Un hurto de características especiales fue el que victimó a Roberto Ribereau, un hombre joven, ciego, que se desempeña como telefonista en el hospital municipal. Según consta en la denuncia, el miércoles comenzó el turno a las 18 y terminó a las 6 del jueves. Se retiró un momento del recinto donde trabaja y al regresar se dio cuenta que no estaba el teléfono celular de su propiedad al que había dejado cargando la batería. Se trata de un aparato marca Nokia –de elevado costo- diseñado especialmente para ciegos; trae auriculares por cuanto convierte a voz los mensajes que aparecen en la pantalla. Si bien en un principio Ribereau pensó que la desaparición de su teléfono podía deberse a una broma de dudoso gusto, con el correr de las horas se dio cuenta que era cierto. Y radicó la denuncia.
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 02:04:48 +0000
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