Todo aquel que me conoce y me quiere bien, sabe de las equeñas pequeñas grandes dificultades económicas que estoy pasando por ahora, gracias a Dios son temporales, nada que no se resuelva en diciembre, sin embargo, somos tan egoístas que no pude evitar preguntar par qué a mi?, y más en éstos momentos en que todo parecía irme tan bien, tengo una familia que me adora y me apoya en toda circunsyancia, un trabajo honesto que por cierto presenta interesantes perspectivas, tengo también una hija conla cual estoy en deuda y una maravillosa mujer a mi lado que creo que ya empieza a comprenderme, sin olvidar a mis increíbles amigos, algunos muy queridos de antaño y otros que la vida me ha dado la oportunidad dr ir cultivando de unos tres años a la fecha, ya para no aburrirlos hace dos días falló mi camioneta, y otra vez, Dios por qué a mi y cuándo más jodido ando, más él sabe porque hace las cosas, éste minúsculo incidente mecánico, me llevo a visjar una vez más en transporte público, bendita sorpresa, recorrí y reconocí mi barrio, y hoy qué llegué ya tarde a casa, pasé por un local que solía ser una pequeña panadería pero que al irme acercando, se escuchaba el característico ruido de borrachos jugando dominó, molesto apresuré el paso haciendo sólo un gesto de saludo con la cabeza y lo que me sorprendió y motivó lo que ahora escribo, fue la respuesta de un buenas noches, ahí en ése preciso momento entendí el mensaje del señor, ahora tengo todo lo que describí y que me llena el alma y mi vida, pero se me estaba olvidando de donde vengo y por ende la «humildad». Espero no haberlos aburrido, pero más espero que está reflexión les llegue a servir en sus vidas, no pretendo profesar nada, sólo quise compartir lo que creo es una muestra de que Dios se preocupa por todos nosotros, esto no es ninguna cadena ni mucho menos, sean felices y amen todo lo que puedan.
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 04:58:00 +0000
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