Tocaba el agua y veía como la luz del sol la hacia brillar, veía los animales en las rocas, tocaba las algas suaves y las secas, veía las nubes blancas y el cielo con dos colores de azules. Sentía la tierra en mis manos, en mis nalgas, en mis piernas, la brisa en mi cara y labios. Escuchaba los arboles y la aves. Y no podía entender como en ese paisaje tan sublime y bello en sus sencillez podía poseer tanta conexión con el universo. Cada parte que componía cada elemento de ese cuadro estaban conectados como en una gran maquina, y dentro de sí eran casi iguales, casi irreales, casi imposibles de apreciar porque su belleza efímera desviaba la verdadera belleza de como una flor con sus hermosos colores y formas podía ser tan o más bella a nivel celular y molecular. La forma en que funcionan las cosas muy dentro de sí es maravillosa; Cuando se puede apreciar la composición química y biológica de los seres que nos rodean, y la física con la que el paisaje del cielo y la mar funcionan esa belleza de cuadro, esa belleza de realidad se multiplica y expone por/a números infinitos haciendo que se sienta una conexión realmente profunda con este mundo, con el universo y de vez en cuando con los humanos. -Morg
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 02:57:53 +0000
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