Su Sueño de INCLUSIÓN Vísperas del 9 de julio. Día de la - TopicsExpress



          

Su Sueño de INCLUSIÓN Vísperas del 9 de julio. Día de la Independencia en Argentina y de Cristo Redentor para la Merced en el mundo entero. Feliz coincidencia… o Providencia. En estos días los Mercedarios argentinos misionamos. Andamos de acá para allá, llevando la Palabra de Dios, el consuelo, la mano tendida, la sonrisa pronta… Nos hacemos Evangelio, Buena Noticia proclamada no sólo con los labios sino también y sobre todo con el abrazo fraterno, la escucha atenta y la mirada alentadora. En Tucumán, la Carpa Misionera abrió este ciclo de misiones itinerantes. Allí vivimos, acogimos, evangelizamos, celebramos la Fe en la Eucaristía, los Bautismos, la Lectura Popular de la Biblia, los Talleres, el pan amasado y el mate compartido con sencillez. En medio de todo ello siguió transcurriendo el tiempo “ordinario”: la Parroquia, el trabajo, la cárcel, el asentamiento… Y hablando de cárcel…, el sábado empezamos la visita en el Penal con una Procesión del Sagrado Corazón que debíamos del mes de Junio. Entre todos ornamentamos la imagen, los internos la cargaron sobre sus hombros… y largamos. Ellos mismos iban leyendo las reflexiones que alternábamos con el Santo Rosario. Atravesamos el patio, pasamos al pasillo central y, cerrojo va y portazo viene, entramos a los pabellones… De pronto, me encontré situada a la entrada de la Unidad 1, 2 y 3, en la misma posición en la que estuvo Juan XXIII hace muchos años cuando visitó Regina Coeli…, sólo que acá el panorama tenía poco o nada qué ver con la Reina del Cielo. Más bien, nos asomábamos al fondo del infierno. La mugre, la escasa luz, el olor penetrante a… todo, las telarañas petrificadas, los baños sin grifos, asquerosos… Las celdas con su consabida puerta blindada, tipo calabozo medieval… Los internos, saliendo de a uno, tímidamente, a tomar gracia de la imagen… No me alcanzaban los ojos para abarcar los tres pisos y al mismo tiempo, iba repartiendo un beso a uno, un abrazo a otro, un apretón de manos a aquel, una caricia a los más jovencitos…, poniendo toda mi atención para no saltear a ninguno, para “estar” con cada uno. En eso estaba, concentrada en cada mirada, en cada rostro, en cada historia que iba depositando con ternura en el Corazón de Jesús cuando sentí un brazo alrededor de mis hombros: uno de los internos habituales de la Pastoral me llevaba abrazada, como queriendo protegerme en medio de ese mundo de oscuro dolor que me agarrotaba la garganta. Le sonreí, agradecida, a mi Cireneo, y supe, una vez más, que sólo quien padece es capaz de com-padecerse. La jornada siguió terminada la Procesión. Les conté de la Fiesta de Cristo Redentor. Compartimos la Palabra y no fue fácil, estaban inquietos… Intuí que habíamos entrado en esa zona de sus vidas que el pudor hace que intenten mantener oculta a nuestros ojos… ¡Dios mío!... también ellos tienen dignidad. Luego, el locro sabatino. Charlé personalmente con varios. Acompañé dolores y también planes de una vida mejor. Ayer, bajo la lluvia con los misioneros por la vía, un encuentro cargado de alegría: Juancito. “¿Se acuerda de mí, de Villa Urquiza?..., ¡salí el jueves!”… Estaba rodeado de un grupete…más o menos… ¡Estrenando su libertad con semejante junta!.... “¡Cómo no me voy a acordar!... ¿Te estás portando bien, verdad?”… , le dije revolviéndole el pelo, e inmediatamente, aprovechando el público atento, me dirigí a los otros: “¿Ustedes conocen?”… negaron con la cabeza. “Vos sí, Juancito, ayer anduve por los pabellones, ¡es de terror!”. “Sí, doña, le prometo, me voy a portar bien”… Nos dimos un abrazo, le dije dónde queda nuestra casita. Le hice prometer que va a ir si necesita algo. Seguimos visitando, saludando a las familias, jugando con los niños, acordando encuentros… Decidimos no celebrar la Misa a causa de la lluvia… ¡no había dónde!... Mañana, festejaremos al Redentor del Hombre. El que nació rodeado de estiércol de animales, conoció la mugre de la cárcel y no tuvo dónde reclinar la cabeza. El que nos entiende ¡tan bien!... porque se hizo pobre y esclavo y…nada, por Amor. El… primer Mercedario. El Redentor. EL que murió por TODOS. ¡No achiquemos Su Sueño de INCLUSIÓN! ¡Feliz día de Cristo Redentor a todos los Mercedarios y Mercedarias del mundo entero! Fraternalmente, hermana Cristina
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 22:43:19 +0000

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