Shimón Peres pide a la Unión Europea reconsiderar su postura sobre la circuncisión El presidente, Shimón Peres, instó al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, a que intervenga personalmente para que la Asamblea Parlamentaria de esa organización "reconsidere" su reciente decisión contra el ritual de la circuncisión (brit milá). "Las comunidades judías en distintos países de Europa se verán gravemente afectadas si ven sus libertades culturales y religiosas impedidas por la decisión del Consejo de Europa", advierte el dirigente en su carta. También subraya la gran importancia del ritual en las tradiciones judía y musulmana, y destaca que la circuncisión "ha sido una práctica en las comunidades judías durante miles de años y es un elemento fundamental de nuestra tradición y obligación como judíos". La misiva, dirigida a Jagland por su nombre de pila, lo que apunta a la estrecha relación entre ambos desde hace años, califica la organización europea de "institución dedicada a la defensa de estos mismos derechos" y pide al secretario general que actúe para anular la decisión. "Sé lo mucho que valoras los principios de la libertad religiosa y confío en que ejercerás tu considerable influencia en el Consejo de Europa por el bien de estos derechos fundamentales", pide Peres. La resolución del Consejo, aprobada el pasado martes, advierte del "riesgo potencial de algunas prácticas", en relación con "la violación de la integridad física de los niños", y menciona entre ellas la circuncisión, la mutilación genital femenina o la coerción de los niños con prácticas como piercing, tatuajes o cirugía plástica. La resolución insta a los Estados miembros del Consejo a adoptar regulaciones jurídicas específicas para garantizar que ciertas operaciones no se lleven a cabo antes de que un niño sea lo suficientemente mayor como para ser consultado. Menos diplomático que Peres fue el Ministerio de Exteriores, que el viernes calificó el texto de la resolución de "ataque intolerable" a las tradiciones religiosas y aseguró que promueve "el odio y las tendencias racistas". "Cualquier comparación de esta tradición con la práctica bárbara y censurable de la mutilación genital femenina supone una terrible ignorancia, en el mejor de los casos, o difamación y odio antirreligioso, en el peor", aseveró la Cancillería. EFE
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 10:26:04 +0000
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