Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo vivo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra dentro del pozo como para cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitándole al caballo ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir y de un salto salió trotando. No aceptes la tierra de problemas que tiren sobre ti; sacúdela y aprovéchala para subir. Y cuanto más tierra te echen, más irás subiendo Si estás "allá abajo, en el fondo del pozo", sintiéndote poco valorado, y los otros deciden enterrarte vivo, recuerda el caballo de esta historia, sacúdete y comienza a subir. La palabra de Dios en Romanos 8:28 Declara: Los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien.
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 02:06:04 +0000
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