Una sucesión de obligaciones cerebrales, convertidas en unas - TopicsExpress



          

Una sucesión de obligaciones cerebrales, convertidas en unas situaciones disparatadamente normales. Atención: ¿Como explicar el hecho de que cada adelanto en la virtúd, sea seguido por un nuevo vicio?. Admitiendo que esta teoria sea cierta, ( en mí lo es), es preciso soportar nuestros vicios y gozar de los remordimientos que les acompañan, para aproximarnos a la ventanilla de la cordura humana. Buscar la virtud equivale a tratar de huir de la prisión de nuestros vicios, acomodandolos bien atados, pues normalmente los vicios matan pero son humanos, de este modo los humanos, el vicio y la cordura, son sinónimos, o bien pensado, viven juntos, y los tres son prisioneros, y amos a la vez. Bueno, pues ya tenemos materia prima, la virtud, el vicio, los remordimientos, la cordura, podemos añadir la satisfacción, y el desasosiego, con todo esto hacemos un caldo, y nos sale casi cualquier persona....bueno, y si le ponemos un poquito de pasión, podemos empezar una situación: Una virtud que se sentía sola, se puso a buscar a alguien con quien pasar el rato, cuando de prónto se encontró con un vicio carnal, de lo mas soéz, pero aún no siendo de su agrado, le prestó atención. Al poco rato sintió una atracción algo fuera de lo común, un cosquilleo le recorrió su estómago hasta producirle un ligero mareo, o algo parecido, cuando de pronto apareció un remordimiento, que le produjo una arcada acompañada de unas taquicardias. Las dos sensaciones lucharos por el poder de la virtúd. Empatejia, en un momento el instinto carnal, soltó sus mejores armas, (aromas, testuras, e imajenes), con tal eficacia que logró situar al placer por encima del remordimiento, este a su vez, atacó presentando un estado de culpa, con algún riesgo físico. No logró su cometido, el placer aplastó todo intento de conciencia, produciendo una intensa y sabrosa sensación placentera, aconpañado de un inmenso relax. La virtúd despues de esa lujuriosa y placentera sensación, se acordó de su conciencia, esta estaba aplastada contra si misma, y con todas sus defensas bajas. En este momento, entró una joven ansiedad, que le produjo a nuestra virtud un estado de duda, encendió un pitillo, y se sirvió una copa de vino, esto le produjo una nueva satisfacción que sumada a su lujuria, aplastó definitivamente al remordimiento, volviendo al placer carnal con un orgasmo bien placentero. Despues de dejar todo tipo de control consciente, y de saborear bien profundamente tan esquisita experiencia, la virtud queda plenamente convencida, del manejo mas positivo de las circunstancias. Pasando de remordimientos, y disfrutando de los placeres.... Ja. ¿Como explicar el hecho, de que cada adelanto en la virtúd,sea seguido por un nuevo vicio?. Coruña- 15-o4-09-Lezo.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 10:57:59 +0000

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