TAVISTOCK: LA ANULACIÓN DE LA LIBERTAD (Por Vespertina) Jean - TopicsExpress



          

TAVISTOCK: LA ANULACIÓN DE LA LIBERTAD (Por Vespertina) Jean Baudrillard, filósofo y sociólogo francés, ya advertía que en el mundo posmoderno no hay realidad, sino simulacro de la realidad, una suerte de realidad virtual creada por los medios de comunicación. En cierto modo, Baudrillard se adelantó a los creadores de Matrix. Para eso, institutos o laboratorios de pensamiento utilizan lo que se llaman think tanks. A la cabeza de todos está el Instituto Tavistock, el cual busca aplicar la investigación en las ciencias sociales en múltiples áreas: Gobierno, Industria, Salud, Educación, etc. Sus clientes son desde pequeños grupos comunitarios a grandes multinacionales. Se camufla dentro de ser una organización no gubernamental sin ánimo de lucro, pero en realidad, hace lavados de cerebro a través de ingeniería social para cambiar el paradigma social. Está relacionado con el Club Bilderberg o el Club de Roma. Este instituto nos obliga a replantearnos el concepto de libertad, tal y como lo conocemos. Tavistock fue fundado oficialmente en 1947, pero ya existía de alguna manera en 1920, después de la 1ª Guerra Mundial. Empezaron investigando la neurosis de la guerra y el comportamiento de los soldados amenazados y atemorizados para luego aplicar esto a la sociedad civil. Como vemos, oficialmente Tavistock no existía en la época del Fürher, pero sí existía en secreto. Hitler fue entrenado por el Instituto. De ahí, el éxito y maestría de su oratoria. Todo estaba entrenado: sencillez sintáctica, seguridad, histrionismo, tono de voz, visceralismo, nacionalismo, fanatismo. Las masas lo aclamaban y adoraban. Pero veamos un poco su historia. Nace como Clínica Tavistock en 1920, cuando Herbrand Arthur Rusell, duque de Bedford, decide ceder unos terrenos en el centro de Londres a un grupo de científicos, principalmente psicólogos, como sede para llevar a cabo sus estudios. Tavistock dependía del departamento de guerra psicológica del Ejército Británico y se centraba en investigar el efecto de los bombardeos en los soldados británicos de la 1ª Guerra Mundial, con la intención de encontrar el punto en el que el soldado se quiebra psicológicamente. Pero los experimentos iban mucho más allá. Fueron dirigidos hacia la población civil, como experimento clínico de terror de masas. La idea era observar a los civiles, como si fueran conejillos de indias en un laboratorio, llevados a un estrés extremo para observar donde se rompe la resistencia del individuo y encontrar donde quedaría incapacitado para oponerse al Nuevo Orden Mundial. En 1947 la Clínica Tavistock se convertiría en el Institute of Human Relations gracias a la inversión privada de la fundación Rockefeller, así dejo de convertirse en un departamento estatal para transformarse en una organización financiada que respondía ante la familia Rockefeller. Después les siguieron cientos de Institutos que se basaban en sus mismas directrices, sobresaliendo la OSS (ahora la CIA) y la Clínica Psicológica de Harvard, que bajo la supervisión de Kurt Lewin fue la encargada de la campaña de propaganda del pueblo americano contra Alemania, involucrándolo definitivamente en la 2ª Guerra Mundial. Tavistock iba ampliando su red de acción, como si fuera una red de telaraña. Utilizaban la psicología para controlar la mente, el concepto de lavado de cerebro siempre ha sido su objetivo, destrozando nuestro ser o humanidad. Convirtiendo, paso a paso y de forma sutil, en esclavo al ser humano, que se cree libre. En menos de una década Rockefeller ya había creado un instituto de trabajo que le servía para controlar el movimiento obrero de USA; en estos institutos se hacían técnicas para desbaratar huelgas, introducir vigilantes y conducir ataques. Su objetivo era controlar a la población para conseguir los cambios necesarios que permitieran a EEUU ocupar el lugar de Gran Bretaña, después de la guerra, como primera potencia. Una vez conseguido esto, lo siguiente sería construir el NWO, una población obediente gobernada por una minoría controladora. Desarrollaron el manual Behavioral Theory of Labor Negotiations, (Mckenzie y Walton) que indicaban como proceder en las negociaciones con los sindicatos. Estudiaban perfiles de líderes sindicales para adelantarse antes de que hubiera huelga. Se aplicaban teorías de Sigmund Freud que consistía en atacar al subconsciente, para conseguir zombies agradecidos por subsistir, cuyas condiciones laborales y de sueldo descendían, y sin que el trabajador pensara en quejarse. Tavistock cuenta con muchas instituciones afines, que también soy Think Tank, moldeadores de la opinión y el pensamiento, como la Rand Corporation, Harvard, Oxford, El M.I.T (Massachusets Institute of Technology), CFR, Comisión Trilateral, Centro de Investigación de Stanford, Instituto Hudson, Instituto Vulcano, Fundación Heritage o el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Georgetown, donde se educa a los altos cargos del Dpto. de Estado de EE.UU. Tanto Kissinger como Carter fueron seleccionados por psicólogos de Tavistock. Es decir, llega a ser imprescindible ser formado en teorías comportamentales para ser influyente en USA. Esta sofisticada organización fue creada para controlar el destino de todo el planeta y cambiar el paradigma de la sociedad contemporánea: Desde la música, pasando por la contrainsurgencia, las drogas, la televisión… A fin de cuenta, todos estamos expuestos a los oscuros mecanismos creados por un grupo de psicólogos, psiquiatras y antropólogos pagados por la oligarquía internacional que controla el mundo a fin de favorecer sus propios intereses. Todas las técnicas de Tavistock tienen un único objetivo: romper la fuerza psicológica del individuo, y dejarlo incapacitado para oponerse a los dictadores del Orden Mundial. Son técnicas que son utilizadas por los científicos de dicho Instituto como arma de control de masas. Estudian especialmente la influencia de los medios, de las imágenes, de los símbolos, del cine, de la televisión y de las grandes películas. El infame programa de la CIA, MK Ultra, en el que se administró LSD a confiados funcionarios de la CIA, estudiando sus reacciones como si fueran “ratas de laboratorio”, produjo varias muertes. El programa se originó cuando una firma farmacológica suiza, Sandoz AG desarrolló el Ácido Lisérgico (LSD). El resultado fue la “contra cultura” del LSD en los años 60. Con la llegada de la televisión y la manera de utilizarla para seducir a los televidentes, los “viejos valores” de la sociedad se desvanecieron poco a poco. Eric Trist, uno de los fundadores del Tavistock y Frederick Emery un científico social informaron sobre el sobrecogedor efecto que veinte años de televisión habían tenido en la sociedad norteamericana. Expusieron que el proceso de ver televisión era en sí mismo un mecanismo de lavado de cerebro. Citaron estudios previos que demostraban que, fuera cual fuera el contenido, el visionado de televisión desactiva los poderes cognitivos de la mente y logra un “efecto similar al de un narcótico” en el sistema nervioso central, convirtiendo al espectador habitual en un sujeto sugestionable y manipulable. Trist y Emery desarrollaron una teoría de la «turbulencia social», un llamado «efecto de ablandamiento de conmociones del futuro», en el que la población sería ablandada a través de acontecimientos que llegasen a todos: escasez de energía, colapso económico y financiero, y ataques terroristas entre otros. «Si las “conmociones” se suceden rápidamente y su intensidad es cada vez mayor, es posible llevar a la sociedad entera a un estado de psicosis de masas». La famosa Doctrina del Shock. Además de dirigirnos desde sus laboratorios de ingeniería social, lo que tenemos que pensar, sentir, decir, hacer, vestir… sin darnos cuenta nosotros. También utilizan otras formas de manipulación y control. Desde el atentado del 11S, con la excusa del terrorismo, estamos sumamente controlados. Concretamente, aquí en España, la Dirección General de Tráfico tiene 2.450 cámaras de circuito cerrado de televisión en Madrid. Miles de cámaras distribuidas por toda la ciudad nos vigilan, sin que nos demos cuenta siquiera, de que estamos siendo grabados y observados. Las imágenes que captan estas cámaras permitirían incluso seguir los movimientos de una persona durante todo un día, sólo en la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas hay 4.500 cámaras; el Metro, por otra parte, ha colocado 3.447 para controlar las 192 estaciones con que cuenta. El diario español El Mundo, recordó a los españoles que «para celebrar la boda del príncipe, el Ministerio del Interior, había instalado cámaras de vigilancia en varias calles del centro de Madrid, para tener un control absoluto del trayecto por el que se desplazarían el príncipe Felipe y Letizia Ortiz el día de su boda. Sin embargo, lo preocupante es que las cámaras siguen allí, sin que los medios de comunicación presten atención a su naturaleza intrusiva. Esta élite pretende una perfecta adaptación a una sociedad anormal, que seamos millones de personas anormalmente normales, que vivamos sin quejarnos en una sociedad a la que, si fuéramos seres humanos íntegros, no deberíamos estar adaptados, pero de hecho muchos quedan desindividualizados, sólo acariciando "la ilusión de la individualidad”. En palabras de A. Huxley en Nueva Visita a Un Mundo Feliz: “Su conformidad está derivando hacia algo que se parece a la uniformidad. Pero uniformidad y libertad son incompatibles. Uniformidad y salud mental son incompatibles también... El hombre no está hecho para ser un autómata y, si se convierte en tal, la base de la salud mental queda destruida. Por mucho que lo intenten los hombres no pueden crear un organismo social; lo único que pueden crear es una organización. En el intento de crear un organismo, crearán únicamente un despotismo totalitario. Bajo una dictadura científica, la educación funcionará realmente bien, con el resultado de que la mayoría de los hombres y mujeres llegarán a amar su servidumbre y nunca pensarán en la revolución.” Esta “élite” que nos maneja en la sombra quiere que nos parezcamos más a las abejas que a los lobos, y no es así. En su forma original, las sociedades humanas no se parecían a la colmena; eran meras manadas, después con el proceso de la civilización es cuando las primitivas manadas se transforman en comunidades orgánicas, como la de los insectos sociales. Los seres humanos no podemos ser sin libertad, completamente humanos. La libertad es sumamente valiosa, y nuestro bien más preciado. Como dijo Krishnamurti, uno de los grandes filósofos de los tiempos modernos, “No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 14:26:11 +0000

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