Uno tiene debilidades, y Jose Maria Granados Serratosa es una de - TopicsExpress



          

Uno tiene debilidades, y Jose Maria Granados Serratosa es una de ellas. Uno ya es muy mayor así que puede empezar a contar batallitas como cuando escuchando la aquella recién nacida Radio 3, verano de 1979, en un programa de Rafael Abitbol (creo) sonaban unas maquetas de un grupo de nombre con tan poco glamour, Mamá, y unas canciones tan redondas y sugerentes, que grababa en unas cassette para poderlas escuchar una y otra vez. En su momento jugaron con una baraja que no les repartió una buena mano, a unos les dio prestigio (Antonio Vega, Santiago Auserón, Eduardo Benavente tal vez Enrique Urquijo) a otros les tocaron las cartas del negocio (Gabinete Caligari, Radio Futura, Loquillo, Hombres G. La Frontera, Mecano...). En el mazo del reparto les tocó primero una carta de una deslumbrante explosión inicial, en la cresta de la new wave, Polydor se fija en ellos y edita un imprescindible e.p. de 4 temas. Pero el reparto no estaba concluido y las tres siguientes cartas fueron a peor. Una carta que les tocó fue quedar catalogados como blandos, babosos... unos tipos corrientes que hacían grandes canciones quedaron estigmatizados a perpetuidad. La siguiente carta no mejoró la partida, un primer album repleto de grandes canciones eclipsadas por una producción del momento, parece que ya nadie se acuerda que veníamos de 35 años de oscuridad y todo se tenía que aprender, fuese en cine, música, literatura... eramos unos recién llegados. La cuarta carta fue la carta de la muerte del grupo. Una descabellada idea les quiso convertir en modernos embutidos en trajes espaciales, como si fueran los Carsm y el segundo album vio la luz bajo una producción espeluznante de Luis Cobos, un sinsentido que cavó su tumba como grupo hasta que a mediados de la década pasada o algo después, salen de la tumba y se disponen a ser sus propios croupiers y jugar con cartas marcasas, pero eso es otra historia. Volviendo al pasado, aquel tipo tenía magia, yo tenía 34 años menos. Hoy he escuchado sus nuevas canciones, me negué a escucharlas aunque las iban mandado poco a poco a través de Rock Indiana, sello discográfico de coraje envidiable que a mediados de los noventa logró rescatar aquellas maquetas originales. Quería escucharlo en orden, saborearlas, como hace tres décadas cuando me cautivaron y lo han vuelto a lograr. Si fuese de Manchester o New York sería tan considerado a la altura de Elvis Costello, pero ser de adopción madrileña no le resta méritos, clase, grandeza y maestría. Es uno de los elegidos, y es uno de los que mas me han emocionado, y sigue dando donde duele. Grande entre los grandes, gracias José María y compañía. Sólo por esta canción del 2013 merece la pena dejarse unos euros en un viejo cedese, y paladear, chupa el suelo, chupa el sol, ¿cuántos colores tiene un sabor?...”
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 09:04:55 +0000

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