San Mateo, apóstol Leví o Mateo ¿Por qué un doble nombre? y - TopicsExpress



          

San Mateo, apóstol Leví o Mateo ¿Por qué un doble nombre? y ¿por qué domina el de Mateo sobre el de Leví?. Esta es una cuestión que puede ayudar para conocer mejor a este apóstol que, además, es evangelista. El nombre Leví conecta con la tribu elegida para cuidar del culto de Dios, y por eso no se le atribuye un territorio como a las demás. Todas las otras tribus deben pagarle un diezmo o tributo por los servicios que ejercen en beneficio de la comunidad. Nada hay reprobable en el nombre, y quizá explica el motivo de su dedicación a las cuestiones económicas. Su profesión es la de recaudador de impuestos, tanto si la ejerció con justicia como con abusos, el nombre de Leví le recordaba su vida anterior antes del encuentro con Cristo, y prefiere utilizar otro como es el de Mateo. El nombre de Mateo tiene un origen etimológico de gran belleza: Mattai que significa “Don de Dios”. No sabemos si era un nombre que ya tenía -hemos visto lo frecuente que era en aquel tiempo tener varios nombres- o bien lo adoptó con libertad, bien consciente de lo que era su vida a partir de entonces. Ciertamente toda vida es un “don de Dios” ¿quién se ha dado la vida a sí mismo, o simplemente la salud?. Es de sabios ver todo en la vida como un don de Dios. Pero dentro de los dones de Dios hay algunos que, por ser tan frecuentes y usuales, parece que no son dones sino derechos, y realmente son dones. De distinto modo vivirían muchos hombres si viesen su vida como un regalo que pueden disfrutar, aunque no derrochar. Hay otros dones tan extraordinarios que nadie se siente capaz de exigirlos como derechos, ni casi de soñarlos. La vocación es uno de ellos. Cierto que todo hombre tiene una vocación divina, personal y única; pero cierto también que nadie puede exigir determinada vocación como un derecho. Ni se puede exigir a Dios que nos eleve a ser participes de su vida íntima como hace por la gracia en la filiación divina, ni se puede exigir ser sacerdote de Cristo y, mucho menos, se puede pretender ser Apóstol del Mesías. La llamada es un “don de Dios” tan grande, que llamarse “don de Dios” o Mateo, que es lo mismo, se hace con gozo. Es muy posible que cada vez que Mateo escuchase su nombre sintiese como el cosquilleo del agradecimiento de esa verdad: su vida es realmente un “regalo de Dios”.De hecho, en las listas de los doce apóstoles tanto Lucas como Marcos le llaman Leví con toda naturalidad, mientras que él se autodenomina Mateo. San Jerónimo dice a este respecto que “los otros evangelistas, por respeto y veneración a Mateo, no querían llamarle con el nombre con que todo el mundo le conocía, sino que le llamaron Leví. El apóstol, en cambio, se nombra a sí mismo con el de Mateo y “el publicano”. Quería dar a entender con esto a todos sus lectores que nadie debe dudar de su salvación si se convierte a una vida mejor, ya que él mismo se convirtió de repente de alcabalero en apóstol” . Parece probable esta opinión, aunque me inclino más por la postura agradecida del que se da cuenta del buen negocio que acaba de iniciar. La Sagrada Escritura nada dice del destino posterior del apóstol, cosa que extraña dada la aceptación de su escrito incluso entre los evangelistas, puesto que una de las teorías más probables sobre la composición de los evangelios de Lucas y Marcos es que utilizaron un antiguo escrito arameo de Mateo. Sea cual fuere la realidad se sabe más de su obra que de su persona. Se le atribuyen diversos escritos narrados por la herejía gnóstica que, apoyándose en su autoridad, describen fantasías nada inspiradas por el Espíritu Santo y que fueron rechazadas por la Iglesia.Unos le atribuyen la evangelización de Arabia, Persia y Etiopía. También se le cita con los pontos y los macedonios, e incluso que se libró de morir ante los antropófagos. Unos dicen que murió de muerte natural y otros de modo violento quemado en la hoguera -muchas leyendas coinciden en este punto- e incluso que fue decapitado. Una vez más nos admiramos de los planes de Dios que permite que pasen de un modo tan oculto a los ojos de los hombres personajes tan heroicos, pues lo que realmente cuenta es cómo los ve Dios. Sus restos fueron llevados de Etiopía a Italia en Paestum cerca de Salerno en Italia en el siglo X .
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 11:58:54 +0000

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