Una tragicomedia la que vive el PAN y su relación con el régimen - TopicsExpress



          

Una tragicomedia la que vive el PAN y su relación con el régimen de Enrique Peña Nieto y el “nuevo PRI”: el jueves por la noche, como para que el escándalo previsible no se expandiera por las redes sociales, el canciller José Antonio Meade confirmó que Marisela Morales Ibáñez será cónsul de México en la ciudad de Milán, Italia. Es decir, no es un nombramiento cualquiera, Marisela será representante del gobierno peñista en una de las capitales financieras más importantes del mundo. Este día, trascendió que Marisela Morales podría ser exculpada, sin juicio alguno, de varios delitos cometidos por su paso por la PGR desde la sucia “operación limpieza”, pasando “rápido y furioso” por “el michoacanazo”, las operaciones que mancharon a los militares como la detención de Jorge Hank y la de los generales, sin olvidar los casos de los ex gobernadores de Tamaulipas. O sea, ningún asunto menor, todos los fracasos de la procuración de justicia sin una sólo señal de presunción de culpabilidad para Morales Ibáñez: impunidad. Hay quienes ingenuamente consideran que la designación de Morales se debe a que corre peligro su seguridad, cuando en realidad lo único que dejó su trayectoria fueron cadáveres y cientos de políticos –en especial del PRI— y no delincuentes pesados. Para nadie es un secreto que no hubo una funcionaria más panista que Marisela Morales para detener –sin éxito- el ascenso político de Andrés Manuel López Obrador en 2005; como tampoco que durante su paso por el calderonismo no hubo acciones judiciales más duras contra el PRI a costa del pago de testigo protegidos. Aunque está en manos del dúo dinámico, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, el futuro de la demanda de juicio político, es casi seguro que ninguno de ellos se despeinará para arruinarle la fiesta a Marisela Morales. No pasará el juicio político; ni habrá juicios en su contra porque todo ya se cocinó al más alto nivel. ¿Qué tipo de negociación política habrá alcanzado Marisela Morales con Peña Nieto? La operadora de la judicialización política del calderonismo será una pieza clave para muchos de los absurdos del ahora llamado “señor de la guerra”. El PAN y el PRI pagarán los platos rotos de esta negociación. El otro movimiento es el cierre de filas con Gustavo Madero, dando un paso fundamental con la sustitución de Ernesto Cordero de la coordinación parlamentaria. Y luego viene el cambio del otro amigo de Caderón en los Diputados, si Luis Alberto Villarreal no se alinea, claro está. Mucho ruido han hecho los voceros de Felipe Calderón y hasta él mismo, a través del twitter. Sus familiares y amigos cercanos están en el ojo del huracán: su cuñado Juan Ignacio Zavala despotrica en su columna en Milenio y busca que su familia política en Proceso hagan lo mismo. La prima política de Calderón, Mariana Gómez del Campo; la hermana de Calderón, la “Cocoa”; el amigo íntimo de Calderón, Javier Lozano Alarcón; el otro amigo de Calderón en Televisa, Javier Tejado Dondé; el ex particular de Calderón, Roberto Gil, son algunos de los que han despotricado contra Peña Nieto y el bando de Gustavo Madero. La semana pasada, los javieres Lozano y Tejado, en twitter se mofaban de Gustavo Madero y del otro Javier, amigo de Madero, Javier Corral; hoy, la mofa se volvió llanto y berrinche en contra de Madero. Lo que poco a poco dejó de ser un rumor es la negociación en Baja California, donde el candidato del PRI-PVEM Fernando Castro Trenti no ve lo duro sino lo tupido. Por unos días mandó “a la chingada” a cuanto asesor le informaba del rumor de que su candidatura ya estaba sacrificada para que el PAN de Madero no se debilitara, él siempre lo negó. Sin embargo, todo parece indicar lo contrario y ni las encuestas de Federico Berrueto le levantan el ánimo. Al grado llegó el rumor de que hasta “enfermaron” a Castro, mientras que Kiko de la Vega espera que los Xolos sean campeones de la Libertadores. Pero se equivocan quienes creen que Gustavo Madero será el factor de división en el PAN. Muy equivocados porque fue el propio Felipe Calderón el que inició la depredación de los panistas. Calderón, el depredador de Acción Nacional El 17 de septiembre de 2006, el Partido Acción Nacional cumplió entonces 67 años de vida. A diferencia de otras ocasiones, dos de sus principales miembros no estuvieron presentes: Felipe Calderón y Vicente Fox, lo cual motivó críticas y desconcierto entre la militancia que los esperaba. En las dos semanas anteriores, diversos trascendidos reportaron el distanciamiento del entonces presidente electo con la dirigencia del partido, en especial con Manuel Espino, y con algunos gobernadores y presidentes municipales que exigían su cuota en el gabinete. En el festejo panista pesaron más las ausencias que las presencias. Los que faltaron fueron Diego Fernández de Cevallos, quien sigue distanciado de Calderón; Carlos Medina Plascencia, detractor calderonista y ex senador que anunció su retiro de la política después de haber sido derrotado por Manuel Espino; Luis H. Alvarez, figura emblemática del partido; Alberto Cárdenas, el ex gobernador de Jalisco y opositor calderonista; y Luis Felipe Bravo Mena, el último dirigente histórico del partido –quien posteriormente sería reciclado por Calderón-. Pero, sin duda, lo que más llamó la atención fue la ausencia del equipo cercano del presidente electo, Josefina Vázquez Mota, Juan Camilo Mouriño e incluso Margarita Zavala. En materia de mensajes políticos, destacaron los siguientes puntos, que si ustedes amables lectores ven con cuidado, cambien los nombres de Manuel Espino por el de Gustavo Madero, y el de Santiago Creel por el de Ernesto Codero: El acuerdo de unidad de la dirigencia de Manuel Espino con los legisladores, encabezados por el diputado Héctor Larios y el senador Santiago Creel, lo cual fue interpretado como un cierre de filas de estos personajes ante el endurecimiento de Calderón que buscaría desplazarlos una vez que tome el mando presidencial. El discurso del dirigente nacional Manuel Espino, al señalar que el presidente electo decidió ausentarse, porque “está dejando atrás su militancia de partido para encontrarse con la sociedad”. Aunque conciliador, el mensaje reflejó que la operación cicatriz de la dirigencia con Calderón no ha sido del todo fructífera y, por el contrario, se anticipó un mayor alejamiento. Las frases de Santiago Creel, el coordinador de los senadores, quien adelantó que el PAN estaba preparándose lo mismo para los acuerdos que para los desencuentros con el próximo presidente, lo cual alentó más las especulaciones sobre el divisionismo. El mensaje crítico de Calderón a la estructura panista cuando señaló que el partido es un “instrumento al servicio de los ciudadanos y no al servicio de intereses meramente partidistas o particulares”. En ese entonces, el grupo de Manuel Espino (Alberto Cárdenas, Carlos Gelista, José Luis Luege, Santiago Creel y Héctor Larios), había reconocido que no se integraría al gabinete, pues orientarán sus esfuerzos a la defensa de sus actuales posiciones dentro del PAN, guste o no al nuevo mandatario. Pero no fue así; los espinistas de entonces se doblaron rápidamente y varios de ellos, entre otros José Luis Luege. Con esa fragilidad fue entonces que Felipe Calderón echó mano de su autoritarismo y ordenó el cese en sus funciones de Santiago Creel, de Héctor Larios y la expulsión de Manuel Espino.
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 16:28:29 +0000

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