UNA MUJER Es un decir que las palabras se las lleva el viento y - TopicsExpress



          

UNA MUJER Es un decir que las palabras se las lleva el viento y no regresan, que las lágrimas lavan las heridas y nos salvan de la tristeza, que las decepciones no nos hieren como espadas en las noches. Es un decir que las ilusiones no son defensoras de los sueños. Es muy cierto que la soledad y el desamor hacen estallar las dudas. Hoy la tarde de lluvia se me colmó de hechos reales, mi diario vivir ya no es mas austero y precavido. Esta noche el tiempo se ha vestido con su túnica de antaño de nuevo, con su túnica bajada de las estrellas de todos mis designios. Hace tiempo las escaleras de mi casa se habían tornado desiertas y en silencio, las velas seguían ardiendo pero sin ilusión ni esperanza que ponerse, hasta el humo del incienso me acusaba de lo inexistente. Estos días me han hecho tropezar de nuevo con una ilusión ya lejana, aquella mujer de partituras de otro siglo, la que me colmó de ilusiones con su humildad y su mirada transparente como el cielo. Una mujer llena de signos planetarios me ha hecho volver a creer en el sol, me ha hecho ver de nuevo el horizonte a seguir. Una mujer muy joven me dicta con ternura sentencias de historia. Es una mujer de madrugadas y viento que desde mi presente tan lleno de color, y de recuerdos de todos los conciertos de mi madre, sin saber nada de ella me habla de Franz Liszt, conocedora de mi pasión por sus rapsodias, me habla de su Hungría y de la abuelita gitana que al fin me llevó a conocer. Una mujer de fuego y pasión me toma una mano y me esboza coordenadas en la luna y me sigue en noches de Free Jazz y cervezas. Un amor de otro tiempo aun me hace vibrar con su belleza. Es algo que no tiene comienzo ni final pues lo eterno no conoce medidas de tiempo. Una mujer que con el devenir se ha vuelto remanso para mi cansada historia. Mi amor es un amor de polvo de estrellas sobre mis heridas abiertas, sobre mis esperanzas de relámpago a la orilla de la nada. Una mujer de Hungría, muy joven y gitana despierta mis mañanas con el Camarón de la Isla, aquel cantaor de Seguirillas y Soleares tan genio sin entender una palabra de español. Una mujer sin más fortuna que su coeficiente de inteligencia indaga sobre Van Gogh y Delacroix y la teoría de ambos sobre el color, y me hace explicarle por que la sustentación hace volar los aviones. Una mujer de neblina de los siglos y misterios se acerca y me asegura que mis ancestros se acercan a mi lado en noches de luna llena, y que ella esta a mi lado para cuidar mis sueños de niño y mis ansias de amar. Una mujer habla con sus gitanos muertos y me asegura fuegos fatuos en nuestras noches benditas según ella por la pasión que nos une. Hoy puedo decir que mi tiempo se colmó de presagios del bien y que una gitana como dice la leyenda me leyó una vez más la buena fortuna.
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 03:29:11 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015