Sin consultar a nadie, José de la cruz, indígena huichol de - TopicsExpress



          

Sin consultar a nadie, José de la cruz, indígena huichol de veintitrés años junto con su esposa María de la Luz de veintiún años, sus hijos Lucita de cuatro años y el pequeño José de apenas ocho meses de nacido, salieron de su comunidad enclavada en la Sierra del Nayar rumbo a la capital del estado, Tepic, con el propósito de encontrar un trabajo que les permitiera vivir mejor, con la maleta llena de esperanzas y los bolsillos casi vacíos llegaron a su destino casi al anochecer, corría el mes de enero de mil novecientos setenta y dos y el frio calaba hasta los huesos, sin contar con familiares o amigos donde llegar y sin conocer la ciudad caminaron en busca de hospedaje, al pagar el importe supo que había tomado precipitadamente la decisión de abandonar su pueblo, calculó que le quedaba para otros dos días de alojamiento, a la mañana siguiente salieron en busca de trabajo, urgía encontrar algo para irla pasando mientras llegaba algo mejor, caminaron todo el día sin suerte, al regresar compraron algunas tortillas y un poco de leche para la criatura que a todas horas lloraba, esa noche el pequeño José no cesó de llorar, María decía que lloraba de dolor, él pensaba que lo hacía de hambre. Al amanecer salió solo, estaba desesperado y caminaba sin rumbo, su aspecto sucio y desaliñado y la falta de educación eran la causa del rechazo de la gente, casi al anochecer ayudó a un comerciante a descargar una camioneta de mercancías pagándole por ello poco dinero, apenas le alcanzaría para mal cenar, al regresar encontró a su familia sentados sobre la banqueta esperándolo, al verlos vulnerables sintió coraje, reconocía que él era el causante del sufrimiento del trio de infortunados, con hambre y frio a cuestas, caminaron hasta la aviación donde encontraron un albergue para indígenas, el niño no paraba de llorar provocando el coraje de los demás que irritados los insultaban, que noche más larga y triste, el infante ardía en calentura. La pequeña Lucita también lloraba de hambre, al amanecer salieron rápidamente del lugar, por la calle fueron pidiendo comida para los niños, una señora al ver el estado del crío se compadeció y les dio un par de monedas además de indicarles donde y cómo llegar al centro de salud, en el camión María se sentó delante de ellos con el pequeño en sus brazos, la pequeña Lucita dormía descansando su cabecita sobre el hombro de José. A pesar de su juventud María era una mujer fuerte cómo todas las de su raza, pero el instinto de madre no tiene ni nacionalidad, ni idioma ni raza, a ella también le dolía el sufrimiento de sus hijos. A cada momento volteaba a ver a su hija dormida y sus ojos se llenaban de lágrimas mientras apretaba el cuerpecito del bebé, de pronto el niño empezó a convulsionarse, con los ojos desorbitados volteó a ver a José diciéndole en voz baja- cómo con miedo que fuera verdad- que el niño se estaba muriendo, él asustado solo acariciaba su largo cabello negro, al pasar por un mercado María bajó súbitamente del camión, José la seguía casi corriendo, al entrar al lugar con la mirada buscó un puesto de comida donde pidió un caldo de pollo para la niña que contenta lo saboreaba, parados detrás de ella la miraban con satisfacción mientras la tristeza y el dolor los atormentaba al ver a Josecito, al salir José supo que el niño había muerto desde que estaban en el camión, la madre asustada corrió para darle de comer a la niña, quiso conscientemente detenerle el sufrimiento que provoca el hambre. Un funcionario del Ayuntamiento conmovido por su situación los apoyó con los gastos del sepelio y les ofreció dinero para el regreso a su comunidad, José le pidió trabajo, no iban a regresar con un hijo menos, que el esfuerzo y el sufrimiento no fueran en vano –pensaban-. Y así, trabajando en el día y estudiando en la noche, José de la Cruz se recibió de maestro bilingüe, había jurado ante la pequeña tumba de Josecito que nadie de su familia volvería a sufrir por su ignorancia, el maestro de la Cruz y María procrearon cinco hijos más, todos son profesionistas por que igual que su padre, la memoria de su hermano muerto los inspiró para superarse.
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 23:25:33 +0000

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