UNA REFLEXIÓN PARA HOY "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Amar a Dios sobre todas las cosas. Amar a Dios sobre nuestra sed de placeres. Amar a Dios sobre nuestras comodidades. Amar a Dios sobre nuestros mundanos deseos siempre insatisfechos. Amar a Dios sobre nuestro egoísmo. Amar a Dios sobre nuestras envidias, nuestra avaricia, nuestro conformismo. En su carta el apóstol Santiago nos dice que “la fe sin obras es una fe muerta” y S. Juan nos dice que “el que dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a su hermano al que ve, es un mentiroso”. Amar a Dios sobre todas las cosas es amarlo con hechos concretos, es encontrarlo y amarlo en cada uno de los que nos rodean. Teniendo compasión (compadecer: padecer con) por los demás. Haciendo nuestros sus problemas y sufrimientos. “¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo mismo".
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 06:23:55 +0000
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