Septiembre 5 de 1997: muere La Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad. Esta bella dama que derramaba amor, nace en Uskub, actual Skopie, Macedonia, el 26 de agosto de 1910, con el nombre de Gonxha Agnes. Desde niña siente su vocación religiosa y a los 12 años ingresa a la Congregación Mariana de las Hijas de María. Cundo cumple 18 se va de su tierra a Dublín para profesar en Nuestra Señora de Loreto. De allí se va a Bengala y profesa con el nombre de Teresa –por Teresa de Linsieux- , siendo maestra en la St. Mary’s High School de Calcuta, y en 1948 se le autoriza por Roma para dedicarse al apostolado en favor de los más pobres entre los pobres. Antes, el 10 de septiembre de 1946, viajando en un tren de Calcuta a Darjeeling, recibe según su propios escritos, el mensaje de Dios, su “llamada dentro de la llamada” y desde ese día retoma con gran entusiasmo su deseo de saciar la sed de Jesús, convirtiéndose en el motor de su vida. Cuenta que Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, Jesús le suplicó; “no puedo ir solo”. Así que con este cambio de vida, ya como la Madre Teresa de Calcuta, en el año de 1950 funda la congregación de Las Misioneras de la Caridad, que el papa Pablo VI aprobara en 1965. Su vida es enorme y riquísima en lo más valioso de la humanidad, que es el ejercicio de la caridad. Su obra quedó establecida no sólo en La India, gigantesco país que tiene el segundo lugar en materia demográfica, sino que instaló centros de atención en cien países adicionales. Su estilo era deambular entre los barrios pobres y cuando identificaba algún enfermo abandonado en la calle, con alguna enfermedad terminal, llámese lepra, sida, sífilis u otra, ella lo recogía y llevaba a atender al convento donde estuvieran las Hermanas de la Caridad y personalmente les servía a esos enfermos aún y cuando sus enfermedades fueran contagiosas. Cuando en un convento ya no podían recibir más gente en esas condiciones, se fijaba la meta de levantar otro convento. Siempre contaba con el apoyo de la gente bien acomodada, pues les llevaba a conocer la obra y les pedía que tomasen como si fuera una obligación ayudar a los más pobres entre los pobres… y los convencía. Tuvo un gran apoyo del papa Juan Pablo II, que le abrió muchas puertas en el mundo; así fue como conoció a las grandes personalidades, como la Princesa Diana de Gales, con quien hizo dos giras entre los pobres y consiguió que la monarquía inglesa donara recursos a los pobres, algo nada usual en la historia. Por cierto, cuando muere la Madre Teresa, el 5 de septiembre de 1997, estaban los funerales precisamente de esta princesa que había fallecido en un cuestionado accidente, por lo que a Teresa de Calcuta no se le dio el lugar que merecía, dado que las diversas personalidades en el mundo, se dividieron, por un lado algunos prefirieron ir a las pompas fúnebres londinenses para codearse con la realeza británica, mientras otros prefirieron ir a convivir con los pobres en la India, a despedir a la gran mujer que Dios nos regaló: La Madre Teresa. Rápidamente Juan Pablo II la beatificó.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 12:59:10 +0000
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