Un texto que escribí hace ya tiempo, a saber en qué estado de alucinación neuronal, pero que viene de perlas para invitaros a la proyección que Free Alien Projects programa en el Bar Terraza El Apero de Santillana del Mar. Aunque por las conclusiones del texto no lo parezca, lo cierto queridos seres humanos, es que se os quiere, o querría que fuera así, a pesar de tamaña dificultad, conociéndoos, conociéndome. La invasión de los ultracuerpos_ Bodysnatchers_ Sin un ánimo exclusivo. Sólo ante la multitud sin saber qué ocurre, cuál es el problema que nos trajo aquí, quiénes son, qué hay tras los ojos de todos estos que pasean la vida alrededor. Por hablar, en términos cinéfilos, extraño como Antonio Ricci temblando con la bicicleta recién robada mientras con gesto estoico soporta los insultos de tanto hijodeputa camuflado tras su condición de masa. Y los ojos de su hijo que acaban de conocer en su padre la traición del mundo. No es nuevo que señalen a alguien con el dedo, que cuchicheen en los bares mientras las babas de la última copa de X aún se deslizan por el interior del vaso, no es cosa del otro mundo ni un descubrimiento sagaz que uno es menos que la multitud. El individuo está mal visto si no sigue los protocolos y ritos de la tribu. Es obligación para evitar ese mal llamado soledad hacerse socio o seguidor de un club de fútbol, adicto extremo de una historia televisiva por capítulos con ínfulas de ciencia ficción, tribu urbana caracterizada por el convenio de la trepanación, del culto a la cultura a la cultura del culto. Ya se sabe que no se puede vivir sin fe, por lo tanto el catolicismo se ha sustituido por otros perros con collares igualmente salvadores. Y qué decir del humor. De esa tabla de salvación que la masa ha reducido a una primera necesidad de venta en galerías comerciales. Se ha estipulado la comedia bufa y el humor más banal, lo esotérico y la superstición es ahora razón de estado; un carácter agrio, resquemado, una actitud grave ante los sucesos, la seriedad del mero hecho inteligente de comunicar una idea es cuanto menos sospechoso ante ese engendro humano, que cree así danzar para reírse de la muerte. El bufón más mediocre es hoy rey y se aplaude el desprecio de sus escupitajos por los antepasados, cualquiera que precediera a este desastre. Ante la calavera de Yorik no verían más que hueso y polvo, dirigirían su dedo a cualquiera que allí vislumbrase el cómo no caer en la rendición y el aburrimiento, la rutina. De este modo, como una infección alienígena, la cultura de la gracieta discurre invadiendo cuerpos, y si el tema de conversación resulta tedioso en cerebros tan complicados, no tardarás en oír el grito de sus estómagos abducidos. Una espantosa vibración que surge de lo profundo de sus humores y vesículas para abrirse paso por la garganta hacia la boca. Por una razón puramente física y genética esa fuerza al pasar rozando las cuerdas vocales y un muy básico ejercicio de modulación de lengua y labios heredado por millones de años vendrá a ser el consabido: — cuéntame algo gracioso—. Pónganle en todo caso voz femenina o masculina a ese grito, lo mismo da, pues produce idéntico resultado. Por concluir, si mi intención fuera cierto triunfo, aquí debiera abrirse un chiste, ironía simple de mercado, pero sólo añadiré un punto, final, mientras observo la habitación en la que en mi soledad divago, donde aniquilo cualquier posibilidad de convertirme en alguien más que yo mismo.
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 11:03:15 +0000
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