Un día estaba en casa tratando de evitar hacer la tarea -y - TopicsExpress



          

Un día estaba en casa tratando de evitar hacer la tarea -y ustedes saben exactamente lo que es eso-, porque yo todavía... bueno, yo lo hacía todo el tiempo. Entonces estaba sentada y me dieron ganas de escuchar música en Youtube. Y ustedes saben que la página tiene una columna a la derecha que muestra videos relacionados... Pues eso fue lo que vi. Y cuando miré con mayor detenimiento, di con una foto que me resultó muy familiar. Le di click, sin saber que ese click que yo le di a esa pequeña foto que me pareció era mía, cambiaría mi vida para siempre. No sabía que darle click a ese video sería un momento definitivo en mi vida. ¿De qué se trata el video? Lo abro. Lo primero que vi fue... bueno, sí, esa es una foto mía de cuando tenía once años... yo estuve en ese show... Veo un poco arriba del video, y el título del mismo es "La mujer más fea del mundo". Quiero que se tomen un minuto y asimilen lo que les acabo de decir. Piensen en lo que ustedes sentirían si casualmente estuvieran escuchando música y de alguna manera vieran una foto suya y alguien les etiquetara como "el hombre más feo del mundo" o "la mujer más fea del mundo". Sólo imaginen la sensación. Y luego de ver ese horrible, horrible video, imagínense escudriñando la página y respondiendo emocionalmente al hecho de que cuatro millones de personas lo han visto. Cuatro millones. Sigo escudriñando el video y me doy cuenta que dura ocho segundos. Presiono play, y no tiene sonido. Y pienso "Es un video de ocho segundos, sin sonido, que trata sobre mi y que fue visto por más de cuatro millones de personas, llamándome la mujer mas fea del mundo". Literalmente sentí como si una mano emergiera de la pantalla y me golpeara una y otra y otra vez. Hasta la fecha todavía desconozco por qué lo hice, pero descubrí que el video tenía miles y miles y miles de comentarios - en un video de ocho segundos que no tiene sonido. Me senté ahí, y leí cada uno de ellos. Ninguno era positivo. Ninguno. Los comentarios variaban desde personas que me decían que le hiciera un favor al mundo y apuntara una pistola a mi cabeza. Otros preguntaban por qué no salía de la casa con una bolsa en mi cabeza, porque si la gente me viera, podría quedar ciega a causa de mi fealdad. Algunos más me daban consejos sobre cómo suicidarme. Cuando vi el video, cursaba la preparatoria. El video era de cuando tenía once años, y el video lo decía claramente. Y no pude comprender como alguien, sin importar la edad, pudiera pensar... unirse a la burla y decir cosas tan horribles, sin saber que un día yo iba a encontrarlo. Lloré desconsoladamente leyendo esos comentarios. Mi nivel de confianza pasó de encontrarse aquí arriba, hasta hallarse acá abajo, hasta casi desaparecer. Y siento que me tomó mucho, mucho tiempo llegar hasta ese nivel. Y en un instante, se derrumbó por completo. Mi llanto se transformó rápidamente en ira. Quería rápidamente limpiarme las lágrimas de la cara, acercarme el teclado y responder a todos los comentarios. No sabía lo que quería decirles, sólo quería hacerlos sentir mal. Quería hacerlos sentir mal por esconderse detrás de una pantalla de computadora y decir tantas cosas horribles a alguien que ni siquiera conocían. Pero me detuve, pensando "¿Qué voy a ganar con todo esto?", "¿Qué voy a conseguir rebajándome a su nivel?" Nada. Voy a protagonizar una batalla interminable que no va a probar nada. Me voy a convertir en una de esas personas que se esconden detrás de una computadora y se burla de otros. O que provocan que otros se sientan mal consigo mismos. Y yo no fui educada para ser así. Así que me detuve y pasé un muy mal momento asimilando este video. Fueron momentos muy duros. Pero algo conectó conmigo. Una pequeña voz en mi cabeza, la cual supe pertenecía a Dios. Y escuché "Espera... déjalo ir". Eso fue lo que hice. Lo dejé ir, pero igual fue muy difícil para mí levantarme de donde me encontraba. Muy difícil. Pero hice lo que mis padres me dijeron cuando estaba en Kínder: "Sé tú misma y otros lo verán". Entonces eso fue lo que hice. Seguí con mis estudios y todo era maravilloso a pesar de la existencia de ese video. Me sentía emocionada por conocer otras personas. Me sentía emocionada por comenzar esta nueva travesía en mi vida. Y sin siquiera intentarlo, mi vida... todo comenzó a caer en su respectivo sitio. Mi relación con Dios estaba mejor que nunca, porque en ese momento que supe que quería ser oradora estaba como "Ahora sé a lo que te refieres, ahora lo entiendo... aunque todavía tengo algunas preguntas". Pero lo entendía. "Me hiciste la beba que era por una razón. Al crecer, me pusiste todos esos obstáculos para hacerme más fuerte. Hiciste que me viera diferente para que al mismo tiempo yo pudiera ver la belleza que no es definida por los medios de comunicación". Y en efecto, sigo aprendiendo. Pero la sensación que recibo de saber que Dios está trabajando a través de mí, ayudándome a decirles algo a ustedes, es el sentimiento más poderoso de todos. Pero por todas estas cosas yo no puedo tomar crédito alguno. No puedo. Y gracias a mi fe, a mi familia y a mis amigos he podido conquistar todo esto, y seguiré haciéndolo por el resto de mi vida. La prioridad en mi vida es la fe. Antes miraba este síndrome que Dios me dio como una señal gigante que decía "Maldición". Miro ahora, y lo que veo es una señal gigante y feliz que dice "Bendición". Y siempre lo miraré como una bendición. Todas las preguntas que tenía, todos los "¿Por qué?", todos los "¿Por qué yo?", todos los "¿Por qué, Dios, me hiciste esto?" Han sido respondidos. Y dejé de preguntar "Por qué". Porque aprendí que Dios hace absolutamente todo por una razón. Y, básicamente, tienes que soltarlo todo y dejar que Dios se haga cargo - porque lo hará. Lo veas claramente o no. Eventualmente te sentirás tan sorprendido que pensarás "Gracias, Dios". Antes de que se te presente un problema, Él ya sabe cómo te va a ayudar a solucionarlo. ¡Cuán agradable es esa sensación! Cada vez que emprendo algo, me emociono porque sé que Dios estará allí para protegerme. Dios estará allí para ayudar a levantarme cuando me haya caído, e incluso para elevarme cuando me sienta inspirada. Voy a decirles ahora mismo que si dejan de preguntar "¿Por qué?", y si comienzan a decir "Gracias, Dios", todas las respuestas vendrán a ustedes. Todas. Quiero agradecerles por tenerme aquí con ustedes, por escuchar mi mensaje; y espero... espero que ustedes sepan que Dios los puso aquí por una razón, y Él quiere que ustedes compartan esa razón con otros, sin importar lo demás. Gracias. * Lizzie Velasquez nació con una rara enfermedad que le impide ganar peso. Hace algunos años descubrió que ciber-bullies cruelmente la votaron como "La más fea del internet". Elevándose por encima de quienes la atormentaron, ha conseguido vivir una vida plagada de éxitos y satisfacciones.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 03:40:35 +0000

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