Tres ranas cayeron en un balde lleno de leche. La primera, pesimista, pensó enseguida que no había nada que hacer. Desanimada, se quedó quieta, y poco a poco se fue hundiendo hasta que se ahogó. La segunda, lúcida razonadora, pensó que podría salir de apuros dando un gran salto. Con la idea fija en la mente calculó los valores algebraicos de la trayectoria, halló ecuaciones parabólicas y dinámicas, después dio un salto. Pero, enfrascada como estaba en sus elucubraciones, no se había dado cuenta que el balde tenía un mango. Y contra el mango fue a destrozarse, por no planificar en base a la realidad y por no tener una visión más amplia de las cosas. La tercera rana tenía un gran deseo de vivir. No reflexionó mucho, pero quería salir de aquel apuro. No supo hacer otra cosa que expresar tal deseo: se movió, se agitó, se rebeló contra la adversidad. Y tanto se movió y luchó que la leche se volvió manteca, sacudida por tanto movimiento. Y esta tercera rana fue quien se salvó. (Recibido por correo electrónico). ¡¡Buenas noches, que comiencen muy bien la semana!! :)
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 01:34:00 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015