Solamente hay que estudiar el lenguaje corporal del tal Chaderton; hay que observar y analizar el cinismo enfermizo del insolente y prepotente personaje; incluso, el tipo parecía tomado o drogado. Su nefasta intervención en ese foro sólo sirvió para poner en evidencia todos los males que aquejan al régimen antidemocrático de Venezuela. Su alocución, unas veces pueril, otras veces arrogante, prepotente, denigrante, altanera e irrespetuosa, delató el material tan barato y corriente del que está hecho ese folklórico y callejero personaje que, según él presumía, representaba un Estado. Era obvio que el estado que él representaba era un estado deplorable, un estado de coma, un estado de ebriedad, un estado depresivo, etc. En fin, nada bueno dejó esa triste y paupérrima intervención de Roy Chaderton; quedó, ante la comunidad internacional, como un vulgar y grosero matón comunista con poder. ¡Ah, pero Insulza no se quedó atrás! Él estaba sentado en un trono, desde el cual dirigía la obra teatral escrita especialmente para el primer actor Roy Chaderton. En fin, a Insulza se le vieron las escamas verdes. No pudo disimular su parcialidad a favor de Roy Chaderton. Claro, tenía que hacerlo, si no ¿cómo iba quedar mal con el régimen venezolano que, al fin y al cabo, es quien le paga bastante bien por sus servicios de alcahuete profesional? Seguramente, también le estarán patrocinando –por debajo de la mesa– su candidatura al congreso chileno.
Posted on: Tue, 04 Jun 2013 09:15:01 +0000
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