Si la violencia y el miedo ganan desde el jardín… Mi nombre es Guillermo Avila y quiero dejar en claro esto porque este medio lo hicimos con mi amigo Enrique Pérez Balcedo, y necesito hablarles a título personal. Soy padre se una niña que concurre al Jardín nº 914 de calle 42 y 22. El Jardín de infantes que saltó a la opinión pública por el caso de presunto abuso cometido por el profesor de música Marcos Ledesma. Desde que se radicó la denuncia y tomó estado público comenzó el trabajo de la Justicia. Podemos considerar el proceder y el funcionamiento del Poder Judicial lento o rápido según los casos, pero en este en particular actuó desde el primer minuto. La denuncia se radicó un jueves y al día siguiente el profesor realizaba las primeras declaraciones. A esto siguieron la toma del jardín y su clausura hasta las pericias, la agresión a la directora y a una inspectora, la agresión a una docente en la calle, los piquetes en la puerta del jardín, los escraches, los piquetes en tribunales y luego de muchas reuniones recomenzaron las actividades con todo el personal nuevo. Desde la portera, hasta la directora. Esto se debe a que el grupo de padres victimas del presunto abuso, responsabilizó de complicidad al personal docente y no docente del establecimiento. Entre los argumentos esgrimidos, mencionan que los docentes se burlaban de ellos el día posterior a la denuncia, dibujos de los menores y el resultado de las cámaras Gesell. Como padre también me hice presente ese viernes en el establecimiento y fui recibido por los directivos y docentes del Jardín nº 914. Todo era confusión. Todo era llanto. Y si hubo alguna risa no fue de burla sino de nervios. Por lo que pude averiguar (e invito a que alguien lo corrija si estoy en un error), las cámaras Gesell son un instrumento para tomar declaraciones a los menores y adolescentes. Es una declaración. ¿Alcanza para asegurar que los docentes y no docentes fueron cómplices? ¿Se puede culpabilizar a una persona por los gestos que hace en medio de un estado de shock? Algunos padres aducen como otra prueba los dibujos de los nenes. Los invito a que consulten con profesionales y docentes cuales son los dibujos y las preguntas que hacen los niños a esa edad que es cuando se empiezan a conocer, cuando se empiezan a descubrir. En la causa también constarían las declaraciones de cuatro docentes a favor del profesor Marcos Ledesma. ¿Cuál sería el próximo paso?... ¿Cerrar los establecimientos donde prestan servicios estos docentes? Pero en esas declaraciones, una docente habría manifestado que se sienten perseguidas con las nuevas normativas y las nuevas directivas que reciben de parte de sus superiores. A punto tal -citaría un ejemplo-, que si un nene se golpea el pecho en un recreo no podrían revisarlo para ver la lesión, deben avisar a sus padres para que retiren al menor. En el poco tiempo que conocí el jardín puedo dar fe de su buen funcionamiento y creo entender que una comunidad educativa funciona bien cuando todos los actores colaboran. Cuando digo actores quiero decir directivos; docentes, no docentes, alumnos y padres. Por lo que pude observar también desde el inicio del ciclo lectivo los padres en general han participado poco. A mí me importa la comunidad educativa a la que asiste mi hija. Estoy dentro del grupo de padres que considera que la medida tomada con el personal del Jardín nº 914 ha sido injusta. Más aún, cuando muchos de esos docentes no quieren reasumir en sus cargos por temor a ser golpeados por un grupo de padres. Repito por si no se entendió. Hay trabajadores que no reasumen en sus cargos por temor a ser golpeados y esto ha sucedido en las narices de quienes debían dar seguridad. Una docente que realiza suplencias en el jardín y envía su hija al establecimiento, fue golpeada frente a un grupo de policías sin que estos intervinieran. Esta carta no es contra el nuevo cuerpo docente y auxiliar del establecimiento, pero las clases se pudieron retomar casi con normalidad gracias al trabajo que se había realizado. Nos acostumbrados a leer noticias de padres y alumnos que golpean a docentes por una mala nota, por una sanción y eso no deja de ser un ataque a toda la comunidad educativa. ¿Que nos espera en el futuro si la violencia nos gana desde el Jardín de Infantes? El próximo martes 29 de octubre a las 8.15hs luego de que los niños ingresen al Jardín, algunos padres volveremos a realizar un abrazo simbólico para que se respete el derecho de nuestros hijos de ser educados en un ambiente de paz. En apoyo a la comunidad educativa del Jardín 914 y en particular a los docentes del establecimiento porque consideramos que no son culpables ni cómplices de ningún delito, porque consideramos injusto que muchos de ellos no puedan realizar la tarea para la cual se prepararon por temor a ser golpeados. Y sobre todo porque lo que sucedió puede volver a pasar en cualquier momento si desde el Estado, no se puede garantizar la seguridad de un docente en un Jardín de Infantes. Guillermo Avila DNI 20.233.371
Posted on: Sat, 26 Oct 2013 10:07:11 +0000