Un león, cuyo estómago estaba tan vacío que rugía tanto como el, encontró en un golpe de suerte, a una desvalida liebre durmiendo, cuya captura estaba más que asegurada. Sin embargo, el león, prefirió poner sus ojos en un cervatillo que por allí pasaba, al que comenzó a perseguir, formando un gran escándalo. Tal era el ruido que producían, que consiguieron sacar a la liebre de su profundo sueño y hacer que se marchara a otro lugar, donde pudiera disfrutar de un tranquilo descanso. Tras muchos intentos infructuosos, el león se dio cuenta, de que estaba gastando demasiada energía y que todos sus esfuerzos para dar caza al ciervo no iban a servir para nada. Fue entonces cuando decidió volver a por la liebre, llevándose una desagradable sorpresa: su tan codiciada presa, se había marchado. Fue en ese momento, cuando el león se dijo a si mismo: -Me merezco tener el estómago vacío, ya que desprecié una presa pequeña, que tenía asegurada, por intentar cazar una de mayor tamaño, cuya captura no sabía si podía obtener. Moraleja: si puedes obtener un beneficio, por pequeño que sea de algo, no lo apartes de tu camino, a no ser que tengas alguno mayor asegurado al 100%
Posted on: Thu, 31 Oct 2013 14:07:36 +0000