Se escudriñan detalles del espionaje a través de los más sofisticados sistemas técnicos e informáticos, al mismo tiempo que el canciller ecuatoriano denuncia que se ha encontrado un micrófono oculto en las oficinas de la Embajada del Ecuador en Londres, en donde desde hace un año permanece el hacker internacional Assange, que saltó a la fama por la publicación de miles de correos electrónicos enviados por las embajadas de los Estados Unidos, entre los cuales se encuentran algunos tan importantes como la filmación del helicóptero artillado que disparaba contra civiles en Iraq, así como otros, la mayoría, que podrían archivarse en los anaqueles de los comentarios personales y los chismes de todo tipo. Parece increíble que alguien instale un micrófono en las oficinas de una Embajada, existiendo tantos métodos, bastante más efectivos, para escuchar conversaciones, de los cuales disponen los gobiernos, y que los pueden adquirir los particulares en Internet o contratando una compañía especializada. En épocas en que con un teléfono celular se puede determinar la ubicación de una persona, o escuchar una conversación aunque el teléfono esté apagado, quien recurre a un micrófono oculto está, por decir lo menos, desfasado. Y si ha sucedido, así como se anuncian sanciones al Cónsul que expidió el documento que permitió a Snowden salir de China, deben investigar qué persona al interior de la Embajada lo hizo o contribuyó a que alguien lo haga, porque sin participación interna es imposible que haya sucedido.
Posted on: Tue, 09 Jul 2013 22:35:34 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015