Un joven rey busco a Dios en el canto de las aguas y no lo - TopicsExpress



          

Un joven rey busco a Dios en el canto de las aguas y no lo encontró, lo busco en el fuego y Dios no estaba ahí. Tampoco estaba en el torbellino, ni en los relámpagos ni en las estrellas. Entonces concluyo que Dios no es sus criaturas, aunque estas lo reflejen desde el principio de la Creación, porque solo por la Fe se puede intuir lo imposible para los sentidos, y todo lo que existe, tanto lo visible como lo invisible le rinde la gloria al Señor. La sustancia divina no participa de la mortalidad de los seres creados, pues esta es trascendente al pecado, al tiempo, al espacio y la materia. Todo paradigma cognitivo es superado por la mente infinita y omnisciente, de modo que solo Yahveh es digno de juzgar y corregir a plenitud. Pero hubo una noche en que Salomón soñó uno de los atributos del Señor. Tal misterio se hizo visible como un símbolo enigmático que fue para el rey la cifra del temor reverencial y el principio de la sabiduría. En una mesa hecha con madera de acacia había en el centro una esfera de oro pulido por cuya superficie, setenta veces siete estaba grabado el Tetragramaton que ningún mortal puede pronunciar. El artificio era un enigma imposible de resolver, porque de manera análoga en que existen operaciones no conmutativas entre cualesquiera dos elementos de una estructura algebraica, las acciones de armar y desarmar el objeto no se correspondían simétricamente, es decir, bastaba escoger cualquier subconjunto no vacío de las piezas para construir una esfera de tamaño mayor a la original. Fue tanta la fascinación y perplejidad de Salomón, que el sueño se mantuvo en su memoria por el resto de su vida como un lúcido recuerdo inexorable. Jehová había hablado con el rey en la visión y le otorgo la ciencia y la sabiduría.
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 22:03:12 +0000

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