UN VIAJE, MAS ALLA.... Los últimos rayos de sol iluminaban la ciudad. Poco a poco la gente regresaba a sus hogares. Controlé lo recaudado durante todo el día y me convencí de quedarme un rato más. Pocos segundos después una mujer me hizo señas. Como siempre mientras la pasajera se sienta saludé respetuosamente con una sonrisa. Miré por el espejo retrovisor esperando la indicación del destino. En esta oportunidad nos dirigíamos a Lacroze y Corrientes. Silencio profundo dentro del auto, como siempre en estos casos donde no hay diálogo, observé a la pasajera en búsqueda de una mirada cómplice que desatara el silencio con palabras. Sin embargo ella iba con la mirada perdida por la ventanilla. Lucía casi de una escena romántica. Sin que nada cambiase en el camino llegamos a destino. - ¿Podrías ingresar al cementerio? Si no te molesta. - Por primera vez la escuchaba hablar, su voz era dulce, imposible negarse al pedido. Las palabras estaban de más… detuve el auto donde me lo solicitó, el resto lo imaginé, jamás cobraría ese viaje. Cerró la puerta con suavidad. Se perdió entre lápidas. Una sonrisa nerviosa acompañó mi rostro mientras buscaba la salida, sorprendentemente no la encontraba, en alguna esquina había equivocado el giro. Sin quererlo me volvía a encontrar en el lugar exacto donde ella había bajado. Descendí del auto y pidiendo disculpas unas rosas de una tumba cercana robé. Pasos temblorosos me hicieron avanzar, y junto a su lápida las flores dejé. No leí su nombre pero si me llamó la atención su fecha de nacimiento. Una vez llegado a casa y al ver el almanaque comprendí que ese día era su cumpleaños. Quise comprender lo sucedido pero los nervios miedosos me lo impedían. Hasta que ya resignado le prometí al viento que jamás iba a faltarle una flor en su día de cumpleaños. Es por ello, que me encuentro aquí, entrando al cementerio con un ramo de rosas…
Posted on: Sun, 30 Jun 2013 03:52:42 +0000
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