San Fernando, SANTÍSIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ. La Hermandad se halla establecida canónicamente en la parroquia del Santo Cristo, pero las sagradas imágenes se veneran en la antigua iglesia del Santo Cristo, hoy capilla del Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Realiza al año la procesión del Miércoles Santo, Vía Crucis parroquial, procesión del Corpus Christi y la del Resucitado. Son diversos los cultos que se le tributan durante el año. El día 14 de septiembre, función religiosa con motivo de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz y un emotivo Pregón de exaltación de la Cruz. Un Triduo cuaresmal en honor de nuestros titulares, con solemne besapié y besamano el Domingo de Pasión. Misa preparatoria antes del desfile procesional del Miércoles Santo. Peregrinación nacional de la confraternidad de hermandades de la Vera Cruz. Misa por los hermanos difuntos en el mes de noviembre. Obra de autor anónimo, la fecha de ejecución del Santísimo Cristo de la Vera Cruz podría situarse en las postrimerías del renacimiento. La imagen es de tamaño inferior al natural, con altura de 1,24 m. y una distancia entre manos de 0,96 m.; luce cabellera de pelo natural. Acerca de sus orígenes, se cuenta que entre 1730-1740 unos pescadores encontraron varada en la orilla de las aguas de la Bahía, por la zona de fábricas y Caño Herrera, la imagen de un Crucificado. Después de limpiarla del fango, la trasladaron a una casona de una huerta de las proximidades. Se difundió muy pronto la noticia y numerosas personas acudieron a dicha huerta a ver la imagen, por lo que la dueña de la casona decidió habilitar en el exterior un lugar donde colocar al Crucificado, a fin de que contara con un sitio más digno para ser visitado. Con el paso del tiempo se hizo costumbre que la visitasen los obreros del Real carenero de la Armada, situado en lo que es hoy el arsenal de la Carraca. A su paso diario hacia el trabajo por cerca de la casona donde se encontraba la imagen, dejaban un pequeño óbolo o limosna para costear los gastos de iluminación. Posteriormente surgió la idea de alzar una pequeña capilla donde rendirle un culto más reverente. Esta primera capilla fue construida en un terreno próximo, propiedad de don Juan Antonio de Madariaga. La obra dio comienzo en 1775, aprovechando los cimientos que iban a servir para la construcción de un convento de Mercedarios, que nunca llegó a edificarse. El alzado de la capilla fue posible gracias a donativos de los fieles y la aportación del primer Hermano Mayor, don Juan García Quintanilla. Con la colaboración de los feligreses del barrio, se amplió la obra a finales del siglo XVIII. Finalizada a comienzos del XIX, su estructura es la que presenta en la actualidad.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 09:41:31 +0000
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