Una historia de terror Un búho entonaba su inquietante canto - TopicsExpress



          

Una historia de terror Un búho entonaba su inquietante canto desde la copa de un árbol situado en la rivera. El río intentaba arrastrar en su corriente al reflejo ondulante de la luna. Una brisa fresca venía desde el campo y atravesaba el bosque que llegaba hasta la rivera del río, y al cruzar entre aquellos árboles añosos, producía un sonido similar a un suspiro. En aquel paisaje nocturno, a unos metros de la orilla del río, en el borde del bosque, descansaban tres cazadores de jabalíes y sus perros. Los tres hombres rodeaban una fogata, los ocho perros que formaban la jauría dormitaban alrededor de ellos. - Ese búho no para de cantar, bicho mal agüero - protestó uno de los hombres. - No tienes miedo a los jabalíes pero te asusta un búho, jaja…- dijo uno de los integrantes del pequeño grupo y le palmeó el hombro a su compañero. Uno de los hombres, que había estado callado hasta ese momento, y atizaba el fogón con una rama, miró a sus compañeros y les dijo: - Hasta el ser mas inocente, que no represente un peligro, te puede dar tremendo susto, mas bien te puede aterrorizar - el hombre hizo una pequeña pausa para tomar un sorbo de café, los otros lo escuchaban atentamente. Dejó el jarro en el suelo y continuó. - Una vez, estaba pescando con mi cuñado, ustedes lo conocen - sus compañeros asintieron con la cabeza para no interrumpirlo - La noche era clara, como esta, estábamos en la orilla de una laguna, de repente escuchamos un ruido, un chapoteo en el agua, en la orilla. El reflector que teníamos estaba a mi lado, iluminé hacia donde parecía venir el ruido - el narrador volvió a tomar otro sorbo de café. El búho seguía cantando, las llamas del fogón comenzaban ha menguar. Tras esa nueva pausa el narrador continuó: - Cuando iluminé la orilla, vimos a una viejita saliendo del agua. Era muy bajita, como si fuera enana, tenía la cara mas arrugada que he visto, y se reía, con una voz ronca, como la de un hombre - apenas el narrador terminó su historia, se escuchó un chapoteo en el agua, en la orilla. Los tres se levantaron rápidamente, uno de ellos alcanzó a lanzar un grito. Por un instante, los tres quedaron con la vista fija en la orilla, expectantes pero se calmaron al ver que era uno de sus perros, que se había arrimado al río a beber. Los tres compañeros se echaron a reír, especialmente el que acababa de inventar aquella historia. Sadako
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 07:35:00 +0000

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