UNIDAD I: INTRODUCCION A LA NEUROSICOLOGIA Neurosicología. - TopicsExpress



          

UNIDAD I: INTRODUCCION A LA NEUROSICOLOGIA Neurosicología. Concepto de neurosicología. Historia, principios y objetivos de la neurosicología. Métodos. Se ha venido definiendo a la neuropsicología como el estudio de las relaciones entre la conducta y el cerebro. Como ocurre en todas las disciplinas, los planteamientos teóricos y metodológicos, así como sus objetivos han ido evolucionando a lo largo de su siglo y medio de existencia. Esta evolución ha sido más importante en las tres últimas décadas, por la evolución de los conocimientos que han ido acumulando las otras disciplinas a las que está estrechamente vinculada y que hoy se agrupan bajo la denominación de neurociencia. La neuropsicología es una disciplina científica y clínica que estudia la relación entre las estructuras y el funcionamiento del sistema nervioso central y los procesos cognitivos conductuales en un individuo particular o en un grupo de individuos, analiza las lesiones, el daño o el funcionamiento normal y/o anómalo en las estructuras. Su aplicación comprende tanto las áreas clínica y experimental como el desarrollo de modelos teóricos. El origen de la neuropsicología se relaciona fundamentalmente con el hecho de que, hasta poco no existían técnicas que permitieran observar el cerebro in vivo. Por ello, las lesiones cerebrales no podían ser estudiadas más que directamente, lo que sólo era posible en circunstancias excepcionales como, por ejemplo, en heridas por penetración de cuerpo extraño. Esto condujo al intento de encontrar un método que permitiera determinar la existencia de lesiones cerebrales y de su localización, a partir del estudio de las alteraciones conductuales producidas por dichas lesiones. En todas las épocas y en todas las culturas se ha buscado una explicación del comportamiento humano. La suposición de que al cerebro se le asignaba un papel especial en las funciones psíquicas aun antes de las primeras grandes civilizaciones, se basa en los cráneos hallados en sitios neolíticos (menos de 10,000 años) que presentaban trepanaciones hechas de manera deliberada. En Europa se encontraron muchos de estos cráneos, y también en América. Los registros fósiles encontrados en Perú de cráneos trepanados hacen suponer que pudo haber sido una forma de intervención quirúrgica para aliviar algunos dolores como los dolores de cabeza o las crisis epilépticas. El hecho de que se puedan observar las suturas de la herida hace suponer que las personas sobrevivieron a la operación La idea fundacional de la neuropsicología es la posibilidad de establecer relaciones entre el cerebro y el comportamiento. Esta idea que fue esbozada desde los inicios de la filosofía, se encuentra documentada en un papiro del siglo XVII antes de Cristo, el papiro que dio a conocer el egiptólogo Edwin Smith. En él se relatan casos clínicos organizados sistemáticamente empezando por heridas en la cabeza y continuando hacia abajo, como un tratado de anatomía. Se relatan las consecuencias conductuales de una herida en la cabeza: problemas en la coordinación ojo-mano, muchos defectos que se presentaban en el lado opuesto de la lesión. También se menciona el efecto del contragolpe que producía un daño mayor y síntomas bilaterales. En el papiro de Ebers (1500 A.C.) se recogen conocimientos sobre farmacopea. Los farmacéuticos egipcios de la época recurrían a más de 700 sustancias, extraídas en su mayor parte del reino vegetal como azafrán, mirra, áloes, hojas de ricino, loto azul, extracto de lirio, jugo de amapola, resina, inciensos, cáñamo, etc. El papiro también incluye varios remedios obtenidos de insectos y arañas. También tiene un capítulo sobre los desórdenes mentales como la depresión y la demencia. En la Grecia Clásica coexistieron dos hipótesis sobre el origen del comportamiento: Alcmeón de Crotona (500 A.C.) afirmaba que radicaba en el cerebro y Empédocles (490-430 A. C.) sostenía que el corazón era el origen de las funciones mentales. Hipócrates (460-377 A.C.) influyó definitivamente sobre la ciencia médica griega. El afirmaba contundentemente que el cerebro era el origen de todos nuestros pensamientos y nuestras acciones… “Los hombres deberían saber que del cerebro y sólo del cerebro provienen nuestros placeres, nuestras alegrías, la risa y las burlas así como nuestras preocupaciones, dolores y lágrimas. Por el cerebro en particular pensamos, vemos oímos y distinguimos lo feo de lo bello, lo malo de lo bueno, lo agradable de lo desagradable…” Hipócrates describió el cuerpo humano como una asociación de los cuatro humores: flema (agua), bilis amarilla (fuego), bilis negra (tierra) y sangre (aire). La enfermedad se desarrolla por una pérdida del equilibrio de estos humores. El mantenimiento de la salud se efectúa a través de la dieta y la higiene. Estas ideas persistieron durante la Edad Media y el Renacimiento. Galeno fue un médico griego seguidor de las enseñanzas de Hipócrates. Hacia el año 160 de nuestra era trabajó en Roma como médico de los gladiadores y pudo ser testigo de las consecuencias conductuales del daño cerebral. La influencia de Galeno en la medicina perduró por más de mil años. Contradijo a Aristóteles, quien estaba a favor de la hipótesis del corazón, señalando que no sólo el daño cerebral altera la conducta sino que los nervios de los sentidos van al cerebro y no al corazón. Galeno postuló una de las primeras teorías que trataban de explicar la relación entre el cerebro y la vida mental. Suponía que las impresiones que llegaban del mundo exterior entraban directamente a los ventrículos cerebrales a través de los ojos como humores. Luego explicaba que el tálamo óptico o cámara interna (segundo par craneal) que contenía estos humores es el templo (el tálamo) en donde se encontraban los humores vitales que provenían del hígado y se transformaban, por medio de una red de vasos en humores psíquicos. La doctrina de que los ventrículos cerebrales, o más específicamente los fluídos que contenían son el sustrato material de los procesos mentales iba a durar otros 1500 años. Perduró durante toda la Edad Media; los escolásticos también asumieron esta teoría. Alberto Magno, el maestro de Tomás de Aquino mantenía la doctrina de Galeno sobre los ventrículos cerebrales: el primer ventrículo contenía el sensus comunis, el sentido común, en el que convergían todos los nervios sensoriales, junto con las facultades imaginativas, fantasia e imaginatio. Desde ahí, los impulsos pasaban a procesarse en el ventrículo medio, lugar de las facultades intelectuales cogitatio, estimatio, ratio; lo que conocemos como pensamiento racional. El ventrículo posterior almacenaba los resultados de la actividad cerebral en una cavidad o despensa llamada memoria. Leonardo Da Vinci fue un gran artista y científico del Renacimiento. Dibujó excepcionalmente y con mucha precisión la anatomía, sin embargo muchos de sus dibujos anatómicos no fueron conocidos sino mucho tiempo después de su muerte. Tiene un dibujo del cerebro en el que colocó los ventrículos cerebrales como decía la tradición escolástica, alineados en la parte media del cerebro. Es probable que lo hiciera así para no chocar con la censura eclesiástica, porque él sabía cuál era su disposición. Utilizando sus habilidades de escultor hizo un vaciado en cera de una cabeza de buey a la que le inyectó cera caliente y cuando ésta se enfrió al quitar con cuidado la masa cerebral pudo determinar cuál era la disposición de los ventrículos. René Descartes (1596-1650) elaboró una teoría neurofisiológica basada en la dualidad del cuerpo (res extensa) y el espíritu (res cogitans), para lo cual requería que el alma dispusiera de un asiento en el cuerpo y eligió a la glándula pineal para desempeñar este papel. Varios autores afirman que para Descartes la glándula pineal no sólo representaba el asiento físico del espíritu divino sino que era la responsable del mecanismo interior que controlaba la operación precisa del cuerpo humano. En esta forma la glándula pineal estaba implicada en las disfunciones de la máquina humana, sobre todo en las alteraciones mentales. Sin embargo todavía para Descartes la explicación de la actividad mental seguía radicando en los ventrículos cerebrales o más específicamente en los fluidos que ellos contenían. Fue hasta el siglo XVIII cuando se centró la atención en el tejido cerebral mismo y no en los ventrículos como el sustrato de las funciones psíquicas. La neuropsicología como tal, tiene su origen en los trabajos médicos de los siglos XIX y XX. El primer intento de relacionar el sistema nervioso central con las facultades psicológicas humanas se produjo en el siglo XIX, cuando Franz Gall funda la Frenología. Gall sostenía que el cerebro estaba parcelado en 35 centros nerviosos, cada uno correspondiente a una función mental específica. La perspectiva localizacionista de Gall fue objeto de severas críticas de parte de sus colegas y en particular de Flourens. Sin embargo estas críticas apuntaban principalmente al intento de Gall de naturalizar la mente. Flourens consideraba que la posición de Gall conducía a negar los fundamentos de la unidad y de la inmortalidad del alma y aún la existencia misma de Dios. En este sentido, y hacia mediados del siglo XIX, más específicamente, 18 de abril de 1861, Pierre Paul Broca presentó a la Sociedad de Antropología de París su célebre comunicación sobre el paciente Leborgne. Éste tenía todo su lenguaje expresivo reducido al monosílabo “tan”, que articulaba repetidas veces (de ahí que se le identifique a veces en la literatura como Monsieur Tan). El estudio anatómico post mortem fue muy revelador al mostrar una lesión por oclusión de la arteria cerebral media izquierda, una lesión amplia localizada en el pie de la tercera circunvolución frontal. Broca puso los cimientos de lo que 13 años más tarde se concatenaría en un modelo funcional. En otras palabras, estableció una clara relación entre la clínica y la topografía cerebral lesionada. Este descubrimiento fue vital para establecer una clasificación del síndrome neuropsicológico por excelencia: la afasia. Con la figura de Carl Wernicke (1848- 1905) se inicia realmente la neuropsicología moderna. La contribución de Wernicke permitió un nuevo enfoque de los estudios neuropsicológicos y el desarrollo científico del estudio de las afasias. En 1874, con 26 años de edad, publica “Der aphasische Symptomen - complex”, donde acepta las ideas de Broca y muestra que la lesión de otra región del cortex (la primera circunvolución temporal) conduce a la pérdida de las llamadas imágenes auditivas de las palabras (alteración del denominado centro auditivo- verbal). Pocos años más tarde, Carl Wernicke hallará la zona correspondiente a la comprensión del lenguaje. Con estas demostraciones anátomo clínicas se constató que existen funciones psicológicas asociadas a determinados centros nerviosos específicos. En respuesta a esta visión localizacionista, se propuso una visión alternativa Globalista, que sostenía que las funciones mentales estaban distribuidas homogéneamente por todo el cortex cerebral. A principios del siglo XX, el psicólogo ruso A.R Luria perfeccionó diversas técnicas para estudiar el comportamiento de las personas que padecían algún tipo de lesión en el sistema nervioso central; completó una batería de pruebas psicológicas diseñadas para establecer las afecciones en los procesos psicológicos: atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias, gnosias, cálculo, etc. Cuando aún no existían los métodos para el diagnóstico mediante la imagen, la aplicación de esta extensa batería podía ofertar al neurólogo los datos suficientes para que fuese capaz de localizar el lugar y la extensión de la zona lesionada, así como ofrecer al psicólogo un resumen detallado de todas las dificultades, especialmente cognitivas, del sujeto afecto de una lesión neurológica. Posteriormente, y gracias en parte a la experimentación animal, comenzaron a observarse los cambios del comportamiento que se producían cuando se lesionaban las distintas áreas del cerebro. En 1870, los trabajos de naturaleza experimental de fisiología de Fritschy Hitzig, en base a las técnicas de estimulaciones eléctricas cerebrales con animales, mostraban una buena correspondencia entre las áreas cerebrales activadas y la contracción de grupos de músculos bien determinados. Ferrier en 1879, describe el comportamiento de monos privados de los lóbulos prefrontales y nota, por ejemplo, que luego de la ablación los monos mostraban poco interés hacia el entorno y parecían ajenos a los acontecimientos a los que previamente reaccionaban. Demostraban ante las modificaciones del entorno una actitud general de “apatía y de desinterés”. Ferrier afirma que los animales no parecían haber perdido la “inteligencia” sino la facultad de interesarse en los acontecimientos y de reaccionar ante ellos. Desgraciadamente, estos trabajos se completaron en la especie humana a través de las distintas guerras del siglo pasado, que proporcionaron a la medicina y a la psicología oportunidades trágicas, pero muy importantes, para estudiar la función cerebral en el ser humano. La observación y la medición del comportamiento de los pacientes con diversos traumatismos craneales sufridos durante los combates permitieron determinar las áreas del cerebro que se ocupaban de las diversas manifestaciones conductuales. Así pues, nace una rama nueva del conocimiento científico y de la semiología clínica denominada neuropsicología, que procede de la neurología clásica y que se ha desarrollado con el aporte de las neurociencias y de la psicología contemporánea. Su objetivo esencial es estudiar las relaciones existentes entre la actividad cerebral y las funciones psicológicas superiores (gnosias, praxias, lenguaje, memoria, etc.). Una de sus fuentes principales de conocimiento proviene del estudio minucioso de la desorganización de esas funciones complejas cuando lesiones orgánicas de distinta etiología (traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares (ACV), epilepsia, etc.) afectan al cerebro. Con todo lo anterior expuesto, podría decirse que la neuropsicología es un método interdisciplinario por excelencia en el que toman parte diversas áreas del conocimiento neurológico, ya que estudia tanto la organización cerebral como la estructura psicológica de las funciones mentales humanas. El campo de la neuropsicología es básicamente la actividad biológica relativa al funcionamiento del cerebro, en especial del córtex, así como el estudio de los procesos psíquicos complejos superiores. Podría entonces definirse como el estudio de las relaciones existentes entre las funciones cerebrales, la estructura psíquica y la sistematización sociocognitiva en sus aspectos normales y patológicos. Ahora bien, dependiendo de sus objetivos, del marco teórico y de la metodología de trabajo, vamos a diferenciar una neuropsicología clínica y una neuropsicología cognitiva. Esta última surge en la década de los años ochenta cuando los neuropsicólogos y la neuropsicología en general incorporan el paradigma de la psicología cognitiva, el procesamiento de la información y la plasticidad cerebral. Las funciones cognitivas que se evalúan y rehabilitan son: la memoria frente a dicotomías, la atención, las funciones ejecutivas, el lenguaje y las funciones motoras. La neuropsicología actual se cimienta en distintos pilares básicos cuya dependencia entre sí resulta imprescindible. Por una parte, se encuentran los métodos experimentales y la observación clínica, pero ellos son de por sí insuficientes si no cuentan con las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen del cerebro y las ciencias cognitivas. Juntos nos van a permitir diseñar esquemas de funcionamiento y de rehabilitación de las funciones dañadas o perdidas. A pesar de todo, mucho del trabajo clínico se sigue haciendo casi de forma exclusiva con pruebas neuropsicológicas, aunque, afortunadamente, hoy en día disponemos de varias evoluciones del trabajo de Luria, en forma de baterías y pruebas como la batería Halstead-Reitan, el test de Barcelona, la batería Luria-Nebraska y el K-ABC, que exploran, con mayor o menor detalle, las funciones psicológicas y rinden un informe de su estado. En las clínicas neurológicas más avanzadas se hace indispensable la aplicación de tests neuropsicológicos en aquellos pacientes con lesiones neurológicas de diversa etiopatogenia. Los resultados de dichos tests van a permitir al especialista neurólogo o psiquiatra la evaluación adecuada de los cambios patológicos cerebrales, tanto desde el punto de vista anatómico como funcional; y precisan clínicamente tanto la naturaleza cualitativa del síndrome neuropsicológico producido por la lesión cerebral como sus características cuantitativas, todo lo cual resulta imprescindible para iniciar posteriormente la rehabilitación correspondiente. Este impacto teórico práctico de la neuropsicología clínica ha permitido que en los países más desarrollados se correlacionen la semiología clínica, el diagnóstico neuropsicológico y el diagnóstico por neuroimagen, como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la resonancia magnética funcional (fMRI) que representan, sin ninguna duda, una vía privilegiada para el estudio de la relación mente-cerebro. La combinación de todas estas, es muy útil para realizar estudios minuciosos del paciente, así como un diagnóstico diferencial que repercutirá de forma beneficiosa en la implementación de un proyecto terapéutico que tienda a mejorar el estado de salud y su calidad de vida. La utilización del diagnostico por neuroimagen permite visualizar las estructuras cerebrales implicadas en la realización de una actividad cognitiva determinada. La enorme ventaja está dada por el hecho de que estas técnicas, actualmente no son invasivas y cuentan con capacidades de resolución temporales y espaciales considerables; pueden ser utilizadas no sólo en pacientes sino también en sujetos sanos. Ellas permiten poner en relación la actividad cerebral con las actividades cognitivas durante su realización efectiva. Las correlaciones estudiadas no son solamente de naturaleza anátomoclínica sino que integran la actividad funcional cerebral. Hoy se ha comprendido que, tanto las funciones psíquicas como las funciones biológicas del cerebro, son mucho más complejas de lo que se había venido pensando. La aportación específica de la neuropsicología a una actividad pluridisciplinar consiste en contribuir a determinar la naturaleza de la función cognitiva, con la esperanza de que sea posible en un futuro establecer las bases anatomofisiológicas de dicha función. El nivel de análisis de la neuropsicología es el individuo: su historia personal, su entorno social y cultural. Frederiks representa las relaciones de la neuropsicología mediante un triángulo en cuyos vértices están el cerebro, la conducta y el mundo. Es decir que la neuropsicología no estudia sólo relaciones cerebro-conducta, sino la manera en que éstas están determinadas por su entorno, por su historia, su medio social: relaciones cerebro-conducta en el mundo. La neuropsicología comparte con la psicología su objeto de estudio, pero la psicología tiene un interés más general: se interesa por la conducta en todas sus manifestaciones y contextos; la neuropsicología se centra en el desarrollo de una ciencia de la conducta humana basada en la función del cerebro humano. Difiere con la neurología, que es una disciplina médica orientada al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema nervioso y difiere también de las neurociencias cuyo enfoque es mucho más molecular. Kolb & Whishaw (2003) señalan que la neuropsicología ha sido influenciada fuertemente por dos ideas centrales: la hipótesis del cerebro: la idea de que el cerebro es el origen del comportamiento; y la hipótesis de la neurona: la idea de que la neurona es la unidad estructural y funcional del cerebro. En general, la neuropsicología se subdivide en tres aspectos o áreas: la neuropsicología clínica, la neuropsicología conductual y la neuropsicología experimental. La neuropsicología clínica es aquélla relacionada con el diagnóstico, la evaluación y el tratamiento. La neuropsicología conductual evalúa las funciones superiores o cognoscitivas a través de técnicas, instrumentos, pruebas y tareas específicas para ello. Finalmente, la neuropsicología experimental se dedica al estudio y a la investigación sobre las funciones cerebrales especialmente en situaciones de laboratorio, donde las manipulaciones y control de las variables son un aspecto fundamental. Si bien en sus inicios, la neuropsicología se desarrolló en los contextos clínicopatológicos y se nutrió de los avances de la neurofisiología y la neurología, en la actualidad los desarrollos neuropsicológicos incluyen en sí mismos los aportes de las neurociencias, de la lingüística, de las ciencias sociales, de la antropología y de la cibernética, por solo citar algunos. Al estudiar e investigar las relaciones entre las estructuras del cerebro, las funciones mentales superiores y el comportamiento, la neuropsicología se ocupa no sólo de la evaluación y diagnóstico funcional, sino también de la prevención, habilitación y rehabilitación de funciones apoyándose en los principios de plasticidad cerebral, compensación y reaprendizaje funcional, así como en diversos métodos y tecnologías como la electrofisiología y la imagenología cerebral. La evaluación neuropsicológica integra todos los datos referentes a las funciones mentales del paciente: antecedentes familiares y personales de sus trastornos cognitivos, observaciones de su conducta, datos de las pruebas cognoscitivas administradas, examen clínico general, examen neurológico y exploraciones complementarias. Todos estos datos permiten definir el estado cognoscitivo actual de la persona, realizar el diagnóstico neuropsicológico y determinar el pronóstico evolutivo. La exploración neuropsicológica es amplia y evalúa los aspectos cognoscitivos (orientación, atención, lenguaje, memoria, praxias, razonamiento, funciones ejecutivas, etc.), así como los conductuales, afectivos y funcionales. Como campo profesional, la neuropsicología ha estado en una posición relativamente única, al disponer de métodos comparativos integrales, para medir las consecuencias de lesiones cerebrales leves y moderadas, por lo que ha proporcionado datos que apoyan la manifestación objetiva de la lesión (traumatismos craneoencefálicos y ACV). Igualmente, está en condiciones de actuar en los casos donde se requiere establecer las secuelas de la discapacidad, enfermedades neuropsiquiátricas, asuntos criminales, trastornos por exposición a neurotóxicos y alteraciones pre, peri y postnatales, así como en el análisis y conocimiento de la integridad de los procesos cognoscitivos y emocionales sin que exista ningún tipo de lesión o alteración cerebral. En el campo de la intervención, la neuropsicología se especializa en el desarrollo de programas de prevención, habilitación y rehabilitación tanto cognoscitiva como emocional con base en las fortalezas y debilidades neuropsicológicas observadas en la evaluación se especifica el diagnóstico, que ayudan a determinar el establecimiento de los objetivos particulares del programa de rehabilitación neuropsicológica a corto, mediano y largo plazos. Además, los profesionales de la neuropsicología ayudan al paciente a tomar conciencia de sus déficits, proponen estrategias de afrontamiento adecuadas para ellos y establecen la necesidad de recibir algún tipo de terapia individual o en grupo, a su vez guían a los familiares en torno a la regulación de sus expectativas respecto al tratamiento. El campo de aplicación de la neuropsicología se ha extendido más allá de los ámbitos clínicos o experimentales, ya que existen toda una serie de planos de aplicación en la educación, en los contextos sociales, de salud y laborales. La neuropsicología, por otro lado, parte de algunas premisas que es necesario considerar, al menos brevemente. En primer lugar, se considera al ser humano como un ser biopsicosocial en un sentido realmente integral. Esto significa que los procesos cerebrales, los procesos cognoscitivos (percepción, atención, memoria, pensamiento, lenguaje, etc.), y el comportamiento son el mismo fenómeno. Cuando alguien se comporta está realizando un procesamiento complejo de información que implica activación de grandes zonas de su cerebro. En consecuencia, cuando se altera el cerebro se producen cambios cognoscitivos y de comportamiento; cuando se altera el comportamiento se afecta al cerebro y los procesos cognoscitivos. En concordancia con lo anterior, se ha encontrado que los procesos cerebrales cambian dependiendo de la experiencia. Esta propiedad del sistema nervioso se conoce como plasticidad. Nuestro cerebro se transforma continuamente, en los primeros años de vida ocurre un proceso de maduración que implica crecimiento neuronal, aumento de las conexiones sinápticas y cambios bioquímicos. Los cambios son mayores cuando un organismo se desarrolla en un ambiente con gran diversidad de estímulos ambientales y sociales. El desarrollo de cada una de las diferentes áreas cerebrales dependerá por lo tanto de la cantidad y calidad de las experiencias que tengamos. Otra premisa de la neuropsicología es que el cerebro trabaja como un todo, organizado en sistemas funcionales complejos. La alteración de un sistema puede repercutir en el funcionamiento de uno o varios de los demás sistemas. Sólo partiendo de este tipo de premisas es factible elaborar un diagnóstico y tratamiento de pacientes con trastornos cerebrales. Para el diagnóstico se requiere conocer la forma en que funciona el cerebro, así como la manera en que la lesión de una zona específica produce alteraciones cognoscitivas y de comportamiento. Para el tratamiento se requiere, además de un diagnóstico neuropsicológico preciso, conocer y aplicar las condiciones que pueden promover la reorganización funcional del cerebro La neuropsicología se aplica a una gran cantidad de pacientes con alteraciones cerebrales o trastornos en el desarrollo. Podemos mencionar los siguientes casos: • Trastornos en la maduración cerebral. • Trastornos en el desarrollo. • Trastornos en la atención. Déficit de atención, hiperactividad. • Trastornos en el aprendizaje. Trastornos en la lectura (alexia, dislexia), en la escritura (agrafia, disgrafía), en el cálculo, operaciones aritméticas y aprendizaje de las matemáticas (acalculia, discalculia). • Trastornos en el lenguaje. Afasia, disfasia. • Daño cerebral. • Disfunción cerebral. • Traumatismo craneoencefálico. Aquí se incluyen pacientes que han sufrido un golpe muy intenso en la cabeza, generalmente acompañado de perdida de conciencia o coma. Estos ocurren frecuentemente accidentes automovilísticos, en caídas, heridas por armas de fuego, etc. • ACV. Aquí se incluyen todo tipo de trastornos en la irrigación sanguínea del cerebro, como infarto cerebral, hemorragias, embolias, trombosis, aneurismas, etc. • Tumores y otras alteraciones neurológicas como parálisis cerebral. • Otros trastornos en los que se han encontrado alteraciones neuropsicológicas, son: en la vejez, la psicosis, la adicción, ante la exposición a substancias tóxicas y en la demencia (como la enfermedad de Alzheimer). La evaluación neuropsicológica permite determinar con precisión los trastornos cognoscitivos y de comportamiento resultantes del daño cerebral o del retraso en el desarrollo. Los principales trastornos pueden ser: • En la ejecución y aprendizaje de movimientos voluntarios (apraxia, dispraxia). • Perceptuales (agnosia). • Del lenguaje (afasia, alexia, agrafia, disfasia, dislexia). • Del aprendizaje y la memoria (amnesia). • En el cálculo o realización de operaciones aritméticas (acalculia, discalculia). • En la atención y la concentración. • En el pensamiento (razonamiento, planeación, formación de conceptos, solución de problemas). • En la orientación espacial. • En la orientación temporal. • En las funciones ejecutivas (autorregulación). Para la evaluación neuropsicológica se utilizan pruebas y observaciones especialmente diseñadas para evaluar el funcionamiento en el cerebro. El diagnóstico neuropsicológico se basa en un análisis teórico y metodológico de los resultados de las pruebas y observaciones El diagnóstico neuropsicológico permite determinar cuáles sistemas funcionales del cerebro se encuentran afectados, las estrategias a seguir en un programa de tratamiento, así como las recomendaciones a la familia acerca de la forma en que pueden colaborar con la estimulación y manejo del paciente. En conclusión podemos decir que o El diagnóstico neuropsicológico proporciona información acerca de: a) Las áreas cerebrales afectadas. b) Los procesos cognoscitivos, emocionales y de comportamiento resultantes del daño, disfunción o retraso maduracional. c) Las estrategias de rehabilitación que se requieren. o El tratamiento neuropsicológico implica estimular por medio de ejercicios y actividades las funciones afectadas, ya sea por lesión o por un retraso en la maduración. La neuropsicología y sus métodos para estudiar el cerebro. La Neuropsicología estudia los trastornos cognitivos secundarios de lesiones cerebrales con el objetivo de evaluar objetivamente esos trastornos, y orientar las intervenciones remediales. Entonces consiste en el estudio de las consecuencias en el comportamiento y en las funciones cognitivas de una disfunción cerebral. Algunos métodos de estudio nos muestran la estructura del cerebro, pero nos dicen poco acerca de su función, como es el examen del cerebro en una autopsia. Las imágenes cerebrales nos dicen más sobre la estructura que cerca de las funciones disponibles. Existen varias técnicas de imagen: • Los rayos X, ofrecen la menor información sobre la estructura del cerebro, ya que este está rodeado por el cráneo. • La tomografía computada (TC) o tomografía axial computarizada (TAC), esta técnica de imagen utiliza una serie de radiografías tomadas desde diferentes posiciones alrededor del cráneo. Luego, una computadora reconstruye "cortes" nuevos a través de los cortes convencionales del cerebro. La resolución es mucho mejor pero aún sigue sin decirnos nada sobre la función cerebral. • La resonancia magnética (RM) proporciona imágenes de alta resolución de "cortes" a través del cerebro. Esta vez, aunque las estructuras cerebrales son claramente visibles seguimos sin información sobre la función cerebral. • El electroencefalograma (EEG), en este método, unos electrodos se pegan en varios lugares del cuero cabelludo y la actividad eléctrica del cerebro puede ser medida para una variedad de actividades. Una desventaja de este método es que los electrodos son grandes y miden actividad en general y no en áreas muy pequeñas y el hecho de que se mide la actividad eléctrica a través del cráneo, se diluye mucho más. • La tomografía de emisión de positrones (PET) se basa en la ingesta de glucosa radiactiva, y durante la tarea a estudiar, se mide la emisión de la glucosa radiactiva y se establecen las imágenes de las áreas del cerebro involucradas en la ejecución de la tarea. Por ejemplo, si estariamos bajo estudio en este momento, esperaríamos que las áreas cerebrales relacionadas con la visión y la comprensión de lectura, mostrarían la mayor actividad. Esta técnica ha sido muy útil para la localización de la función pero presenta la desventaja de la ingesta de material radiactivo y además, las imágenes obtenidas son relativamente bajas en resolución. GLOSARIO PRAXIA: Sistema de movimientos coordinados en función de un resultado o de una intención. Es el proceso neurológico que nos permite organizar planear y ejecutar, de una forma eficiente, habilidades de todos los tipos. Algunos componentes de la praxis ocurren involuntariamente, automáticamente o inconscientemente, mientras otros requieren que haya que pensar. Los diferentes componentes de la praxis requieren una información precisa proveniente del cuerpo, particularmente de los sistemas táctiles, propioceptivos y vestibulares. GNOSIAS: Proceso de conocimiento a partir de las impresiones suministradas por los órganos sensoriales. Implica percepción, reconocimiento y denominación de los estímulos provenientes de un objeto. Requiere la participación de los centros corticales superiores. La pérdida o disminución de esta capacidad se denomina agnosia. Es la respuesta producida por un estimulo, a través de los órganos sensoriales SEMIOLOGIA: Rama de la medicina que estudia los signos clínicos. La Semiología o Semiótica es la disciplina que aborda la interpretación y producción del sentido. Toda producción e interpretación del sentido constituye una práctica significante, un proceso de semiosis que se vehiculiza mediante signos y se materializa en textos. ETIOLOGIA: La etiología es la ciencia que estudia las causas de las cosas. En medicina (patogénesis) se refiere al origen de la enfermedad. La palabra se usa en filosofía, biología, física, y psicología para referirse a las causas de los fenómenos. CORTEX: En neurociencias, es el manto de tejido nervioso que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales; la corteza suprarrenal, en anatomía y endocrinología, tejido exterior de las glándulas suprarrenales, que segrega hormonas esteroides. COGNITIVO: Aquello que pertenece o que está relacionado al conocimiento. Éste, a su vez, es el cúmulo de información que se dispone gracias a un proceso de aprendizaje o a la experiencia. La psicología cognitiva analiza los procedimientos de la mente que tienen que ver con el conocimiento. Su finalidad es el estudio de los mecanismos que están involucrados en la creación de conocimiento, desde los más simples hasta los más complejos. PATOLOGICO: adj. De la patología o relativo a esta ciencia, que constituye una enfermedad o es síntoma de ella. TREPANACION: Práctica médica que consiste en agujerear el cráneo. Antiguamente se realizaba para eliminar enfermedades de origen cerebral, actualmente se emplea como acceso quirúrgico en algunas operaciones de neurocirugía, como es el caso de tumores cerebrales o para tratar el hematoma subdural cuando cursan con hipertensión intracraneal. youtube/watch?v=JhAa4ajYDPs youtube/watch?v=cBUeJPCR4wo&feature=related youtube/watch?v=IDPYT25lvpI youtube/watch?v=N-o4bKwXQxY youtube/watch?v=MOq-3eMVz5Y youtube/watch?v=Es0jSDcyP0I Organización del sistema nervioso (SN): Definición. Función y división del sistema nervioso. Organización microscópica del SN: Neurona. Neuroglia. Fisiología de la neurona. Sinapsis. Organización macroscópica del SN Central: División. Sustancia gris y sustancia blanca. Meninges y líquido cefalorraquídeo. Función. La variedad de comportamientos en los seres vivos es infinita. En ninguna especie la conducta es tan variada como en la especie humana. Todos estos comportamientos, desde el parpadeo hasta el escribir un libro, son frutos del sistema nervioso. El SN del ser humano es uno de los más complejos. Está compuesto por millones de células, las neuronas; que son las encargadas de la transmisión nerviosa y la neuroglia; que es el conjunto de células que sostienen el sistema. La posibilidad de estudiar la biología de la neurona y comprender los mecanismos moleculares y genéticos que intervienen en la función neuronal ha permitido desarrollar nuevas estrategias terapéuticas, en el campo de la salud y la educación. El sistema nervioso, es uno de los más complejos e importantes de nuestro organismos, es un conjunto de órganos y una red de tejidos nerviosos cuya unidad básica son las neuronas. Las neuronas se disponen dentro de una armazón de células no nerviosas, las que en conjunto se llaman neuroglia. El sistema nervioso tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la integradora y la motora. La función sensitiva le permite reaccionar ante estímulos provenientes tanto desde el interior del organismo como desde el medio exterior. Luego, la información sensitiva se analiza, se almacenan algunos aspectos de ésta y toma decisiones con respecto a la conducta a seguir; esta es la función integradora. Por último, puede responder a los estímulos iniciando contracciones musculares o secreciones glandulares; es la función motora. En este podemos distinguir: -El encéfalo, alojado en la cabeza, nos permite entender y razonar. Tiene tres partes: cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo. 1. El cerebro es el órgano más voluminoso llegando a pesar de 1200 a 1600 gramos. Está formado por dos hemisferios (derecho e izquierdo) unidos por unas fibras nerviosas. La parte exterior es la corteza cerebral y está surcada por unas arrugas o circunvoluciones. Si se lesionan determinadas partes del cerebro, podemos quedar sordos, ciegos, con medio cuerpo inmóvil, con dificultad para hablar, etc. 2. El cerebelo es un centro nervioso que se halla debajo del cerebro y regula el movimiento del corazón y de la respiración. 3. El bulbo raquídeo es un grueso cordón nervioso colocado en la parte inferior del cerebro. Comunica el cerebro con la médula espinal. 4. la lámina cuadrigémina, con los tubérculos cuadrigéminos. Los tubérculos cuadrigéminos constituyen un centro de reflejos visuales. Estos son cuatro y se dividen en dos superiores y dos inferiores. En la región interior de dichos tubérculos se encuentra la glándula hipófisis, alojada en la "silla turca" del hueso esfenoides y que controla gran parte de la actividad del organismo. - La médula espinal está alojada en la columna vertebral. De ella salen los nervios que llegan al resto del cuerpo para conducir las impresiones recibidas al encéfalo y devolver la respuesta de éste al órgano correspondiente. - Los nervios son unos cordoncitos que enlazan los centros nerviosos con los distintos órganos del cuerpo. Para entender su funcionalidad, el sistema nervioso como un todo puede subdivirse en dos sistemas: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El SNC está conectado con los receptores sensitivos, los músculos y las glándulas de las zonas periféricas del organismo a través del SNP. Este último está formado por los nervios craneales, que nacen en el encéfalo y los nervios raquídeos o medulares, que nacen en la médula espinal. Una parte de estos nervios lleva impulsos nerviosos hasta el SNC, mientras que otras partes transportan los impulsos que salen del SNC. El componente aferente del SNP son células nerviosas llamadas neuronas sensitivas o aferentes (ad= hacia; ferre= llevar). Conducen los impulsos nerviosos desde los receptores sensitivos de varias partes del organismo hasta el SNC y acaban en el interior de éste. El componente eferente son células nerviosas llamadas neuronas motoras o eferentes (ex= fuera de; ferre= llevar). Estas se originan en el interior del SNC y conducen los impulsos nerviosos desde éste a los músculos y las glándulas. Ahora bien, el SNP funcionalmente se subdivide en sistema nervioso somático y sistema nervioso vegetativo o autónomo. El sistema nervioso somático está compuesto por: Nervios espinales: 31 pares de nervios que envían información sensorial (tacto, dolor) del tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central a través de la médula espinal. También envían información de la posición y el estado de la musculatura y las articulaciones del tronco y las articulaciones para el control de la musculatura esquelética. Nervios craneales: 12 pares de nervios que envían información sensorial procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central. Reciben órdenes motoras para el control de la musculatura esquelética del cuello y la cabeza. El sistema nervioso vegetativo o autónomo se compone de centros bulbares y medulares, así como de dos cadenas de 23 ganglios situados a ambos lados de la médula espinal, y preside las funciones de respiración, circulación, secreciones y en general todas las propias de la vida y de la nutrición. Esta parte del sistema nervioso está encargada de dar la inervación de los músculos lisos, músculo cardíaco, glándulas y vísceras de todo el organismo. En algunos aspectos se puede considerar que su función es independiente del sistema nervioso somático, dado que cuando se destruyen sus conexiones con el sistema nervioso central y porción periférica del sistema nervioso autónomo las estructuras inervadas por él todavía pueden funcionar. Sin embargo la actividad del SNA puede ser modificada (aumentada o disminuida) por el SNC, en particular por la corteza cerebral. Los órganos inervados funcionan con entera independencia de nuestra voluntad; por esto se les llama sistema autónomo. Atendiendo al origen y función de las fibras nerviosas el sistema nervioso autónomo se divide en dos grandes grupos: Sistema Nervioso Simpático: sus fibras se originan en la médula dorsolumbar y se encarga de activar al organismo, por lo que incrementa el gasto de energía y suele funcionar durante el día. Sistema Nervioso Parasimpático: sus fibras nacen en los centros bulbares y sacro e interviene en los procesos de recuperación, se encarga del almacenamiento y administración de la energía, disminuye el consumo de energía y suele funcionar por la noche. Ambos sistemas tienen funciones antagónicas y complementarias. Todo sistema nervioso se basa en células especializadas, las neuronas, que se comunican entre sí mediante millones de sinapsis. La comunicación rápida que ofrecen las neuronas y su disposición en redes organizadas son la clave de la integración y el control centralizado que sustenta el estilo de vida activo de los seres humanos. El tejido nervioso solo tiene dos tipos principales de células: neuronas y células gliales; que dan origen a la sustancia gris formada por los cuerpos neuronales y el neuropilo, y la sustancia blanca, formada por las fibras nerviosas o axones y sus vainas. El neuropilo es la porción del tejido nervioso que contiene una trama de procesos entremezclados e interconectados de células neuronales y gliales. En el ocurren la mayoría de las interacciones sinápticas e incluye las prolongaciones de las neuronas (axones y dendritas), las prolongaciones de las células gliales (prolongaciones de los astrocitos, oligodendrocitos y microglía) y los vasos sanguíneos. En otras palabras, es todo el tejido nervioso de la sustancia gris que no incluye a los somas neuronales. Desde un punto de vista funcional, la sustancia gris forma centros de procesamiento de la información y en la sustancia blanca se agrupan las vías de conducción aferente y eferente y las vías de comunicación de dichos centros entre sí. La información llega a los centros superiores desde la periferia, pasando por una serie de centros intermedios, y lo mismo sucede con las respuestas que desde los centros superiores llegan a la periferia atravesando un número variable de centros de procesamiento. Las neuronas se encargan de muchas funciones especiales que se atribuyen al SN como sensaciones, pensamientos, recuerdos, actividad muscular controlada y regulación de secreciones glandulares. Las células gliales brindan sostén, nutrición y protección a las neuronas, además de mantener la homeostasis del líquido intersticial que baña a las neuronas. Las neuronas son células muy transformadas y especializadas en la recepción y conducción de estímulos nerviosos. Cada neurona en general presenta una forma estrellada y está constituida por un cuerpo, soma o pericarión; que contiene el núcleo y la mayor parte de las organelas, gran cantidad de mitocondrias y ribosomas. Del cuerpo surgen prolongaciones cortas, las dendritas, por donde ingresa la información enviada por otras neuronas. En la mayoría de las neuronas hay una prolongación más larga, el axón, que se encuentra recubierto por una vaina de mielina, que se encuentra interrumpida en regiones llamadas nodos de Ranvier. En el lugar donde se inicia el axón no hay mielina y se denomina cono axónico. El extremo del axón se divide en ramificaciones que en sus extremos presentan un engrosamiento, el terminal axónico o telendrón. Las dendritas se ramifican en ramas de segundo y tercer orden, cuyo calibre disminuye a medida que se alejan del cuerpo neuronal. El axón es único y su calibre generalmente uniforme en toda su longitud, se ramifica sólo en la proximidad de su terminación. Existe una gran variabilidad en cuanto al tamaño de las células nerviosas: los granos del cerebelo miden unas 5 µ de diámetro, mientras que las grandes pirámides de la corteza cerebral miden unos 130 µ. Existen diferentes tipos de neuronas según el número de prolongaciones y según su función. Según el número y la distribución de sus prolongaciones, las neuronas se clasifican en: • bipolares, que además del axón tienen sólo una dendrita; se las encuentra asociadas a receptores en la retina y en la mucosa olfatoria • seudo-unipolares, desde las que nace sólo una prolongación que se bifurca y se comporta funcionalmente como un axón salvo en sus extremos ramificados, en que la rama periférica recibe señales y funciona como dendrita y transmite el impulso sin que este pase por el soma neuronal; es el caso de las neuronas sensitivas espinales (Fig 1) • multipolares desde las que, además del axón, nacen desde dos a más de mil dendritas lo que les permite recibir terminales axónicos desde múltiples neuronas distintas (Fig 2). La mayoría de las neuronas son de este tipo. Un caso extremo lo constituye la célula de Purkinje que recibe más de 200.000 terminales nerviosos (Fig 3 y 4). Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 Según la forma, pueden ser • Poliédricas: como las motoneuronas del asta anterior de la médula. • Fusiformes: las que se encuentran en el doble ramillete de la corteza cerebral. • Estrelladas: como las neuronas aracniforme y estrelladas de la corteza cerebral y las estrelladas, en cesta y Golgi del cerebelo. • Esféricas: en ganglios espinales, simpáticos y parasimpáticos • Piramidales: presentes en la corteza cerebral. Neurona estrellada Neuronas esférica, fusiforme y poliédrica También se pueden definir según el tipo de axón y las dendritas como • Golgi de tipo I, con axón muy largo, que se ramifica lejos del pericarion y hasta con 1 m de longitud. • Golgi de tipo II, con axón corto, el cual se ramifica junto al soma celular. • Sin axón definido, como las células amacrinas de la retina. • Isodendríticas, con dendritas rectilíneas que se ramifican de modo que las ramas hijas son más largas que las madres. • Idiodendríticas, con las dendritas organizadas dependiendo del tipo neuronal; por ejemplo, como las células de Purkinje del cerebelo. • Alodendríticas, intermedias entre los dos tipos anteriores. Finalmente las neuronas según su función pueden ser, • Neuronas sensitivas o sensoriales, que son las que reciben el impulso nervioso desde el exterior (tacto, gusto, visión) y las trasladan al SNC • Neuronas motoras, que transiten el impulso nervioso al órgano efector, produciendo la contracción muscular. • Neuronas de asociación o interneuronas, son las que se ubican entre las sensitivas y las motoras, conectándolas. Células gliales La células gliales o glía, son células del sistema nervioso que se encargan principalmente de funcionar como soporte para las neuronas. Además, intervienen de forma activa en el procesamiento cerebral de la información. De forma estrellada y con numerosas prolongaciones ramificadas, estas células vienen a ser el "pegamento" del sistema nervioso, porque envuelven al resto de las estructuras del tejido (neuronas, dendritas, axones, capilares) mediante delgadas lengüetas que se interdigitan entre ellas, formando una cerrada trama, la neuroglia. Además, las glías proporcionan a las neuronas los nutrientes y el oxígeno que necesitan, separan a unas neuronas de otras, las protegen de patógenos o las eliminan cuando las neuronas mueren. Neuroglia Las neuronas del sistema nervioso central están sostenidas por algunas variedades de células no excitables que en conjunto se denominan neuroglia (neuro = nervio; glia = pegamento). Estas células en general son más pequeñas que las neuronas y las superan en 5 a 10 veces en número (50 por ciento del volumen del encéfalo y la médula espinal). Hay cuatro tipos principales de células neurogliales, los astrocitos, los oligodendrocitos, la microglia y el epéndimo. Los astrocitos rodean los vasos sanguíneos y forman la barrera hematoencefálica, protegiendo al encéfalo de sustancias tóxicas en la sangre. También participan en la nutrición de las neuronas sirviendo de nexo entre estas y los vasos sanguíneos. Los oligodendrocitos cumplen la función de envolver y aislar los axones, se encuentran en el SNC. Las células de Schwann tienen la misma función pero se encuentran en el SNP. La microglia es el conjunto de células pequeñas con capacidad de fagocitosis, que contribuyen a la defensa del SNC ingiriendo y digiriendo las partes muertas o a los agentes extraños. El epéndimo, o conjunto de células ependimarias, tapizan las cavidades del tubo neural, ayudando a la circulación del líquido cefalorraquídeo. Ahora que ya sabemos cómo están constituidas las neuronas, debemos saber cómo se comunican entre sí. En el SNC los axones están rodeados por la mielina de los oligodendrocitos (fibras nerviosas mielínicas del SNC), mientras que en el SNP pueden estar rodeados, ya sea, por prolongaciones citoplasmáticas de las células de Schwann (fibras amielínicas) (Fig 5) o por la mielina, las células se Schwann (fibras nerviosas mielínicas del SNP) (Fig 6). Fig. 5. Fig. 6 Los impulsos nerviosos son ondas transitorias de inversión de voltaje, que se producen a nivel de la membrana celular y se inician en el sitio donde se aplico el estímulo. Cada una de estas ondas corresponde a un potencial de acción. Este proceso es posible porque entre las macromoléculas, como proteínas integrales, se encuentra • la bomba de sodio-potasio, capaz de transportar activamente sodio hacia el espacio extracelular intercambiándolo por potasio. • canales para Na sensibles a voltaje, que determinan la inversión del voltaje de la membrana ya que al abrirse y permitir la entrada de Na+ hacen que el interior de la membrana se vuelva positiva, • canales para K sensibles a voltaje, cuya activación contribuye al retorno a la polaridad inicial, por salida de iones K desde el interior del citoplasma o axoplasma. El impulso continua desplazándose a lo largo del axón (se autopropaga), como una llama a lo largo de una mecha. Esto se repite en toda la membrana, en una reacción en cadena. Así el axón, un conductor muy débil de la corriente eléctrica, es capaz de conducir un impulso nervioso a una distancia considerable. Muchas neuronas poseen vainas de mielina (lípido complejo), la cual se encuentra interrumpida por los nódulos de Ranvier. La vaina de mielina forma una especie de aislante eléctrico, que provoca que el impulso se propague de a saltos, a lo largo del axón, lo cual aumenta la velocidad. Según la conducción del impulso se dé en fibras mielínicas o amielínicas, tenemos dos tipos de conducción nerviosa: • Conducción saltatoria, la cual tienen lugar en los axones recubiertos con mielina. El intercambio iónico, necesario para la generación y conducción del impulso, se da a través de los nódulos de Ranvier. En estos se encuentran los canales de sodio por los que la onda de despolarización salta de un nódulo a otro. Esta conducción es más rápida y la velocidad de propagación es proporcional al diámetro del axón y varía entre 1 a 100 m/s. • Conducción continua, ocurre en fibras amielínicas. Como todo el axón presenta canales de sodio, se despolariza y repolariza. Esta conducción implica mayor movimiento de iones a través de la membrana y por lo tanto es más lenta y gasta mayor cantidad de energía. Las redes neuronales de los humanos son muy complejas y numerosas. Estas redes interactúan entre sí y pueden funcionar en paralelo. Por estas redes circula el impulso nervioso. ¿Cómo pasa este impulso de una neurona a la otra? Para contestar esta pregunta, introducimos un nuevo término, el de sinapsis. La sinapsis es la relación funcional de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas. Proviene del griego y significa unión o enlace. Este proceso comunicativo entre neuronas comienza con una descarga químico-eléctrica en la membrana de la célula emisora (presináptica). Cuando dicho impulso nervioso llega al extremo del axón, la neurona segrega una sustancia que se aloja en el espacio sináptico entre esta neurona transmisora y la neurona receptora (postsináptica). A su vez, este neurotransmisor es el encargado de excitar a otra neurona. Se puede resumir que en la sinapsis intervienen, las membranas de las terminaciones axónicas, la membrana plasmática de la célula vecina y el espacio intercelular a través del cual se relacionan. De acuerdo al tipo de transmisión del impulso nervioso, la sinapsis puede clasificarse en eléctrica o química. En la sinapsis eléctrica, los procesos pre y postsináptico son continuos debido a la unión citoplasmática por moléculas de proteínas tubulares, que permiten que el estímulo pase de una célula a otra sin la necesidad de una mediación química. De esta forma, la sinapsis eléctrica brinda baja resistencia entre neuronas y un retraso mínimo en la transmisión sináptica ya que no existe un mediador químico. Es bidireccional. Comunes en vertebrados inferiores. La sinapsis química es el tipo de sinapsis más usual. En estos casos, el neurotransmisor hace de puente entre las dos neuronas, se difunde a través del espacio sináptico y se adhiere a los receptores, que son moléculas especiales de proteínas ubicadas en la membrana postsináptica. El proceso es unidireccional. La unión de los neurotransmisores y los receptores de la membrana postsinápticas genera modificaciones en la permeabilidad de la membrana, mientras que la naturaleza del neurotransmisor y de la molécula del receptor determina si el efecto producido es de excitación, inhibición o modulación; si modifica la frecuencia de las tareas a llevar a cabo. Un potencial de acción (PA) es la actividad eléctrica que tiene lugar en una neurona cuando un impulso se propaga a lo largo de su axón, y se observa como un movimiento de cargas negativas a lo largo de la parte externa del axón. Es un ciclo que comprende la despolarización de la membrana, la repolarización, la hiperpolarización y el regreso al potencial en reposo. Es un suceso de tipo todo o nada. Este se genera mediante un estimulo excitador de una neurona postsinaptica que despolariza parcialmente una porción de la membrana plasmática (la diferencia de potencial se hace menos negativa); cuando el potencial de membrana alcanza un umbral, los canales de Na+ regulados por voltaje de la membrana se abren y permiten la entrada de Na+ en la célula y el flujo hacia el interior de Na+ hace que la parte externa del axón se haga negativa (se revierte el potencial de reposo en el área contigua). Antes habíamos dicho que la información en las sinapsis químicas se transmitía por medio de moléculas conocidas como neurotransmisores, que es el encargado de transmitir el impulso nervioso a través de la sinapsis. Este se define como la sustancia química que modifica o provoca impulsos nerviosos en una sinapsis. Cada vesícula sináptica almacena unas 10000 moléculas de neurotransmisor. Cuando el impulso llega se liberan cientos de moléculas que se unen a los receptores específicos de la sinapsis. Se produce entonces la difusión de sodio y potasio que genera el potencial de acción en la membrana. Después de su liberación son removidos o destruidos rápidamente, interrumpiéndose así su efecto; aunque en general estos se reciclan. Los neurotransmisores son de distinto tipo, según la molécula de la que se trate, algunas • llamados de moléculas pequeñas, como la acetilcolina, algunos aminoácidos (glutamato, aspartato, etc.), aminas biogenas (serotonina, adrenalina, noradrenalina, dopamina-catecolaminas) • neuropéptidos, como endorfina, encefalina, hormonas oxitocina y antidiuretica • y algunos gases, como el monóxido de carbono (CO) y el oxido nítrico (NO)
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 12:27:10 +0000

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