucha por la preservación de la salud. La visualización mental optimista, generando energías que combaten o anulan la enfermedad, produce endorfinas que atenúan el dolor, auxiliando a las células a la remisión de la enfermedad. (…) (9) Por último, transcribimos estos oportunos y prácticos consejos del Espíritu Andre Luiz: (10) Para garantizar la salud y equilibrio, prométase a usted mismo: I- Colocarse bajo los designios de Dios, cada día, a través de la oración, y sustentar la consciencia tranquila, preservándose contra ideas de culpa. II- Dar lo mejor de sí mismo en lo que esté haciendo. III- Mantener corazón y mente, actitud y palabra, actos y modos en la inspiración constante del bien. IV- Servir desinteresadamente a los semejantes, todo lo que esté al alcance de sus fuerzas. V- Regocijarse con la felicidad del prójimo. VI- Olvidar conversaciones y opiniones de carácter negativo que haya leído o escuchado. VII- Acrecentar por lo menos un poco mas de alegría y esperanza en toda persona con quien este en contacto. VIII- Admirar las cualidades nobles de aquellos con quien conviva, estimulándolos a desarrollarlas. IX- Olvidar motivos de quejas, sean cuales sean. X- Vivir trabajando y estudiando, actuando y construyendo, en el propio perfeccionamiento y en los propios errores, de tal modo que no se vea capaz de encontrar las faltas probables y errores posibles de los otros. Marta Antunes Moura Referencias: (1) (2) Rosenbaum. Paulo. Homeopatía. (3) Clayton, L Thomas (4) WHO- Organización Mundial de la Salud. (5) Divaldo Pereira Franco. Momentos enriquecedores. Por el Espíritu Joanna de Ângelis. (6) Francisco Cândido Xavier. Espíritu Emmanuel (7) Lucy Ramos. Gotas de optimismo. (8) Francisco Cândido Xavier. Espíritu Emmanuel. El consolador. (9) Divaldo Pereira Franco. Momentos enriquecedores. Por el Espíritu Joanna de Ângelis. (10) Francisco Cândido Xavier. Espíritu Emmanuel. Pasos de la vida. Revista “Reformador” Noviembre 2012. Traducido por Jacob
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 14:02:47 +0000

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