U na de las figuras más emblemáticas y queridas del movimiento - TopicsExpress



          

U na de las figuras más emblemáticas y queridas del movimiento social oaxaqueño de 2006 fue la médica epidemióloga Berta Elena Muñoz Mier, popularmente conocida como Doctora Escopeta (el sobrenombre fue creado con fines descalificatorios por los grupos de choque mediático del entonces gobernador Ulises Ruiz, pero ella lo tomó como una descripción acertada y lo mantuvo con orgullo). Profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, con muchos años de trabajo en el hospital civil Aurelio Valdivieso de la Secretaría de Salud, ofreció gratuitamente sus servicios para atender a golpeados y heridos durante marchas y manifestaciones, en un proceso que primero la colocó de manera incidental frente a los micrófonos de Radio Universidad y luego la convirtió en la voz más conocida y reconocida del movimiento, aferrada a la cabina de transmisiones a pesar de amenazas telefónicas y amagos de incursiones policiacas al campus de la UABJO. Delgada, de voz grave, la Doctora Escopeta fue una especie de faro radiofónico en aquellos meses difíciles. Recibía información y la retransmitía, analizaba los hechos, arengaba en ocasiones y en otras llamaba a no caer en las provocaciones. Afuera se vivía el fragor de la lucha, mientras ella continuaba voluntariamente recluida en las paredes de la estación transmisora que la proyectaban con fuerza hacia el exterior. Cuando el golpe de los gobiernos estatal (Ulises Ruiz) y federal (Fox, el saliente; Calderón, el entrante) aplastaron aquella revuelta social, la Doctora Escopeta fue dada de baja de su empleo en la Secretaría de Salud, al tiempo que las amenazas en contra de ella y su familia se multiplicaban. Decidió salir del país y llegó a Bolivia, donde residió hasta que en 2009 regresó a Oaxaca, donde la lucha había sido reprimida, infiltrada y cooptada. Se alejó de todo y se concentró en la Facultad de Medicina. Ahora está en una delicada situación de salud (en 2007, Blanche Petrich le hizo en La Jornada una entrevista (bit.ly/11Hi5jS). El decaimiento físico de la Doctora Escopeta ha coincidido con el anuncio de que está en proceso de reconstitución la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la famosa APPO. Bajo la conducción de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (como también sucedió en 2006), se realizó el congreso del Frente Único de Lucha, que pretende relanzar el modelo de organización asumido justamente siete años atrás, luego de una embestida policiaca contra profesores en plantón. El profesor Sócrates Santiago Chiñas, secretario de alianza y gestoría social de la sección 22, explicó: ‘‘El magisterio de manera unilateral no podrá enfrentar los embates de los gobiernos estatal y federal referente a las reformas estructurales que vienen a lesionarnos como gremio y a la sociedad en general, por eso es indiscutible la necesidad de reagruparnos nuevamente como Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca’’ (bit.ly/16cihMg ). Es posible que el uso de una marca afamada tenga más un sentido de voluntarismo nostálgico o de amago táctico, pues las condiciones en el estado de Oaxaca parecen poco propicias para la restauración del espíritu que se manifestó en 2006. Por el contrario, campean ahí el desánimo y la confusión. Si el objetivo único de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca había sido ‘‘la salida del asesino y mal gobernador de Oaxaca’’, Ulises Ruiz Ortiz, ha de reconocerse que esto no fue alcanzado, pues este mandatario estatal cumplió puntualmente su periodo de gobierno. No sólo eso: no ha sido procesado ni castigado por los actos de corrupción y represión de los que multitudinariamente se le acusó, y está de regreso en la política priísta oaxaqueña, con menos fuerza que su adversario José Murat (revitalizado éste por el Pacto por México), pero aún presente. Lo menos que le debemos es solidaridad.
Posted on: Tue, 18 Jun 2013 15:01:48 +0000

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