¡Su mamá tenía razón! Steven Davidson Ketcham y Alexandra - TopicsExpress



          

¡Su mamá tenía razón! Steven Davidson Ketcham y Alexandra Nogueira Budny Steven: La primera vez que vi a tu mamá, se acercó y me dijo: “Encantada de conocerte. Me llamo Nadia y soy tu futura suegra”. Así se presentó, ¡y yo ni siquiera te conocía! Alexandra: A mi madre le diagnosticaron cáncer mamario en 2001. No teníamos seguro médico, así que tuvimos que vender nuestra casa para pagar el tratamiento. Ella le alquiló a tu papá una casa de su propiedad. Descubrieron que ambos tenían hijos solteros de veintitantos años, y decidieron que éramos perfectos el uno para el otro. Mamá te invitó a cenar, y cuando me enteré, le dije: “¡Llámale y dile que no venga! ¡No me harás una cita!” Steven: Yo estaba muy desilusionado porque mi madrastra me había mostrado fotos tuyas. Al verlas, pensé: ¡Qué bonita es esta chica! Me encantaría conocerla. Alexandra: Mi mamá y su papá hallaron otra manera de que nos conociéramos. Eran muy astutos. Steven: Inventaron esta historia: mi padre quería que lo ayudara a sacar algunas cosas de la casa que había alquilado, así que fui allí y empecé a desarmar los juegos de patio de mi hermana, que llevaban allí miles de años. Entonces llegaron tu madre y tú. Alexandra: Ella también te pidió que nos ayudaras a mudarnos, así que pasamos una semana juntos. Las horas me parecieron eternas. Steven: Habías invitado a tu ex novio para que fuera a la casa. Recuerdo que dijiste: “Steve, ya puedes irte. Mi mamá ya no necesita tu ayuda; va a venir mi novio”. Pero entonces tu hermano me dijo: “¿Por qué no te quedas? Mi mamá te lo agradecería mucho”. Si me hubiera ido a casa ese día, creo que jamás habría regresado. Alexandra: Ver juntos a mi ex novio y a ti fue importante: ¡eran tan distintos! Luego mi hermano me dijo: “Pienso que son perfectos el uno para el otro, pero no creo que vayas a darle una oportunidad”. Así que tuve que demostrarle que estaba equivocado. Ese fin de semana empezamos una relación, y seis meses después, vivíamos juntos en Nueva York. Steven: Tu madre murió un par de años después, y a mi padre le detectaron cáncer de páncreas. Creo que eso nos unió aún más. Alexandra: Hoy es el día de nuestra boda. Acabamos de casarnos en el edificio del Ayuntamiento. Steven: En la ceremonia, ni siquiera recuerdo haber dicho: “Acepto”. Lo que dije fue: “¡Por supuesto que acepto! ¡Soy el tipo más afortunado del mundo!” Así es como me siento. Nunca había estado tan seguro de algo en toda mi vida, y no lo dudé ni un instante. Antes de que muriera tu madre le prometí que siempre te amaría y cuidaría de ti. Si alguna vez estuvieras en una situación parecida con mi papá, ¿qué le dirías? Alexandra: Le diría que soy la mujer más afortunada del mundo. Nunca te soltaré de mi mano. Jamás. Steven hoy día se ocupa de continuar con la empresa de contabilidad de su abuelo y su padre. Alexandra está estudiando un doctorado en biología en la Universidad de Columbia. Dividen su tiempo entre la Ciudad de Nueva York y la casa de alquiler donde se conocieron y enamoraron, en el norte de Nueva Jersey.
Posted on: Fri, 22 Nov 2013 02:41:59 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015