UN VIAJE ESPECIAL A MEXICO. Este año en unos días de agosto y - TopicsExpress



          

UN VIAJE ESPECIAL A MEXICO. Este año en unos días de agosto y septiembre fui a México como otras veces. Pero esta vez el viaje fue distinto. Fue algo especial. Y ¿por qué fue especial? Como la vez anterior me di una chequeada médica de los riñones- y doy gracias porque con la muy buena atención del Nefrólogo Dr. Pérez Grovas y del Osteopata Salvador Escamilla que me hizo gritar, pero me ajustó las cervicales y la columna, vengo mejor de salud y bien renovado. Visité con alegría a mi familia, a amigas y amigos y a las Comunidades donde antes trabajé. Este viaje fue especial porque me encontré más que otras veces con el dolor y de la enfermedad y aun la muerte de amigas y amigos muy queridos. No viajaba esta vez por ese motivo como cuando fui a México por la muerte de mi hermano Raúl, pero me encontré con esa realidad y en medio de ella sentí muy presente a Jesús y cómo se le estremecía el corazón ante el dolor y sufrimiento humano, y cómo nos revela Dios como nuestro Padre Misericordioso y Dios de todo Consuelo, que nos consuela y fortalece y quiere seamos Mensajeros de su Consuelo (como nos recuerda Pablo al inicio de 2 Corintios)Y misteriosa, pero realmente en medio de todo esto, más que consolar al ir acompañando fui consolado y confortado. ENFERMOS GRAVES: 1.-Fui a Netzahualcoyotl, ciudad muy marginada donde viví y luché con las CEB y Unión de colonos durante 4 años. Como otros años celebramos la Eucaristía con mucha alegría uniendo nuestra Fe y la Vida compartiendo nuestros sueños y nuestro amor al Evangelio y a la causa de Jesús. Recordamos a amigas muy queridas que ya han partido. Una buena amiga Pachita no iba a ir a la Misa, pues estaba encerrada en su dolor. Le acaban de descubrir cáncer en la matriz y por diversas razones no la pueden operar. Pero Angelita y Juanita la animaron, la fuimos a buscar y llegó a la Misa y nos dijo cómo se sentía y oró con mucho fervor. Junto a ella estaba Doña Chuy enferma de diabetes, que casi ya no ve, y que llegó en silla de ruedas por un herida en el pié diabético y que no le cierra y hace ya mucho tiempo le impide caminar. En la Misa participaron también dos hermanas con serios problemas crónicos de salud, y muy queridas ancianas nos acompañaron esa tarde. Dentro de ese cuadro doloroso en que sentía cómo se me estremecía el corazón, milagrosamente había un ambiente de alegría, de ánimo, de acompañarse mutuamente, de alegrarse simplemente por el hecho de estar reunidos con amistad de tantos años y con su pertenencia a las CEB. Toda la Misa fue muy dialogada y participativa. Y al final de la Misa y en eso se distingue allí en esa antigua comunidad, hubo muy abundante, sabrosa y variada comida, pues cada quien trae algo como chicharrón, nopalitos, tinga, ejotes con huevo etc…y comimos todos compartiendo con gran alegría. Es admirable la alegría del pueblo pobre en medio de su pobreza y sufrimientos, sabe reir, disfrutar y tenr ánimo para seguir luchando por una vida digna. 2.- En Guadalajara visité a mi prima hermana Pepita, y me allí me enteré que su esposo tiene cáncer- él había sido muy sano toda la vida, ni medicinas, ni inyecciones, y de repente le aparece el cáncer. Por distintos caminos de la Medicina Alternativa, está procurando la salud y si se puede evitar la operación. Dentro de su situación dolorosa para toda la familia y para mi con ellos, había también algo positivo muy importante, la unidad de la familia, el acompañamiento cercano y el cariño de las hijas , aun las que ya no viven allí, y claro también con todo el cariño y acompañamiento de mi prima. La Eucaristía que celebramos fue especialmente sentida en torno a Jesús y su cercanía con las y los enfermos. Fui también allí a Sta.Cecilia, donde viví en Comunidad de inserción viviendo con una familia en un barrio muy pobre que se iba formando de emigrantes del campo. A ese barrio le conservo particular sentimiento porque allí fue donde en 1972 descubri las CEB y me ganaron el corazón para toda la vida. Sobre esa experiencia escribi un libro: Encuentro con el Pueblo y Evangelización Liberadora. La llegada a casa de Eugenio fue una explosión de alegría al encontrarme con muy buenas amigas y amigos de la ComunidaUno de los principales animadores de esas Comunidades y de la Unión de Colonos, es Eugenio que a pesar de que la poliomelitis le afectó en su infancia y le dejó severas consecuencias en las piernas y en un brazo, sin embargo fue de los mejores animadores de la Comunidad, de los Festivales Populares. Todo esto lo pudo hacer porque siempre estuvo respaldado y animado a seguir adelante por su querída mamáDoña Meche, viejita de admirable buen humor, trabajadora incansable y cantora más incansable de los cientos de canciones rancheras que se sabía. Murió Doña Meche, pero Eugenio encontró muy buen apoyo en su esposa María, de una bondad casi sin límites. Y a María la encontré ahora, rapadita la cabeza y recién terminando la quimioterapia y empezando con las radiaciones por el cáncer. Celebramos la Eucaristia en la pequeña Capilla cerca de su casa y oramos por ella y por su salud, y dimos gracias porque esos días Eugenio y ella acaban de cumplir 45 años de casados. Ellos lo acababan de celebrar dos días antes con Mariachis y conjunto Norteño. Esta familia, siguiendo el espíritu de la abuelita Doña Meche, siempre se distingue por el buen humor, la alegría y la lucha aun en medio de la adversidad- en este caso el cáncer de María. María me impresionó mucho por su entereza, su tranquilidad reconociendo la gravedad de su situación, pero explicitando en una inmensa y amorosa confianza en las manos de Dios, nuestro bondadoso Padre. 3.- León. Lucy una amiga muy querida, hermana de un jesuita fallecido hace años, me compartió y nos compartió en la Eucaristía un dolor y una valentía muy grandes. El dolor es porque su nieta Anapau que es muy joven, tiene cáncer, que le ha rebrotado. Cuando Anapau era Niña murió de cáncer su mamá, y ahora a ella se lo diagnostican en vísperas ya de casarse. A Lucy le duele la muerte de su hija, y ahora la gravedad de la nieta. En medio de ese dolor ella se admira y nosotros con ella, al ver la decisión de Anapau y de su novio de seguir adelante y de casarse como tenían programado, ahora a inicios de septiembre. No saben cuánto me admiré de su amor y de su valentía. 4.- En Puebla. Todos los años visito en Puebla a la familia de Enrique Brito, muy amigo mío y compañero jesuita por muchos años y que siempre me animó a salir adelante y a arriesgarme. Y no solo éramos muy amigos Enrique y yo sino también nuestras familias. Aunque Enrique falleció hace años, la relación nuestra se mantiene muy cercana y cariñosa, y en la familia me consideran como hermano, como tío, como miembro de su familia,y así me siento muy agradecidamente. Este año encontré muy enferma a Angelina, hermana de Enrique. Toda la semana anterior estuvo Angelina muy grave en el Hospital por problema pulmonar-y ya desde hace 1 año está en silla de ruedas. Celebramos la Eucaristía en el patio pequeño de su departamento donde viven también otra de sus hermanas y sobrinos. El enfoque de esta Eucaristía fue en torno a Jesús y su cercanía y cariño y su corazón estremecido con las y los enfermos. Y al igual que en las otras Misas también tuvimos especialmente presentes a las y los Migrantes, el Amor y cuido de la Naturaleza, el impulso de renovación que el Papa Francisco está dando a la Iglesia (y pensar y qué nos toca hacer a nosotros) FALLECIDOS. 1.- En México D.F. Unos días antes de que llegara yo a México, me enteré que había fallecido Lupita, una muy buena amiga, líder sindical hace muchos años, y de las principales promotoras de la lucha con que acompañando jesuitas –escolares y sacerdote, se pudo conformar una cooperativa de vivienda y hacer un conjunto habitacional de 60 viviendas. Lo notable de este caso, es que eso se logró a partir de colonos de 7 vecindades (cuarteríos) famosos por sus fiestas, sus pandillas (Antagónicas) y en un barrio lleno de cantinas, hoteles de paso etc… Lupita, junto con Alejandro, Clemen, Esperanza y otro buen grupo de colonos, venciendo todo tipo de dificultades con la policía, Instituto de vivienda, dueños de vecindades, desconfianza de vecinos etc.. Y 8 días antes de que llegara yo a México falleció la mamá de Angeles, esposa del principal promotor de esa cooperativa de vivienda. Celebramos la Misa en la caseta de la cooperativa en especial por estas dos personas queridas recién fallecidas, y por otras personas de la cooperativa fallecidas en los últimos años. Todos sus parientes llevaron sus retratos con mucha devoción y cariño. La Eucaristía se centró en Dios Padre Misericordioso y en la humanidad plena de Jesús-como se nos manifiesta en el pasaje de la muerte y vuelta a la vida de Lázaro: Jesús tuvo amigos especiales como esos 3 hermanos a los que quería mucho. Las dos hermanas con dolor y confianza le reclaman que no haya estado allí e impedido que su hermano muriera. Jesús se estremece ante el llanto de las hermanas y de las que les acompañan el duelo. Jesús también llora. Jesús llora y consuela y despierta nuestra Esperanza: yo soy la Resurrección y la Vida. Estando ya a punto de viajar para México me dijeron que Alicia estaba muy grave, tan grave que su hija me pedía que mejor rogara a Dios por ella para que ya se la llevara con El. Yo hubiera querido verla viva, pero obviamente me uní de corazón a la petición de la Familia, y de hecho Alicia falleció 1 día antes de que llegara yo a México. Alicia tenía 89 años. La conocí en 1968 en la cárcel a donde iba a visitar a su hijo, un líder estudiantil preso en ese momento tan crítico en que el movimiento estudiantil sacudió a México y que el gobierno respondió con la matanza de Tlatelolco y con los dirigentes estudiantiles y maestros presos. Alicia no se quedó encerrada en el dolor de su hijo preso, sino fundó en México la sección mexicana de Amnistía Internacional donde trabajó al menos 25 años. Celebramos la Misa con su familia y con amigos solidarios muy cercanos y muy comprometidos. Fue especialmente una Misa de acción de gracias por el don de su vida y el llamado que nos hace con su testimonio. 2.-En León. Allí suelo encontrarme con mucha alegría / y relajo con mis exalumnos de hace ahora 53 años. Es especial la unión de este grupo de exalumnos que se reúnen cada mes y se apoyan de muy diversas y concretas maneras expresión de muy buena y fiel amistad. Pocos días antes de mi llegada, murió en un accidente, Alfredo, hermano de uno de los principales animadores del grupo de exalumnos. Celebré la Eucaristía con su familia y compañeros exalumnos. En la Misa la 1ª. Lectura la tomamos del libro de Pagola, el Camino Abierto por Jesús. Sn. Juan en donde nos habla muy inspiradamente sobre la presencia, no solo la ausencia de nuestros difuntos. Como les compartía yo: nuestros seres queridos difuntos, están ausentes y sentimos su ausencia, pero están presentes, pues están vivos en Dios-que es Dios de vivos no de muertos, están vivos en nuestros corazones, vivos en lo que sembraron en nosotros y sigue fructificando. Están muy vivos pues nos aman de su plenitud de vida en el seno de Dios, nuestro querido Padre. ALEGRÍAS. Junto con esas experiencias a la vez dolorosas y consoladoras que hicieron especial mi viaje este año, hubo también muy profundas alegrías en el encuentro con tantas amistades muy queridas, con mis muy queridos hermanos-hermana, con mis primas, sobrinas y sobrinos y con las amigas-amigos y con las compañeras y compañeros de las Comunidades con las que viví y luché allá en México hace ya muchos años. Me alegra sentir cómo se conserva la amistad y los sueños compartidos, y cómo celebramos llenos de cariño recordando el mensaje de Pablo en Filipenses: como nos llevamos en el corazón (no en el hígado), como rezamos unos por otros con alegría, como nos amamos con ternura y como participamos de la misma gracia: el Evangelio de Jesús. Les comparto esto que he vivido en estos 15 días en que además de bien para mi salud corporal, han sido muy buenos para mi espíritu. En esto me ayudaron mucho los Testimonios de las personas que iba encontrando y los testimonios de tanta gente de Nicaragua, y en particular de unas Adolescentes de Casa Hogar. Me inspiró también la lectura de un librito con título provocativo: El Dios oprimido. Este libro reflexiona y nos comparte una honda experiencia de inserción y compromiso con los más oprimidos. En esos 15 días sentí estremecido la fuerte problemática de violencia en México sobre todo en torno al narcotráfico, y sentí la lucha de los Maestros disidentes y la cerrazón de los diputados y del ejecutivo para dialogar con ellos. Y a la vez que sentía eso, no me desprendí de Nicaragua pues siempre la llevo en el corazón. Oré (aún en el Metro) y pensé mucho en Nicaragua y en particular en nuestras Comunidades, en nuestros Proyectos sociales, en el Festival Ecológico que estamos preparando y en tantos amigos y amigas con los que comparto la vida en Nicaragua. Y en la Villa de Guadalupe, ante la imagen de la Morenita del Tepeyac, oré junto con nuestro Pueblo, muy intensamente por la paz en Siria, por México, por Nicaragua y claro también en especial por ustedes. Con fraterno abrazo con mucho cariño, alegría y esperanza, Arnaldo. 5 de septiembre del 2013.
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 06:25:51 +0000

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