VIERNES 28 JUNIO 28 viernes Rojo Solemnidad, SAN PEDRO Y SAN - TopicsExpress



          

VIERNES 28 JUNIO 28 viernes Rojo Solemnidad, SAN PEDRO Y SAN PABLO, Apóstoles MR p. 499 / Lecc. II p. 1085 Misa vespertina de la vigilia Pedro y Pablo poseen temperamentos diferentes y líneas también muy distintas. La forma como ambos encontraron al Señor ha marcado su apostolado, y el genio de Pablo es incomparable en el cristianismo. Pero ambos coinciden en la profundidad de su fe y en su amor fervoroso a Cristo. Pedro dice al Señor: “Señor, Tú bien sabes que te amo”. Pablo, por su parte: “Para mí, el vivir es Cristo”. Ambos derramaron su sangre en Roma en estas fechas: Pedro, el año 64; Pablo, el 67. ANTÍFONA DE ENTRADA Celebremos con alegría la fiesta de san Pedro, el príncipe de los Apóstoles, y de san Pablo, el Apóstol de los gentiles, porque ellos nos trasmitieron el Evangelio de Cristo. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que quisiste confiar a tus santos Apóstoles Pedro y Pablo, la misión de guiar y proteger los primeros pasos de tu Iglesia, concédenos, por su poderosa intercesión, la ayuda necesaria para alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA [Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina.] Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 1-10 En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la “Hermosa”, para que pidiera limosna a los que entraban en el templo. Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él los ojos, y Pedro le dijo: “Míranos”. El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo. Entonces Pedro le dijo: “No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y camina”. Y, tomándolo de la mano, lo incorporó. Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando, saltando y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta “Hermosa” del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo que había sucedido. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL del Salmo 18, 2-3.4-5 R. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra. Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche. R. Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R. SEGUNDA LECTURA [Dios me eligió desde el seno de mi madre.] Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas 1, 11-20 Hermanos: Les hago saber que el Evangelio que he predicado, no proviene de los hombres, pues no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de destruirla; deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre los jóvenes de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo por las tradiciones paternas. Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia me llamó. Un día quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco. Al cabo de tres años fui a Jerusalén para ver a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo. Palabra de Dios. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 21, 17 R. Aleluya, aleluya. Señor, Tú lo sabes todo; Tú bien sabes que te quiero. R. Aleluya, aleluya. EVANGELIO [Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.] Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19 En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?”. Él le contestó: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le respondió: “Sí, Señor; Tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea mis ovejas”. Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, me quieres?”. Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: “Señor, Tú lo sabes todo; Tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”. Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: “Sígueme”. Palabra del Señor. Se dice Credo. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Que este santo sacrificio que vamos a ofrecerte en la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, nos llene, Señor, de alegría, al comprender la infinita misericordia con que has querido perdonar nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor. [PREFACIO propio, como en la Misa del día siguiente, p. 122] ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 21, 15. 17 “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?”. “Señor, Tú lo conoces todo; Tú sabes que te amo”. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Fortalece, Señor, a tus fieles, por medio de este sacramento y confírmanos en la verdad que nos ha trasmitido la predicación de los Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 12:38:23 +0000

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