Un Maestro dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo - TopicsExpress



          

Un Maestro dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo cuidara durante tres años. Cuando el primer año llegó a su término, el Maestro fue a ver el campo y la cosecha había sido muy buena, puesto que el discípulo había provisto a la tierra del agua que necesitaba. Transcurrió otro año, y resultó que la cosecha fue más abundante que la anterior, puesto que el joven había abonado convenientemente el campo. Cuando el tercer año finalizó, el Maestro se dirigió al arrozal para ver los resultados obtenidos. Pero resulta que el discípulo, entusiasmado con lo producido en el año anterior, abonó demasiado la tierra que dio muchísimo arroz pero tan pequeño y frágil que no servía para comerciar con él. En realidad, fue una cosecha inútil, y el trabajo realizado no dio ningún fruto. Entonces el Maestro dijo a su discípulo: "Así pasa con las personas. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas. " Confianza y Fe Cuando confías profundamente, ésta confianza transforma tu vida, no importa cuáles son las circunstancias. Cuando Milarepa fue a ver a su maestro al Tíbet era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él. Era seguro que él sería el sucesor del Maestro, así que los otros trataron de matarlo. Milarepa era muy confiado. Un día los otros discípulos dijeron:"Si realmente crees en el Maestro, ¿puedes lanzarte desde este abismo? Si confías, no pasará nada. No te harás daño". Y Milarepa saltó sin dudarlo un solo segundo. Los discípulos bajaron corriendo...el valle estaba a 3.000 pies de profundidad. Corrieron esperando encontrar los huesos, deshecho, pero él estaba sentado en postura del loto, tremendamente feliz. Abrió los ojos y dijo:"Tenías razón, la confianza salva. Pensaron que debería haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron: Tú no necesitas ir en bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas". Y él caminó sobre las aguas. Esta es la primera vez que el Maestro le vio. "¿Qué estás haciendo? Es imposible, "dijo. "Estoy haciéndolo gracias a tu poder, Maestro." dijo Milarepa. El Maestro pensó:"Si mi poder y mi nombre pueden hacer esto por un hombre ignorante y estúpido....yo nunca lo he probado por mí mismo". Lo intentó y se ahogó. Nunca más se volvió a oír hablar de él. Si confías plenamente, aún un maestro no iluminado puede revolucionar positivamente su vida. Y lo contrario también es verdad: Un Maestro iluminado puede no serte de ninguna ayuda. Depende por completo de ti. Aprendiendo del Ego Un joven discípulo preguntó a su maestro: Maestro: Se dice que, en el mundo, cada cosa tiene su lugar. Y el hombre también tiene su lugar. Entonces, ¿por qué la gente vive tan apretada? Y el sabio respondió: Porque cada uno quiere ocupar el lugar de otro. Un guerrero, un samurái, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó: ¿Existe el infierno?¿Existe el cielo? ¿Donde están las puertas que llevan a ellos? ¿Por dónde puedo entrar? Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. El no había venido a aprender ninguna doctrina; solo quería saber donde estaban las puertas, para poder evitar el infierno y entrar en el cielo. Hakuin le respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido. ¿Quién eres?, le preguntó Hakuin. "Soy un samurái, le respondió el guerrero, hasta el emperador me respeta". Hakuin se rio y contestó "¿Un Samurái, tú? Pareces un mendigo". El orgullo del samurái se sintió herido y olvidó para que había venido. Sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo: "Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta". Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurái entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Aquí se abren las puertas del cielo. La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parte, fuera de ellos mismos...El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren...en un segundo se puede ir del cielo al infierno, del infierno al cielo.
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 04:36:20 +0000

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