Superar las Dificultades Lugar Seguro Cuando llegué al - TopicsExpress



          

Superar las Dificultades Lugar Seguro Cuando llegué al programa en octubre de 2001, era una comedora compulsiva con un cuerpo de tamaño normal. Acababa de perder 54 kilos y trataba desesperadamente de mantener esa pérdida de peso mientras seguía comiendo excesiva y compulsivamente como siempre había hecho. Mi incapacidad para comer de forma moderada me llevaba al exceso de ejercicio, al abuso de laxantes, y a episodios de atracones y ayuno. En vez de que mi vida social mejorara, como había creído que sucedería si estuviera delgada, empecé a sufrir. El miedo a estar cerca de la gente, sobre todo en ocasiones en que había comida me consumía, así que me atracaba para tener una excusa para quedarme en casa. Si salía, mostraría una disciplina perfecta, sólo para irme pronto para poder comer sola. Me había vuelto inflexible e irrazonable en cuanto se refería a la comida y al ejercicio. Fiestas, bodas, e incluso funerales me metían en el remolino de tener que comer fuera o perder el gimnasio, que solían ser las razones para mis atracones. El concepto de estar totalmente presente era algo ajeno a mi. Muchas veces, la mala nutrición y el exceso de comida me fatigaban tanto que no podía ser una compañía buena. La única honestidad que podía ofrecer en mi enfermedad era cuando decía que no podía salir porque no me encontraba bien. Además del dolor físico causado por esta forma de comer y el ejercicio, sufría enfermedades emocionales y espirituales. Mi asistencia a las reuniones se hizo irregular e inconsistente. Con recelo, le pedí a alguien que fuera mi madrina. Esta persona me introdujo en el programa animándome a llamar por teléfono y a quedarme después de las reuniones por servicio y compañerismo. Los miembros no sólo lo notaban sino que se preocupaban por mi cuando no iba a las reuniones. Al principio no compartía mucho. Estaba demasiado avergonzada y era demasiado orgullosa para demostrar cualquier fragilidad. Pero cuando los atracones, el ejercicio y la obsesión por la comida crecieron, ya no podía elegir. Iba a más reuniones y empecé a seguir sugerencias que cambiaron y siguen inspirando mi vida. Escuché a miembros compartir cómo habían conseguido recuperación física. Me rendí a un plan de comidas y acepté que tenía ciertos alimentos disparadores. Hoy sigo un plan de comidas y sé lo que comer y cuando comer y puedo redirigir la energía que usé en otro momento preocupándome por estos temas. Cuando la obsesión vuelve, rezo pidiendo la buena voluntad de usar una de las herramientas de OA en vez de mi voluntad, que siempre me ha llevado a la comida. Escuché a miembros compartir acerca de desarrollar una vida espiritual. Gente normal contaban que se arrodillaban por la mañana, y escribían lista de gratitud y un inventario por las noches, y hablaban con su Poder Superior a lo largo del día. Continuo explorando las sugerencias para que mi condición espiritual mejore. Tomo lo que me gusta y dejo el resto. Escuché a miembros compartir acerca de su vida emocional. Extraños se arriesgaban a contar sus triunfos y derrotas más íntimas para permanecer abstinentes. Me inspiraron a hacer lo mismo. Hoy soy totalmente abierta con mi madrina, la primera persona con la que he sido completamente honesta. Esta unión ha sido un catalizador para crear muchas relaciones importantes en mi vida. OA cambió mi vida derribando mis barreras; dándome una relación con un Poder Superior tal como yo lo concibo; y enriqueciendo mi bienestar físico, emocional y espiritual. El programa me ofrece el apoyo y compañerismo que necesito para mantener los cambios siempre. OA fue segura cuando más miedo tenía y sigue siendo ese lugar seguro donde puedo convertirme en la persona que tengo que ser. A.U., Chicago, Illinois EEUU LIFELINE OCTUBRE
Posted on: Tue, 29 Oct 2013 00:46:59 +0000

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