Una gallina joven puso su primer huevo. Adoptó centenares de puntos de vista para admirarlo. “¡Qué hermoso objeto he realizado, soy genial! ¡Es tan valioso que necesita protección: lo guardaré bajo mi cuerpo!” Y sentándose arriba del huevo, ya no se movió de ahí. Dentro, se formó un pollito. Éste, cuando tuvo uso de razón, gritó golpeando las paredes: “¡Mamá, déjame salir!” La gallina, con más fuerza que nunca, aprisionó el huevo entre sus muslos. El pollo exclamó con desesperación: “¡Por favor, déjame nacer!” Y abrió las patas tratando de romper los agobiantes límites. La madre, inquieta, buscó una cinta y comenzó a amarrar férreamente al ovoide. El pollo, ahogándose, agitó sus alas cada vez con menos intensidad hasta que murió. La gallina, satisfecha, suspiró: “¡Quieto al fin! “. Debajo de la cáscara, enroscado, marchito, el que fue proyecto de un rozagante gallo se llenó de gusanos. La gallina, con gran orgullo, colocó su huevo en un pedestal. “¡Mi obra permanece intacta mientras que las otras gallinas dejan que las suyas sean destrozadas desde el interior por unos criminales! ¡No puedo menos que despreciarlas!” Pulió las albas paredes de su querido objeto hasta que enceguecieron al gallo campeón, quien, seducido por tanto destello, hizo pareja con ella. La triunfadora comenzó, pisada de continúo, a poner huevos por docenas. A todos los fue almacenando. El macho, vanidoso, no cesaba de decirle: “¡Te felicito, nuestra valiosa colección crece cada día!”… Los gusanos interiores aumentaron tanto que los huevos estallaron, esparciendo su fétida purulencia. Los dos gallináceos lloraron entre los asquerosos restos, siendo despreciados por los pollos ajenos que, con el correr del tiempo, habían aprendido a volar como golondrinas. ¡Dejemos que las cosas maduren normalmente, no les impidamos crecer! ¡Aquello que viene a través de nosotros debe irse hacia los otros! ¡No atesoremos nuestras obras y entreguémoslas al mundo! by Alejodorowsky
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 05:04:21 +0000