Septiembre 15 de 1810: en la madrugada del día 16, el cura Miguel Hidalgo da el célebre “grito de Dolores” iniciando un levantamiento que once años después sería coronado con la independencia mexicana. El hermano de Napoleón Bonaparte, a quien el pueblo le motejaba como “Pepe botellas” por una supuesta tendencia a beber, gobernaba España y el monarca Fernando VII estaba preso, lo que había despertado el temor que la Nueva España fuese gobernada por Francia, y había un sentimiento de solidaridad con el rey español, aunque en el fondo los mexicanos soñaban con ser libres e independientes de España, pues lo único que les mandaba de la península ibérica era un mal gobierno. Desde el día 14 había llegado al pueblo de Dolores, Guanajuato, el militar Ignacio Allende; el 15 por la noche arribaron Aldama e Ignacio Pérez, enviado de la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez. Ellos le informaron al cura del pueblo, Miguel Hidalgo y Costilla que la conspiración de Querétaro había sido traicionada y descubierta, por lo que habría que tomar medidas, o adelantar el inicio de la insurgencia, o huir. El de experiencia militar, Allende, proponía iniciar pero con una estrategia de repliegue y ataque moderado, pues no se contaba con un ejército entrenado, pero Hidalgo no estuvo de acuerdo, pues era necesario dar un buen golpe rápidamente, so pena de que la llama que habían sostenido por buen tiempo, se apagara. El maestro Fernando Migallón, en su libro El Grito de la Independencia, da su versión de la plática desarrollada esa noche así: _¿Entonces qué propone, señor cura? _Salir de inmediato. _Pues bien señor cura, echémosle el lazo, seguros de que ningún poder humano podrá quitárselos. _Sí, lo he pensado bien, y veo que estamos perdidos y que no queda más recurso que ir a coger gachupines… así que manda a tañer las campanas de la iglesia del pueblo y cuando estaba llena de gente la plaza, Miguel Hidalgo y Costilla salió a gritar: ¡Mexicanos! ¡Viva la religión! ¡Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva América! ¡Muera el mal gobierno! La gente se prendió, pues respetaban a Hidalgo y querían ser libres, sin esclavitud, ni castas. Y más rápido que de inmediato, se alistaron en un improvisado ejército que crecería hasta convertirse en una seria amenaza al gobierno español.
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 09:49:15 +0000
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