TRES TIEMPOS, TRES AMBIENTES, TRES ETAPAS DE CATARSIS Por: - TopicsExpress



          

TRES TIEMPOS, TRES AMBIENTES, TRES ETAPAS DE CATARSIS Por: Alejandro Laborie Elías Siempre me he preguntado si todo lo que acontece en un escenario, hablando de teatro, en realidad se puede considerar como tal, como sucede en el caso de La silla, ópera prima, tanto como dramaturga como directora, de Julieta Rove, que ella califica como "una pintura en movimiento", obra compuesta en tres tiempos, tres ambientes, los cuales marcan las tres etapas de catarsis: confusión, negación, aceptación. Desde mi particular punto de vista, la propuesta en cuestión se aproxima más a un poema dramatizado que a un texto dramatúrgico llevado a escena. Lo poético emana en cada palabra, con un sustento filosófico muy importante sobre el amor, la soledad, el tiempo, la esencia del ser humano desde lo más profundo de su ser. Dos personajes, Él y Ella. Ella inicia con un deseo: ser piedra o tal vez árbol. Él, alude y fundamenta "depende de lo que busques". Una mujer quiere dejar de sentir, olvidar, para nuevamente recibir de la contraparte: "depende de lo qué busques". Una silla es el enlace o lo que se interpone entre ellos, de ahí el título de la obra, único elemento escenográfico, a la postre se convierte en un personaje. Un reloj de cadena marca el tiempo, otro objeto a partir del cual se presume que éste no existe, sólo es una percepción humana, pero que a la larga puede marcar el destino de alguien, porque no se llegó puntual, consciente o inconscientemente, a la cita de amor y preguntarse: ¿Qué pudo ser más importante que nosotros? Sin embargo la afirmación: "El tiempo lo borra todo". Un texto fuerte, nostálgico, de recuerdos de una memoria que se niega a olvidar y al mismo tiempo retener los momentos vividos y no vividos. Retomando mi perspectiva, creo que se trata más de un poema que de un texto. Redundo en esto porque la dirección de la propia autora, creadora muy joven, también es muy poética, claro que en varios momentos cae de lleno en la cursilería, como el hecho de que lluevan pétalos que casi cubren a los amantes, en lugar de dos declamadores, dos actores en acción que dan vida a la "pintura en movimiento". Los actores, Ella y Él, son Carmen Coronado y Vicente Cervantes. La primera capta a la perfección el fondo y forma que pretende la autora-directora; sus escenas son creíbles, sus parlamentos convincentes; todo lo contrario sucede con el segundo, movimientos forzados, la voz impostada, parece que todo lo recita, no actúa, pretende crear un personaje, hecho que no acontece. La puesta en escena inicia instruyendo al público de seguir a una persona que conduce a un salón donde apiñan a unas 80 personas, aproximadamente, todas de pie alrededor de las paredes. Tercera llamada, un proyector se enciende, curiosamente no proyecta ninguna imagen sólo un haz de luz, se enciende una grabación, en un volumen tan bajo que no se escucha, menos se entiende, una sola palabra. Es todo lo que sucede en ese espacio, el público es invitado a entrar al foro y sucede lo antes narrado. En verdad es inexplicable la "escena" inicial, se requeriría de la explicación de la autora-directora, pero prefiero quedarme con la duda, no valerme de la traducción. Los dos personajes principales son apoyados por Daniel Goo (Sentimiento) y Gaby Ugalde (Conciencia), quienes en sus breves intervenciones logran sus cometidos. La ópera prima de Julieta Rove, La silla, se presenta en el Centro Cultural de la Diversidad, en la Ciudad de México, los viernes a las 20:30 horas, hasta el 20 de septiembre. Julio 2013
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 05:33:26 +0000

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