Su día había comenzado tal vez como él esperaba, tranquilo. - TopicsExpress



          

Su día había comenzado tal vez como él esperaba, tranquilo. Bajó del bus que le llevó desde el aeropuerto hasta los grandes portones de las instalaciones. Una fina llovizna perlaba todo su cabello, rostro y ropa, desgastada por innumerables usos tanto en sus anteriores trabajos de medio tiempo como de usarla de ropa de entre-casa, o de tiempo completo en general, pues no es que salía mucho o tenía muchas prendas con las cuales variar su atuendo. Se aseguró una vez más (ya bajo la sombra de un gran paraguas negro, obsequio de su madre antes de abandonar Japón) de cargar con los documentos necesarios para el ingreso, una reserva de dinero considerable (para él) y el uniforme de la institución completo, cortesía de la propia universidad luego de haberles dicho que no tenía ni un centavo para valerse por sí mismo en las calles de Londres. Para su fortuna, los directivos accedieron a darle pensión completa gracias a las calificaciones por las que trabajó toda su vida. Una vez adentro, sacudió levemente el paraguas a la entrada de un gran vestíbulo, sorprendido por la ornamentación del lugar, nunca en su vida había tenido oportunidad de estar en un lugar como ese para tomar clases y aquello hacía que su corazón se acelerara por completo y se pintara una sonrisa tonta en su rostro. Caminó y caminó por los pasillos en busca de alguien que pudiera guiarle en aquel vasto lugar con su viejo bolso de viaje y el estuche de su guitarra al hombro, dándole especial cuidado al mismo. Aquel instrumento era lo más preciado que tenía (después de su madre) así que iba a aprovechar y darse una escapada a la ciudad para buscar alguien que le de una restauración completa a su vieja amiga; era algo de lo que se propuso antes de salir de Kanagawa. A la vez que la emoción le invadía todo el cuerpo, la preocupación se hacía presente en la misma proporción, pues sabía que a aquel lugar asistían personas de élite, convirtiéndolo a él en un simple campesino, cosa que no importaba mucho en su antigua ciudad pero ahora quedaría totalmente descubierto. Goteaban y goteaban más pensamientos negativos a la laguna mental que se formaba lentamente en el panorama, inundándole la vista por ciertos momentos en los que le costaba ver en realidad lo que tenía enfrente. Pensó que tal vez aquello era producto de que los cristales de sus lentes se habrían manchado con alguna basurilla del ambiente, por lo que corrió al baño más próximo cargando todo su equipaje, ya habría tiempo de ubicar una habitación. Rápidamente, llevó una de sus manos a buscar un pequeño trozo de tela suave de sus pantalones con la cual limpió los rectángulos de vidrio que ocupaban los gruesos marcos de sus lentes, dejándolos impecables de nuevo, dándose cuenta al mismo tiempo que eran las preocupaciones las que le empañaban la cabeza y no cualquier tipo de mugre. Negó un par de veces, se enjuagó un poco el rostro con la helada agua del gripo y sonrió de forma tímida para sí mismo, pues se veía de cara al espejo. -Aah… Espero encontrar un buen compañero de cuarto.
Posted on: Wed, 02 Oct 2013 23:19:04 +0000

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