UNA INVITACIÓN A LA VICTORIA Matinales para jóvenes para el Sábado 07 de septiembre, 2013 De hecho considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros (Romanos 8: 18). Respecto al texto de hoy, dice el Comentario bíblico adventista: «Todos los sufrimientos de esta vida presente se hunden en la insignificancia cuando se comparan con la gloria futura». Uno de los primeros directores de la Review and Herald, Urías Smith, después de describir en una serie de artículos las maravillas del cielo, el 21 de julio de 1874 publicó una invitación al compromiso, repetida once veces, que constituye un llamamiento para todos: «Estemos allí. »Reposemos bajo la sonrisa perdonadora de Dios, con quien hemos sido reconciliados, y no pequemos más. »Accedamos al eterno Manantial de vitalidad, el fruto del árbol de la vida, para no morir jamás. »Descansemos bajo la sombra de sus hojas que estarán al servicio de las naciones, para no sentirnos fatigados nunca más. »Bebamos de la fuente del agua de vida, para nunca más tener sed. »Sumerjámonos en su plateado estanque, para sentimos refrescados. »Caminemos sobre sus doradas arenas, y démonos cuenta de que ya no seremos exiliados nunca más. »Cambiemos la cruz por la corona y sintamos que los días de nuestra humillación han concluido. »Abandonemos el cetro, tomemos la palma y convenzámonos de que ya recorrimos el camino. »Pongamos a un lado las vestiduras de nuestra milicia, cambiémoslas por el ropaje blanco del triunfo, y sentiremos que el conflicto ha terminado y hemos obtenido la victoria. »Cambiemos el mido y sucio cinturón de nuestro peregrinaje, por la gloriosa vestidura de la inmortalidad, y sentiremos que el pecado y la maldición jamás podrán contaminarnos». Tenemos que estar allí y por la gracia de Dios, allí estaremos. Pero para que eso suceda, tenemos que prestar atención ahora al sonido admonitorio de la trompeta de Joel 2: 1, que nos invita a un reavivamiento y una reforma en el seno del pueblo de Dios. Es posible que nuestro deseo de experimentar ese reavivamiento y esa reforma se vea rodeado de pruebas y tentaciones, pues el enemigo está resuelto a impedirlo. No lo permitamos. Hace tiempo que la trompeta de alarma ha sonado en Sión, la iglesia, llamándonos a preparamos para el día de la segunda venida de Jesús, «pues ya viene el día del Señor» (Joel 2: 1), más cercano hoy que nunca antes. «Reavivamiento ahora» debe ser nuestra permanente respuesta al llamado de Dios: ¡Decídete, hoy es el momento!
Posted on: Sat, 07 Sep 2013 13:15:47 +0000
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