Un día como hoy, 14 de julio en el año... 2013 La ácida misa rockera de Tame Impala en Madrid Lugar: La Riviera (Madrid) Fecha: 13 de julio Asistencia: 2.500 personas (lleno) En recientes entrevistas, Kevin Parker, líder de Tame Impala, ha querido minusvalorar la calidad de su segundo disco, Lonerism, presente en la cabeza -o cerca- de todas las listas de lo mejor de 2012. En otro caso de negar la mayor, también ha querido descartar que su música sea eminentemente retro. Mientras que el primer asunto es cuestión de opiniones (Lonerism es muy bueno, ¿el mejor del año? No sé si diría tanto), el segundo se pudo comprobar empíricamente en La Riviera. Y sí, la psicodelia garajera de soleadas melodías de los australianos es obviamente retro y remite a la segunda mitad de los 60 y principios de los 70 (desde el Revolver de los Beatles hasta el Dark side of the moon pinkfloydiano), aunque hay matices que indican un deseo de darle un barniz más actual, como el uso de sintetizadores para confeccionar bases electrónicas o un momento casi dubstep al final de Endors toi. La tercera cuestión a dilucidar después de leer ciertas entrevistas era la actitud de Parker. Perezoso hasta la mala educación a la hora de explicarse, era legítimamente temible pensar que sobre el escenario fuera otro de esos frontman de grupo de moda quemado por la adulación y el ego inflado, pasota y desganado. Pero no, Parker mostró energía -sin pasarse, no es ningún showman- y poderes comandando a una banda de cuatro miembros que le tiene perfectamente cogido el tranquillo a un sonido saturado hasta el punto justo, y no más. Además, se permitió felicitar al público, como es de rigor. Si sus alabanzas (“sois el público más escandaloso de esta gira”) son sinceras o no, no lo sabemos, pero es cierto que la multitud respondió con fervor. Los coros futboleros al estilo Seven nation army sonaron nítidamente recreando el riff hardrockero de Elephant, y por molestos que sean, su existencia es prueba clara del éxito de un grupo. Elephant fue la segunda parte de un miniset especialmente guitarrero, que comenzó por una Half full glass of wine que juega con un riff de sonido Black Sabbath, se pierde maravillosamente en una progresión instrumental de seis minutos y vuelve a retomarlo al final. Fueron algunos de los mejores momentos del concierto, junto a Mind mischief, Solitude is Bliss, Keep on lying æ y la también muy coreada Feels like we only go backwards. En otras partes, las canciones de Tame Impala sufren para diferenciarse unas de otras, aunque su brillante y soleado sonido psicodélico -endurecido en directo- mantiene el tipo, induciendo al trance viajero a poco que uno se deje llevar. Es el objetivo casi psicoactivo de Kevin Parker, un fumeta solitario, genio en su dormitorio, que cuando se sube a un escenario sabe jugar a chamán de misas rockeras ácidas.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 11:49:41 +0000
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