Sanidad Interior y Liberación, Parte 1 Pastor, Kelvin Figuereo - TopicsExpress



          

Sanidad Interior y Liberación, Parte 1 Pastor, Kelvin Figuereo Cuando alguien conoce a Jesús como Señor y Salvador personal, viene a ser un hijo de Dios, lavado con su sangre, y que si muere, irá directamente al cielo. Este hecho no significa que el creyente ya es totalmente libre y que todos sus problemas se hayan terminado. Hay creyentes que tienen muchas ataduras del pasado, tales como: heridas, amarguras y complejos. La primera pregunta que viene a la mente es, ¿por qué si somos creyentes aún arrastramos con cosas del pasado? La razón es, que lo que nació de nuevo fue nuestro espíritu, pero nuestra alma tiene que ser renovada y transformada; por tanto, es en esta área donde necesitamos liberación y sanidad interior. ¿Cuál es el proceso? El proceso consiste en exteriorizar situaciones, con- fesar pecados personales y de nuestros antepasados, renunciar y romper los poderes ocultos y reafirmar la fe en Dios y en su poder para liberarnos. En este proceso, se reclama la restauración del alma, sanidad espiritual, bienestar y paz interna. La tricotomía del hombre El hombre es un espíritu que tiene un alma y está dentro de un cuerpo físico. Cada una de estas partes tiene divisiones, las cuales vamos a estudiar muy cuidadosamente. Espíritu: es el hombre interior, es la parte inmaterial o invisible del ser humano; y es la naturaleza espiritual del hombre la que le da la capacidad de comunicarse con Dios y que, a su vez, se divide en tres partes: comunión, intuición y conciencia. «Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón». Proverbios 20.27 Comunión: es el medio por el cual nos comuni- camos con Dios y desarrollamos relación íntima con Él. Intuición: es el testimonio interior por medio del cual el Espíritu Santo nos guía y nos habla. Es el conocimiento inmediato de una verdad sin la participación del razonamiento. «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios». Romanos 8.14-16 • Conciencia: es el medio que nos permite distin- guir entre el bien y el mal. La conciencia es el instrumento que Dios utiliza para guiarnos y para que podamos escoger correctamente. «Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo». Romanos 9.1 Alma: es el asiento de la voluntad, de las emociones y de la mente. Ésta es la parte del creyente que no nace de nuevo, sino que necesita ser renovada y transformada. Más adelante, en este capítulo, estudiaremos deta- lladamente la voluntad, las emociones y la mente, pero antes es necesario conocer a fondo cómo opera nuestra alma. «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos». Santiago 1.22 Cuando nacemos de nuevo, la obra de Cristo en nuestro espíritu es perfecta. Somos hijos de Dios, vamos al cielo, nuestro nombre está escrito en el libro de la vida, pero nuestra alma no es cambiada. Ahora bien, como nuestra alma (voluntad, emociones y mente) no nació de nuevo, surge una pregunta: ¿Qué hacemos con el alma? El alma necesita dos cosas: ser renovada y ser transformada. «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno». Romanos 12.1-3 Por esa razón, hay muchos creyentes que todavía tienen heridas emocionales, malos pensamientos y deseos de no hacer la voluntad de Dios; esta última viene siendo rebeldía. Muchas personas se confunden porque no saben con certeza si han nacido de nuevo, porque aún arrastran cosas del pasado que no han podido vencer. Real- mente, lo que necesitan es renovar su alma, y esto se logra a través de la Palabra de Dios, la sanidad interior y la liberación. La mayor parte de los problemas de un creyente están en su alma, es decir, en su voluntad, en sus emociones y en su mente. El nuevo nacimiento «Le respondió jesús: - De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le preguntó: - ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió jesús: - De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: "Os es necesario nacer de nuevo"». Juan 3.3-7 Hay creyentes que no han entendido lo que es el nuevo nacimiento. La palabra de Dios nos enseña que cuando un cristiano recibe a Jesús como su Señor y Salvador, su espíritu nace de Nuevo, pero su alma no. La palabra de Dios enseña que el espíritu y el alma son diferentes. «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irre- prensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo». 1 Tesalonicenses 5.23 «La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pen- samientos y las intenciones del corazón». Hebreos 4.12 ¿Qué hace el nuevo nacimiento en nuestro espíritu? «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne». Ezequiel 36.26 • Nos da la posibilidad de comunicarnos con Dios. • Nos permite conocerlo a Él y Su voluntad. «Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual». Colosenses 1.9 Nos da la habilidad de ser verdaderos adoradores. «Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren». Juan 4.23 En conclusión, hay muchos creyentes que tienen que pasar por ese proceso con la profunda convicción de que la redención perfecta, efectuada por Jesucristo en la cruz, fue más que suficiente para libertarlos y sanarlos de las heridas del pasado. 1era. Conferencia impartida el Domingo 23 de Junio 2013 por el Pastor, Dr. Kelvin Figuereo en el Primer Retiro de Sanidad Interior y Liberación en la Congregación Cristiana Rey de Reyes de Barahona
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 04:44:26 +0000

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