¿Sergio Massa, ex jefe de gabinete del kirchnerismo hasta 2009 y - TopicsExpress



          

¿Sergio Massa, ex jefe de gabinete del kirchnerismo hasta 2009 y candidato testimonial (nunca asumió su banca) en los comicios de ese año, es una alternativa al gobierno K? Hay un viejo y conocido refrán que puede servir para contestar esta pregunta: “Dime con quien andas, y te diré quien eres”. Por eso, al analizar los nombres de los principales candidatos que acompañan al intendente de Tigre, además de algunos personajes menores de la farándula y los medios, aparece un buen número de kirchneristas que apenas se hicieron un lavado de cara. La lista es larga, pero cabe mencionar a Darío Giustozzi, el intendente de Almirante Brown que llegó a ese cargo de la mano de Florencio “el hombre de la eterna sonrisa” Randazzo, quien desde el choque de trenes en Castelar, que produjo tres muertos, no puedo volver a mostrar la cara. Otro intendente que hasta hace pocas semanas era un confeso admirador de CFK, como es el intendente de Escobar, Sandro Guzmán, quien duda en asumir su banca si es electo. Es decir, sería un testimonial. Asimismo, el ex titular de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren, quien en el ambiente político se lo conoce con el apodo de “Mendicurren”, puede ser considerado dentro del top five de los dirigentes empresarios más genuflexos que ha tenido este gobierno nacional durante la última década, al punto de haber sido absolutamente funcional a las políticas de destrucción del aparato productivo que se instrumentaron en el país. La lista se completa con el sindicalista Héctor Daer, uno de los denominados Gordos de la CGT, que fue secretario general de la central obrera en los ’90 y mantenía una fuerte alianza con el menemismo en la infame entrega del país. Continuó en ese cargo durante el gobierno de la Alianza cuando la conducción de la CGT avaló el controvertido proyecto de reforma laboral, que se aprobó en el congreso previo pago de coimas. Daer fue uno de los sindicalistas que decidió romper con la CGT de Hugo Moyano para sumarse a la central obrera creada por el gobierno K, que tiene como secretario general al titular de la UOM, Antonio Caló. Los nombres que aparecen en las listas seccionales también muestran que el armado de Massa reúne a varios personajes de lo peor de la política bonaerense. Tal es el caso del ex senador provincial Juan Amondarain (va segundo en la lista de diputados provinciales de La Plata), involucrado directamente en varias de las negociaciones oscuras que se tejieron en la legislatura durante el gobierno de Eduardo Duhalde, que continuaron durante el mandato de Felipe Solá, que no por casualidad también forma parte del armado de Massa. Este fin de semana la nómina que integra Amondarain recibió el apoyo del actual diputado provincial Raúl Pérez, que durante una década arrastró una pesada denuncia penal por enriquecimiento ilícito. Solá, Pérez y Amondarain fueron artífices de uno de los escándalos más resonantes de la provincia en la década pasada, como fue la renovación automática de las licencias de salas de bingos (tragamonedas), un negocio en el que –como se sabe- también muerde el kirchnerismo, a través de empresarios amigos como Cristóbal López. La denominada patria financiera, otro de los sectores favorecidos por el gobierno K, está detrás de la candidatura de Massa. Pocas veces en la historia los bancos obtuvieron ganancias tan escandalosas como en la última década, mientras los empresarios de las Pymes y gran parte de la ciudadanía tienen prácticamente vedado el acceso a los créditos hipotecarios y productivos. Uno de los principales aportantes económicos de la candidatura de Massa sería Jorge Brito, titular del Banco Macro, de estrecha relación con el vicepresidente Amado Boudou y salpicado también por el affaire de la compra de la planta de la ex Ciccone. Cabe recordar que Boudou era colaborador de Massa y lo sucedió como titular de la ANSES, cuando el ahora intendente de Tigre fue designado jefe de Gabinete, en reemplazo de Alberto Fernández. Otro empresario aportante sería Matías Garfunkel, principal accionista de los medios paraoficiales, de escasa tirada y casi nula audiencia, financiados con la pauta oficial que discrecionalmente distribuye la Casa Rosada. Garfunkel habría estado a punto de sumarse a la lista de diputados nacionales, aunque a último momento declinó su postulación. Todos estos vínculos no hacen más que confirmar que Massa es el mejor candidato de la Casa Rosada. Su postulación es una estrategia para intentar dividir a la oposición, para luego -con el apoyo de los diputados electos con el Frente Renovador- puedan aprobarse las leyes más polémicas que el gobierno necesita en el congreso. Las similitudes con la experiencia de Martín Sabbatella, que compitió contra Néstor Kirchner en las elecciones legislativas de 2009 y luego se sumó descaradamente al Frente para la Victoria, no es mera coincidencia. Massa salió a decir que no apoyará una nueva reelección, proceso que requiere una reforma de la Constitución que necesariamente tiene que pasar por el congreso. ¿Pero se le puede creer a un político con estos antecedentes y socios involucrados en las peores prácticas de la política?, ¿Qué grado de veracidad puede tener un dirigente que -al igual que Boudou- se formó en la filas de la UCedé, el partido de Alvaro Alsogaray, fue la mano derecha de Palito Ortega (candidato a vicepresidente de Duhalde en 1999) y luego fue un obediente funcionario K?
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 17:41:21 +0000

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