UNA HERMOSA LEYENDA LIGADA A LA FUNDACION DE SAN CRISTOBAL DE LA - TopicsExpress



          

UNA HERMOSA LEYENDA LIGADA A LA FUNDACION DE SAN CRISTOBAL DE LA HABANA. RECORDEMOS QUE FUE FUNDADA EN 1515, ALLA POR MAYABEQUE, UN 25 DE JULIO, DIA DE SAN CRISTOBAL, LUEGO SE REFUNDA EL 16 DE NOVIEMBRE DE 1916. En el Templete (donde se encontraba la robusta ceiba bajo cuya sombra, según tradición, se celebró la primera misa al tiempo de poblarse La Habana) se dirige hacia el templo mayor para venerar al patrono de la Villa: San Cristóbal, con una mezcla de fe y superstición que no deja de fascinar. ¿Quién es verdaderamente San Cristóbal? LA LEYENDA: SAN CRISTOTBAL , EL PORTADOR DE CRISTO. Cananeo de enormes dimensiones, doce codos de altura, con un rostro terrible, estaba al servicio del rey de su país cuando decide salir en busca del príncipe más poderoso del mundo para someterse a sus órdenes. Así, después de distintas experiencias que no logran satisfacer su aspiración, encuentra por fin a una ermita que le dijo: «El patrón al que tú quieres servir exige sobre todo que ayunes mucho y que reces mucho». Dos cosas que al gigante le parecieron demasiado difíciles. Le preguntó entonces el viejo hombre de Dios: «¿Conoces el río de este país? Nadie puede atravesarlo sin peligro de muerte. Si tú, grande y fuerte como eres, te estableces cerca del río y ayudas a los viajeros a atravesarlo, harás un servicio que a Cristo le será muy grato y, quizás, consintiera en manifestársete». Cristóbal le contestó: «Esto es una cosa que puedo hacer. Te prometo que, por servir a Cristo, la haré». Se fue a la orilla del río, se construyó una choza y, sirviéndose del tronco de un árbol como bastón para poder caminar mejor en el agua, transportaba de una orilla a la otra a todos aquellos que quisieran atravesar el río. Una noche, Cristóbal dormía en la choza cuando oyó que un niño le llamaba: «Cristóbal, ven, ayúdame a cruzar el río». Enseguida Cristóbal se precipitó fuera de la choza, pero no encontró a nadie. Entró, y se sintió llamado de nuevo, pero tampoco en esta ocasión vio a nadie. A la tercera vez, vio un niño que le rogó le ayudara a atravesar el río. Cristóbal lo cargó sobre la espalda, cogió el bastón y entró en el agua. Pero, poco a poco, el agua crecía y el niño se volvía pesado como el plomo. El agua era cada vez más alta y el niño más pesado, al punto que Cristóbal creía que se moría. A pesar de esto logró llegar a la otra orilla. Apenas bajó al niño le dijo: «Mi niño, me has metido en un gran peligro; pesabas tanto sobre mí, que si hubiera tenido que cargar al mundo entero, no tendría la espalda tan oprimida». El niño le responde: «No te sorprendas, Cristóbal, has cargado sobre tus hombros no sólo al mundo entero sino a Aquel que lo ha creado. Yo soy Cristo, amo al que tú sirves. Como señal de que mi palabra es verdad, planta tu bastón en la tierra, junto a tu choza, mañana lo verás lleno de flores y frutos». Dicho esto, el niño desapareció. Cristóbal plantó su bastón y, al día siguiente, lo encontró transformado en una bella palma llena de flores y dátiles.
Posted on: Sat, 16 Nov 2013 14:11:51 +0000

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