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Un documento que aporta a la discusión actual LA DEMOCRACIA SECUESTRADA O ENCARCELADA Por: Adriana González C. Abogada, Máster en Ciudadanía y derechos humanos: Ética y Política Catedrática de la UTP La ilegitimidad siempre se resuelve censurando, acotando, restringiendo o anulando la democracia Los oscuros y difíciles momentos por los que atraviesa actualmente la Universidad Tecnológica de Pereira me llevan a hacer un breve análisis de algunas circunstancias que rodean la lucha estudiantil y los reclamos de la planta profesoral afiliada a su histórico sindicato ASPU. No es de mi interés entrar a tocar todos los puntos objeto de reclamo por algunos estamentos de la Universidad, pero en concreto deseo referirme a uno de los elementos que los docentes han tomado como esencial de sus solicitudes y me refiero al hecho de poner en entre dicho la DEMOCRACIA al interior de la Universidad Tecnológica de Pereira toda vez que es precisamente por dicho concepto que me encuentro vinculada como docente catedrática en este Alma Máter. A manera de introducción: En principio la democracia se define como “el gobierno de todos”, y tiene su origen en la Grecia antigua donde los atenienses la practicaron y promulgaron exitosamente -así tuviera en su momento las conocidas restricciones-, para hoy inconcebibles. Desde la Grecia antigua la DEMOCRACIA ha sido el elemento esencial que ha motivado la organización social y política de occidente, esto sin desconocer que a lo largo de la historia no ha sido la única regente de la humanidad, pues se ha puesto de lado en momentos donde la barbarie ha triunfado estrepitosamente, lo que permite recordar que es un concepto NO conquistado totalmente o adherido de manera consustancial a las formas organizativas del ser humano, significa esto que se debe estar vigilante constantemente por las amenazas que sobre ella se ciernen. Con el paso del tiempo la DEMOCRACIA ha evolucionado como todo elemento cultural producto de los actos artificiales creados y realizados por el ser humano, el concepto de democracia hoy implica una cantidad de elementos que se adaptan a las nuevas formas de vida y de sociedad, por ello cada momento histórico encarna un reclamo de democracia diferente y ampliado, toda vez que la comunidad en su evolución social exige nuevas formas de orientarse, autogestionarse y dirigirse. Claro ejemplo de lo anterior, lo tenemos en las exigencias que fueron surgiendo frente al voto como elemento democrático esencial, las mujeres y los desposeídos –negados en su ejercicio ciudadano- se constituyeron en un renglón importante de los reclamos de democracia hasta lograr el voto universal, lo que permite comprender que aun hoy está en construcción la estructura que levanta la democracia como estandarte de las formas de organización política. Ahora bien, es perfectamente comprensible que tales ideas requieran de reconceptualización en la medida que las sociedades evolucionan y se transforman considerablemente, lo que es verdaderamente inadmisible es que las nuevas demandas de quienes se comprimen en un conglomerado social sean respondidas por quienes les representan con la reducción, restricción, desmejora y hasta aniquilamiento de dichos ideales. Creo que hoy la democracia está siendo nuevamente atacada y dejada de lado para dar paso a caminos que sin duda pueden llevarnos una vez más al aniquilamiento, destrucción y desarticulación de la sociedad civilizada que entronizó a la democracia como uno de sus más altos valores. Evolución democrática: La sociedad contemporánea se ha complejizado sustancialmente, tanto sus formas de producción económica, de comunicación como de organización política han denotado lo que se podría denominar como un “avance”. La mundialización por su parte ha logrado un impulso a nuevas demandas económicas, sociales, culturales y políticas que para el entender de muchos y muchas no tienen marcha atrás, es por ello que en un contexto ya globalizado los reclamos recientes de democracia en la zona del Magreb o la llamada primavera árabe de 2011, el movimiento de los indignados en España y la lucha rebelde en Siria –por dar algunos ejemplos- no sólo constituyen un alto impacto en lo que se podría denominar “opinión pública global” si no que además ha ido transformando subrepticiamente la brecha comunicativa y organizativa hasta ahora existente y ha permitido descubrir las luchas constantes de los pueblos por el deseo y necesidad de ampliar sus formas de intervención ciudadana, de elecciones democráticas, de gobierno y de participación directa en la orientación de sus destinos. Si bien es cierto que la globalización ha dado réditos a las sociedades actuales pues por cuenta de la misma, expresiones culturales otrora desconocidas son accesibles al planeta entero, los conflictos sociales pueden ser vistos de primera mano con sólo hacer un “clic”, la opinión ya no se restringe a los especialistas cooptados por medios de comunicación pues hoy por hoy existen otras formas que permiten expresarse al ciudadano de a pie sin restricciones, también es cierto que esa gloriosa mundialización –en su significación francesa- ha dado al traste con la vida cotidiana de muchas comunidades humanas, ha irrumpido agresivamente en sociedades imponiendo nuevas formas de gobierno y haciendo que la democracia pierda el control. Antoni Verger y David Llistar, afirman: El proceso de globalización ha abierto un debate en las ciencias sociales sobre la reconfiguración de la geometría del poder. En el marco de este debate, algunos autores consideran que actualmente el poder del Estado-nación se está debilitando y renegociando.”1 Sin embargo, me atrevería a afirmar que la praxis política ha demostrado que ya no se trata de un debate de las ciencias sociales sino de un hecho cumplido: “la reconfiguración del poder” si ha debilitado la estructura del Estado-Nación y su accionar es cada vez más débil y sensible, pero además me atrevo a agregar que el debilitamiento no se ha dado sólo por agentes exógenos impulsados por el proceso globalizador económico, sino por agentes internos o endógenos que han contribuido a debilitar la democracia y la soberanía como elementos esenciales del Estado-Nacional promulgado desde los tiempos de la revolución francesa, elemento en el que profundizaré más adelante. En las sociedades contemporáneas, la democracia ya no se restringe en apariencia al mero hecho de “elegir y ser elegido”, es decir al voto directo como máxima expresión del poder popular, se hizo necesario crear nuevas formas de participación ciudadana que ampliaran la democracia hasta ir tocando escenarios íntimos de los ciudadanos y ciudadanas y algunas formas de control de lo público –institucionales o no- se constituyeron como elemento categórico de la democracia actual. 1 Antoni Verger y David Llistar 2005, en La jerarquía global-local en el sistema de estatificación mundial. Nuevas estrategias ante nuevos escenarios. Para la revista Politika. 2005 “La democracia, en consecuencia, no puede reducirse a unas instituciones públicas, a una definición de los poderes y ni siquiera al principio de la libre elección, a espacios regulares, de los dirigentes; es inseparable de una teoría y una práctica del derecho”2. Siguiendo a Alain Touraine, uno de los pilares de la democracia contemporánea es el CONTROL CIUDADANO establecido como mecanismo cardinal para limitar el poder, ese que sin control puede derivar en nuevas formas tiránicas de dirigir los destinos del conglomerado social, y valga la pena recordar que cuando el poder pone en marcha dispositivos que buscan censurar toda clase de manifestaciones sociales o que busca el entorpecimiento del ejercicio del control ciudadano ha derivado indiscutiblemente en experimentos con lamentables consecuencias como fue el Nacional-Socialismo en Alemania o la dictadura de Pinochet en Chile y la de Videla en Argentina. Es justo cuando el poder no permite su control por quien es el destinatario último de la democracia y constituyente primario -esto es el ciudadano y ciudadana de a pie-, que ese poder “que supuestamente representa el poder popular” termina constituyéndose en una tiranía o dictadura. Y es justamente el menoscabo de esta idea la que me parece sumamente preocupante frente al gobierno actual de la UTP, en concordancia con lo anteriormente afirmado respecto de los agentes endógenos que erosionan el concepto de democracia. Si bien es cierto que los estudiantes de la universidad han exigido la renuncia del señor rector Luis Enrique Arango Jiménez, dista este reclamo de las denuncias que han acompañado a los docentes agrupados alrededor de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios las últimas tres semanas y que se concentran en pedir Democracia, Ética y Dignidad en la contratación docente. Contextualizar la nueva democracia en el conflicto de la UTP: Los docentes cansados de buscar alternativas de buen gobierno al interior de este Alma Mater, y después de observar situaciones que a su buen saber y entender constituyen actuaciones irregulares, acudieron a través de un ejercicio periodístico a poner en conocimiento de la comunidad universitaria en general, las actuaciones con las que algunas directivas de la universidad estaban enlodando la transparencia que le debe acompañar a una institución educativa de carácter público, de la cual se pregona y se exige hechos diáfanos y limpios, pues sin duda el beneficio personal en las publicaciones científicas de la universidad y la vieja y cuestionada figura de ser juez y parte beneficiada en un proceso de divulgación científica dista mucho del actuar transparente que debe acompañar un gobierno democrático universitario, igualmente cuestionar los escandalosos tentáculos de la Red Alma Mater, no sólo con la sanción de la Procuraduría a su exdirector ejecutivo el señor Germán Toro –ahora con nuevo escándalo del concejal Camacho de Bogotá a bordo- o el reclamo de un contratación digna para los docentes transitorios y catedráticos vinculados a la universidad, son derechos que le asiste a cualquier docente, estudiante y ciudadano de la ciudad de Pereira. Poner en cuestión los evidentes beneficios personales de agentes administrativos de la universidad no puede constituir bajo ninguna circunstancia una afrenta al poder establecido de la UTP, mucho menos se puede acusar a quienes en un ejercicio legítimo y democrático de poner en cuestión la actuación administrativa por vías democráticas como un periódico puede ser 2 Alain Touraine. ¿Qué es la Democracia?. Fondo de Cultura Económica, México, 2006, pág. 37. censurado desde quienes detentan el poder universitario. Pedir explicaciones de actos que para cualquier ciudadano o ciudadana se constituyen en irregulares por parte de la administración pública no es más que el nuevo ejercicio y mandato democrático del que Alain Touraine nos hace referencia. La democracia ha cambiado, es evidente para la ciudadanía en general, pero para las directivas de la Universidad Tecnológica de Pereira, que al parecer siguen paradas en las reglas del oscurantismo medieval europeo, el pedir explicaciones y hacer uso de un medio democrático de difusión de información como es la prensa, constituye una afrenta a su poder. Pareciera ser que estamos más cercanos a los oscuros momentos de la Alemania Nazi gobernada por el nacional-socialismo de Hitler, o por los dictados de Salazar en Portugal, de Pinochet en Chile, de Videla en Argentina, de Pérez Jiménez en Venezuela entre otros tantos ejemplos, sin duda todos y cada uno de ellos demostraron hasta la saciedad que el poder tiránico se representa por la intolerancia absoluta al control ciudadano y de la prensa y a la manifestación pública de quienes al carecer de alternativas y canales de escucha para sus reclamos al poder –lo que en palabras de Bourdieu puede denominarse violencia simbólica- terminan recurriendo a acciones de hecho, que si bien no cuentan con el aval de la legalidad tampoco constituyen la “ilegalidad”, es decir están en una especie de limbo jurídico o legal, no sin antes recordar que el principio legal y constitucional es que a los ciudadanos les está permitido hacer todo aquello que la ley NO PROHIBE y a los funcionarios públicos sólo les está permitido hacer lo que la ley ESTIPULA, es decir que para la ciudadanía el mundo es de libertad y para los funcionarios públicos el mundo es de restricción, sin salirme de los lineamientos que el propio Estado Liberal, es decir el Estado capitalista ha creado. Observar las actuaciones de la dirección universitaria en el actual conflicto permite descubrir el “miedo” a permitir poner en cuestión su función pública de administrar una institución académica estatal, función que debe estar caracterizada por la transparencia, el pleno permiso para el ejercicio del control ciudadano -venga de donde venga-, la rendición de cuentas aunque sea solicitada de manera extemporánea y el ejercicio democrático de la discusión y argumentación de posiciones encontradas, pero cuando el poder no permite tales actuaciones es simplemente por la ausencia de uno o de estos dos elementos: la falta de legitimidad o actuación corrupta, pues es claro que cuando el poder cuenta con legitimidad y actúa con transparencia carece de miedo para poner en cuestión su poder, de hecho sabe que su legitimidad se basa en la posibilidad de ser cuestionada constantemente y su actuar transparente se constituye en su piedra angular, de ahí que la democracia contemporánea busca su legitimidad en la profundización y mejora de los mecanismos de control institucionales y ciudadanos. Al contrario de abrir sus puertas a la discusión la UTP cerró fronteras, acudió a una verdadera cacería de brujas amenazando ahora con denunciar a los redactores del periódico “La Palabra” como órgano de difusión de ASPU, ha comenzado a exigir a los docentes universitarios llenar formatos de clase para comprobar que no nos encontramos en huelga, ha perseguido a un estudiante de la facultad de medicina y líder de la protesta estudiantil –con la complicidad del periódico La Tarde- acusándolo de haber amenazado de muerte al rector, acusación que se hace sin fórmula de juicio y sin que medie una decisión judicial, todo por un comentario del irresponsable y manoseado mundo Facebookiano que carece de un control y en el que fácilmente se pueden filtrar miles de intereses, como si fuera poco lo anterior, el rector ha publicado su columna semanal en el campus virtual (comunicaciones.utp.edu.co/noticias/24119/guerra-avisada-no-mata-soldado) titulada “Guerra avisada no mata soldado” que después de su lectura y al finalizar la misma pareciera más una advertencia y un mecanismo de infundir terror al profesorado, al que sindica de instigar el movimiento estudiantil –como si éste no contara con autonomía y careciera de carácter para definir sus propias luchas- y peor aun acusando a la izquierda y sectores radicales de movilizar al país por cuenta de la educación, quedando en el ambiente un tufillo de macartización contra los partidos de izquierda olvidando que vivimos en un Estado democrático y constitucional que incentiva todas las formas de participación política, y finalmente se ha acudido a poner en funcionamiento una nueva organización docente que respalda fielmente al rector y al Consejo Superior creando así una abierta división del cuerpo profesoral, docentes que además acuden a las asambleas sindicales de ASPU, graban las discusiones sin solicitar autorización y se niegan a firmar las listas de asistencia, situaciones que dan mucho que pensar para quienes asistimos sin miedo y convencidos del derecho que nos cobija al ejercicio de nuestros derechos fundamentales constitucionales como es la asociación sindical. Después de poner en conocimiento la irregularidad de tantas acciones poca duda queda que estas actuaciones no son correspondientes a un poder abiertamente legítimo y transparente que por el contrario y como ya se dijo se acercan más al período del oscurantismo europeo, de la cacería de las brujas en Salem o de la Alemania del nacional-socialismo de la década del 30 y 40 del siglo pasado. He aquí el análisis de lo que podríamos denominar los elementos endógenos que ayudan a erosionar la democracia al interior de la UTP. Política exterior antidemocrática, ejercicio interior antidemocrático: El banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional como organismos multilaterales que bien podrían ubicarse en el eje del mal según los análisis del experto exdirector de la FAO de las Naciones Unidas y profesor de las universidades de Berna, Grenoble, La Sorbona y Ginebra Jean Ziegler, han sido los abanderados de la nueva forma de gobierno denominada: GOBERNANZA, un fenómeno reciente en la práctica de la política mundial que galopa al amparo de la globalización y busca establecer el dominio de lo privado en lo público como solución a la crisis de gobernabilidad, crisis que sin duda ha sido suscitada por el desmedro consciente y articulado de quienes detentan el poder mundial –público y privado- para llevar al denominado Estado Bienestar a la asfixia, de manera tal que todos los bienes y servicios que dejan dividendos pasen una vez más al sector privado. Además de conseguir el fracaso del Estado intervencionista y lograr hacerse del control total de la economía y de la prestación de los servicios, otrora derechos, ahora quieren la otra parte del pastel, el poder público para que nada sirva de obstáculo a la consecución de sus intereses privados. Es por cuenta de la gobernanza que hoy vemos sin escandalizarnos el famoso uso de “las puertas giratorias” de lo público a lo privado y de lo privado a lo público, tanto en el orden mundial como en el doméstico. El expresidente George Bush pasó del dominio de su empresa petrolera a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, en Colombia se puede observar sin problema alguno como exministros dedicados al manejo de la cosa pública han pasado a la dirección de lo privado y cómo los grandes empresarios privados han dado el salto en un solo fin de semana a la administración pública, Fabio Villegas, Mauricio Cárdenas, Jaime Arias, María Consuelo Araujo son entre muchos, ejemplos claros de la intervención de lo privado en lo público. No se podría decir que al interior de la UTP el uso de las puertas giratorias ha sido cotidiano, sería faltar a la verdad, pero si es claro que el nuevo estilo de GOBERNANZA es plenamente utilizado por la perpetuada administración. Los programas de autogestión –privados por sus costos de matrícula-, el incremento desmesurado de los tentáculos de la Red Alma Mater en la UTP –con dominio privado por su extraña naturaleza jurídica-, una forma de gobierno con sesgos privados, es decir que no permite el control universitario y mucho menos la discusión de la política educativa y peor aún derogar normas de carácter nacional para beneficiar al Rector de la UTP imponiendo un nuevo límite de edad en el retiro forzoso y poder prolongarse en el cargo, pese a contar con más de 67 años de edad, permite demostrar que es justo el modelo de GOBERANZA el elemento exógeno que está corroyendo la democracia al interior de la Universidad. “La ilegitimidad siempre se resuelve censurando, acotando, restringiendo o anulando la democracia”, y de ello todos somos conscientes cuando hacemos un análisis histórico de los períodos del fortalecimiento del poder tiránico, pues ha sido la fórmula utilizada en las dictaduras que acuden al terror, a la restricción de derechos y a cercenar la democracia para mantener un poder verdaderamente insostenible. Nuevamente Touraine nos dice: “Puesto que no hay democracia sin el reconocimiento de un campo político donde se expresan los conflictos sociales y en el que, mediante un voto mayoritario, se toman unas decisiones reconocidas como legítimas por el conjunto de la sociedad”3(Subraya adicional) Es justo ese llamado el que hacemos los docentes de una organización legítima y protegida constitucionalmente, pedimos abrir canales de comunicación que permitan dar cuenta de las acciones del poder público universitario, que podamos ser vencidos a través de la argumentación seria y compacta que justifique y de cuenta de un poder transparente y no acallados por el terror, la división del cuerpo profesoral orientada desde quien detenta el poder, la intimidación y la amenaza de persecución judicial. Ya lo ha advertido Cornelius Castoriadis al afirmar la inexistencia de la democracia liberal, “Habría que empezar preguntándonos en qué consiste esta famosa democracia a la occidental. Pienso, por mi parte, que hablar de democracia en estos casos, es parte de la inmensa regresión ideológica y de la amnesia histórica que caracteriza a nuestra época y que se expresan también en el plano intelectual, en la reflexión política, en la filosofía y en la economía.” y continúa: “Si miramos, no la letra de las constituciones, sino el funcionamiento real de las sociedades políticas, comprobamos inmediatamente que son regímenes de oligarquías liberales. A ningún filósofo político del pasado digno de ese nombre se le habría ocurrido jamás llamar a estos sistemas “democracia”. Inmediatamente hubiera encontrado que habría allí una oligarquía que está obligada a aceptar unos límites de sus poderes, dejando algunas libertades al ciudadano. ¿Quiénes son los portadores de estas oligarquías políticas? Evidentemente la burocracia de los partidos políticos, la cima del aparato del Estado, los dirigentes económicos y los grandes propietarios, el managment de las grandes firmas y, cada vez más, los dirigentes de los medios de comunicación e información”4 3 Ibíd., pág. 101 4 Cornelius Castoriadis. Conferencia pronunciada en septiembre de 1.993 en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Condensa así Castoriadis todo el intríngulis que significa la democracia liberal hoy rebautizada como gobernanza y que deja desnudos a los ciudadanos y ciudadanas en el ejercicio de sus derechos democráticos, pues el control pasa a manos de unos cuantos que desde el poder económico privado orienta las políticas malamente denominadas públicas y busca legitimarse a través de un empobrecido o raquítico voto ciudadano que sólo sirve para refrendar las decisiones de aquellos. Es por ello que me atrevo a llamar a este momento histórico de occidente y de Colombia, como el tiempo en que se “secuestró la democracia”, quien diciente es objeto de persecución pública desde muchos medios de comunicación, desde la jurisdicción como elemento representativo del poder coercitivo, desde el terror como ejemplo atemorizante para que nadie más se atreva a denunciar y reclamar sus derechos y desde el llamado a tildar de “ilegal” todo aquel que confronta el poder así sea por medios democráticos, sin olvidar que la legalidad o ilegalidad la determina quien detenta el poder. La ciudadanía está secuestrada en el terror que infunde el sistema, se encarcela en ese “shock” que plantea Naomi Klein en su valioso texto “La Doctrina del Shock” para que cuando logre salir del mismo y pueda reaccionar: ya todo está dado, ya todo está perdido, de manera tal que ya no puede salir del sistema que lo asfixia y esclaviza. Situaciones que hoy percibo con cierta angustia al interior de la UTP. No quiero terminar el presente análisis sin dejar de mediar un argumento que ronda en la cabeza de muchos ciudadanos y ciudadanas de Pereira, y que sin duda tiene un sólida argumentación, pero al que yo “ingenuamente” me niego a dar crédito sólo por el mero hecho de pensar que hasta la Academia esté en manos de personas que actúan más cercanas a los métodos delincuenciales que a los medios de una recta administración pública. Se ha ido consolidando un análisis muy bien argumentado del actuar mafioso que puede darse desde la academia, y mafioso no en el sentido popularmente conocido porque esté atravesado por el narcotráfico, sino mafioso en su concepción inicial de PADRINAZGO, donde se teje una cadena de favores y de protectores que van permitiendo sin sonrojo alguno el desangre o mal actuar de tales funcionarios públicos, sin duda esto decanta en corrupción y me genera una duda muy grande al no encontrar lógica en la negativa de las directivas de la universidad de dar explicaciones a tan simples reclamos del profesorado, tales como: 1. El sistema de concesión de puntos a las publicaciones de docentes que parecen unos verdaderos “Da vinci”, en el sentido de conocer científicamente de lo divino y lo humano –personas que publican en áreas del conocimiento como métodos de observación de estrellas, constelaciones y otra clase de objetos espaciales, que a manera jocosa sostienen algunos docentes, “en la propia UTP el único observatorio es el “Observatorio del Delito” dirigido por el profesor jubilado Guillermo Gartner”-, 2. Poner en entredicho las publicaciones de docentes que equivaldrían a realizar 8 doctorados o 32 libros, hazaña que ni siquiera Albert Einstein logró en su carrera académica, 3. Poner en cuestión el concurso docente por la ausencia técnica de elementos como el perfil académico, la designación de jurados o la limitación a los concursantes y por último atreverse a poner entre la opinión pública la cuestionada Red Alma Marter hoy salpicada por un nuevo escándalo. Pero vuelvo y repito me niego a pensar que existe una cadena de tráfico y corrupción al interior de la universidad pues prefiero dar el beneficio de la duda a quienes pueden estar salpicados por actuaciones que al pensar de muchos rayan con la irregularidad. Sin embargo, si me atrevo a decir que las actuaciones de la administración de la universidad en el actual conflicto están atravesadas por un profundo interés de implantar definitivamente la gobernanza como nuevo sistema de gobierno que privatiza lo público como falso mecanismo de subsanar la crisis de gobernabilidad pública, que la democracia está sitiada porque los impulsos renovadores amenazan un poder eternizado que puede caer fácilmente en tiranía, que el miedo a ceder ante los controles ciudadanos puede descubrir actuaciones incorrectas propias del poder desmedido de un nuevo “soberano” que revive las prácticas malsanas supuestamente superadas con la democracia moderna y finalmente un pensado y articulado deterioro de la democracia como único instrumento de poner coto a la desmesura del poder establecido. Bibliografía: Alain Touraine. ¿Qué es la Democracia?. México, Fondo de Cultura Económica, 2006. Antoni Verger y David Llistar. La jerarquía global-local en el sistema de estatificación mundial. Nuevas estrategias ante nuevos escenarios. Barcelona, Revista Politika, 2005. Cornelius Castoriadis. Conferencia pronunciada en septiembre de 1.993 en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Jean Ziegler. Los nuevos amos del mundo. Pierre Bourdieu, Gunther Teubner. La fuerza del Derecho. Bogotá, Ediciones Uniandes, 2.005.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 20:33:26 +0000

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