Soluciones inviables Agustín Tajes En estos días se ha informado acerca de la firma de un memorándum de entendimiento entre el Gobierno y los funcionarios de la ex Pluna, para la puesta en marcha de una nueva aerolínea que se llamará Alas U. Sin duda que es nuestro mayor deseo que ese emprendimiento funcione y que esta empresa se desarrolle y crezca, para bien de la aeronáutica nacional y, sobre todo para que un importante número de personas puedan seguir trabajando, en esa actividad tan hermosa, produciendo para beneficio de nuestro país. No obstante, no podemos dejar de preocuparnos porque es esta otra iniciativa, que viene a sumarse a varias, en las que el Estado impulsa la transformación de empresas que han cerrado, a la modalidad de cooperativa de sus trabajadores. Es evidente que esto se inscribe mucho más en un modelo ideológico, que en uno económico que contribuya a solucionar las necesidades reales del país. Entre las herramientas de tránsito del sistema capitalista al sistema socialista, primero y al comunista, después, la socialización de los bienes de producción a manos de los obreros es una de las preferidas por los “progresistas” y ha sido de las más utilizadas desde 2005, con la consiguiente difusión de esos “logros”, como prueba de la eficiencia del su modelo. No tenemos absolutamente nada en contra del cooperativismo. Muy por el contrario, pensamos que bien aplicado es una forma excelente de alcanzar mejores niveles de calidad de vida, para una gran cantidad de personas, pero ello tiene que responder a las posibilidades reales de cualquier actividad económica y no a una forma de ir canalizando la evolución ideológica de la fuerza política que nos gobierna, aún a costa de grandes pérdidas que salen de los bolsillos de los contribuyentes y en detrimento de otras necesidades de la sociedad. Uno de los primeros emprendimientos a los que apostó el gobierno “progresista”, fue el de ALUR y es sabido que se han aportado importantísimas cantidades (muchos millones de dólares) para sostener una operación deficitaria, debido a que la ubicación de dicha empresa no es la más conveniente, para el tipo de producción que desarrolla. A esa experiencia se han ido agregando otras y, recientemente, ha reabierto sus puertas la planta de Metzen y Sena, para dar trabajo a una importante cantidad de habitantes de Empalme Olmos, localidad que dependía, casi exclusivamente, del funcionamiento de dicha empresa. Como con Alas U, sería fantástico que Olmos (como se llamará a partir de ahora) se transforme en un éxito y que recupere el prestigio de la antigua empresa y es lo que deseamos profundamente. Pero sería también importante que el gobierno, que sale con bombos y platillos a “deslumbrarnos” con su capacidad, explicara los costos que han tenido estas experiencias y el riesgo de que eventualmente fracasen. Está más que claro, que en un mundo muy competitivo, donde, además hay muchos capitales buscando un lugar para hacer inversiones, cuando hay oportunidad de hacerlo en alguna actividad que de una buena renta, esos capitales se tiran de cabeza. Las papeleras son un ejemplo de ello. No hubo necesidad de ir a buscarlas, vinieron solitas y ello debido a las políticas que en materia de forestación se aplicaron desde 1997, a través de diferentes gobiernos blancos y colorados. Por ello, si una empresa cierra, porque su actividad se volvió deficitaria, si la misma se debió a un problema de gestión, pero es viable reencauzarla, no van a faltar quienes quieran hacerse cargo e invertir el dinero necesario. Eso pasa a lo largo y ancho del mundo todos los días. Por eso, advertimos que en todos estos casos que se vienen dando, más allá del deseo lógico de los trabajadores en recuperar su fuente de trabajo, lo que vemos es un voluntarismo del gobierno en demostrar, a cualquier precio, que es éste el camino para seguir creciendo, hacia una sociedad socialista. No dicen que han tenido miles de empleados en seguro de paro por varios años, cuando cualquier otro trabajador sólo dispone de ese beneficio por 6 meses. ¿Cuántos millones ha costado? Tampoco que el Estado da préstamos millonarios en dólares que si fracasa el emprendimiento, nunca recuperará. Menos que la operativa de esas empresas se basa muchas veces en compras que hace el Estado o en convenios con otros países “compañeros”, que de cambiar la situación, la actividad se volvería inviable. Asimismo, no dicen que la mayoría de las empresa que reabren como cooperativas, terminan empleando a menos de la mitad de los trabajadores que habían al cierre de las mismas. ¿Qué hubiera pasado si en su momento, para evitar el cierre, se hubieran despedido esa cantidad de personas? En el caso de Pluna, vemos que varias de estas cosas han pasado. Aparte, se les venden 3 aviones a 46 millones de dólares, más un préstamos de 15, lo que nos da que arrancan con un pasivo de 61 millones a pagar con lo que produzca al nueva aerolínea, que sólo contará con 3 aeronaves, con las cuales deberá producir lo necesario para solventar los costos operativos de la empresa y amortizar 6, 1 millones de dólares al año, lo que va a ser muy difícil. Como dijimos al principio, los funcionarios de la ex Pluna no fueron culpables y merecen, como cualquier ciudadano la posibilidad de tener su puesto de trabajo, especialmente, cuando la empresa que cerraron, tenía como uno de los dueños al propio Estado. No nos cabe la más mínima duda que en toda esta situación fue ese Estado, en la figura de este gobierno “progresista”, el responsable de la debacle de Pluna y de las cuantiosas pérdidas que la misma produjo. La administración de Elina Rodríguez, el negociado con Leadgate y el posterior cierre intempestivo de la compañía condujeron a lo que sucedió. Si llegamos a la conclusión de que es necesario tener una línea de bandera, hubiera sido mucho mejor que el Estado se hiciera cargo, asumiendo el costo que ello significa. La Fuerza Aérea lo hizo durante el período de facto, siendo la única vez en la historia que la empresa dio ganancia. Eso se logró con mucho trabajo e ingenio para hacerla viable. Desgraciadamente esas son dos condiciones que carece el “progresismo”. La ideología les ha bloqueado el intelecto. Agustín Tajes
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 04:25:30 +0000
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