Un hombre mayor de edad, halló una botella mágica en la playa. Cuando la agarró, apareció delante de él un genio. “POR HABERME LIBERTADO", dijo el genio, "YO TE CONCEDERÉ UN DESEO”. El hombre pensó por un momento y dijo: Mi hermano y yo tuvimos una pelea hace treinta años y desde aquel día se corto toda comunicación. Anhelo fervientemente que él me perdone. Se oyó un trueno y el genio habló: "SU DESEO FUE CONCEDIDO". Y continuó el genio: Usted me sorprendió. La mayoría de los hombres piden riqueza o fama, usted solo desea el amor de su hermano. ¿Cuál el motivo? ¿Es porque esta viejo y cerca a la muerte? Yo no me estoy muriendo, dijo el hombre, pero mi hermano si está muy cerca a la muerte; y su póliza de vida vale 60 millones!!! Cuando amamos a nuestro hermano, confirmando que amamos a Dios. Cuando nuestro amor envuelve la vida de nuestro prójimo, engrandecemos el nombre del Señor. Cuando nuestro amor alegra los días de nuestros hermanos, alegramos también el corazón del Señor. Nuestro amor al prójimo debe ser semejante al amor que tenemos por nosotros mismos. Debemos regocijarnos también por las bendiciones de nuestros hermanos, del mismo modo que nos alegramos con nuestras bendiciones. Debemos celebrar, delante de Dios, las victorias de nuestro hermano con el mismo placer que celebramos nuestras propias victorias. Dios es amor y ése debe ser el propósito de nuestras vidas. Si, Jesús está en nuestros corazones, su amor también. Pr. Elías Bermúdez Guillen. https://youtube/watch?v=Z7kX8zcZ5TA
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 17:16:40 +0000
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