Usualmente evito este tipo de mensajes, pero los hechos recientes - TopicsExpress



          

Usualmente evito este tipo de mensajes, pero los hechos recientes de la Ciudad merecen reflexión. El plantón de los maestros de la CNTE se ha vuelto un absurdo. Ya no importa si la causa es justa o injusta, pues la manifestación ha cometido un error de novato: ha puesto a la sociedad civil en su contra. Ellos y no los medios (aunque, ciertamente, ayudan), pues las consecuencias negativas que padecen los habitantes de la ciudad son de experiencia directa. El discurso emula aunque, por supuesto, con las obvias deficiencias, la Teodicea leibniciana al afirmar que los males particulares son necesarios para alcanzar un bien superior, del cual gozaremos todos. De ahí se sostienen los grupos que, sin formar parte del movimiento, apoyan a los maestros; sin embargo, es éste el mismo discurso que daba Calderón para defender su guerra contra el narcotráfico: los males propios de la lucha son necesarios para gozar de un futuro en paz. No es lo mismo millones de muertos que bloqueos en la ciudad (que también puede y ha dejado muerte, como el caso de la ambulancia que no llegó a tiempo), pero la validez de un argumento no puede depender el grado de mal que produzca, es decir, no puede afirmarse que en el caso de Calderón el argumento era inválido porque produjo millones de fallecidos mientras que en el caso de los maestros el argumento es válido porque no ha matado a nadie. Tendríamos un relativismo moral en donde la validez de la causa se determinaría por las consecuencias. No tendría sentido la ley, pues la justicia dependería del caso particular. Si era injusto que Calderón basara su estrategia en que suponía que los males actuales producirían bienes futuros, igualmente injusto sería la causa de los maestros que suponen lo mismo. No por las consecuencias, sino por el argumento en sí mismo. Ahora bien, ¿es la causa de los maestros justa? Como se dijo, esto resulta ya irrelevante. La gesta emprendida contra el gobierno y sus clientes carece de legitimidad, pues ha perdido el apoyo popular. Pues, en efecto, el pueblo no es sólo el sector "de izquierda", el pueblo somos todos. Y el movimiento se ha echado encima a las mayorías en la ciudad. Los medios no informan sobre el trasfondo del plantón porque a los ciudadanos ya no les interesa saber, sólo quieren que se vayan. La manifestación es un fracaso, en términos de eficacia. No recibirán apoyo de la ciudad, sino, inclusive, rechazo. El habitante de la Ciudad de México tiende más a sentirse violentado por los maestros que a sentir empatía y todo porque en vez de afectar la vida de los políticos afectaron la del pueblo. Pocos se sentirán dispuestos a llevar a cabo una negociación en donde una de las partes afecta los intereses de la otra y, además, le pide apoyo. Esto es política y resulta del todo ineficaz buscar apoyo de las mayorías complicándoles la vida. ¡Pero liberaron las casetas de cobro! Perfecto, en caso de accidente, el seguro se lavará las manos. Así, el plantón del los maestros ya no puede aspirar a conseguir la simpatía de los defeños. La práctica política ha sido absolutamente ineficaz. Pero lo curioso es que, no obstante ser tan evidente el hartazgo que se percibe en la Ciudad con respecto a las marchas, se siga pensando que la única manera de ganar apoyo popular sea haciendo una marcha. En términos generales, cada vez importa menos la causa de la manifestación, pues existencialmente se le percibe ya como afectación a los intereses no sólo individuales sino, incluso, colectivos. Es más probable que quien se entere de una marcha se preocupe más por qué calles van a cerrar, por si su negocio corre peligro o cuánto se tardará en llegar a su trabajo o a su casa que por si la causa es justa o no. Creo que la práctica de la marcha y el plantón se ha vuelto cada vez más obsoleta pues no genera simpatía sino repulsión popular. Y aunque haya grupos de izquierda que favorezcan a las consideradas minorías, sentirse revolucionario no basta, pues, guste o no, sin apoyo de las mayorías ningún movimiento tendrá legitimidad (aunque sea justo). Por eso, el plantón de los maestros de la CNTE se ha vuelto un absurdo, pues se enemistaron ipso facto con la ciudadanía al intentar combatir a un contrincante que sólo con su apoyo podría vencer.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 18:53:54 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015