VIGILA A TUS HIJOS COMO UN ÁGUILA, CRÍALOS COMO UNA GALLINA. El - TopicsExpress



          

VIGILA A TUS HIJOS COMO UN ÁGUILA, CRÍALOS COMO UNA GALLINA. El niño moisés estaba amenazado de muerte. Para salvarlo, su madre lo echó al río, pero en una cesta bien calafateada y con vigilancia. Hoy más que nunca nuestros hijos están amenazados de muerte por un mundo corrompido, pecador y violento, revuelto con herejías y conductas inconvenientes. Pero no podemos mantenerlos en casa. La protección que podemos darles es, sin embargo, muy poderosa. Asegurémonos de que ellos sean echados al mundo bien envueltos en la protección divina, henchidos de la Palabra de Dios que oyen y ven que se obedece en casa, mantenidos a base de oración bajo las alas del Altísimo, criados en consejo, amonestación y disciplina. Esto es su armadura, esto es su apoyo y su defensa. Seguros de que tienen en casa fieles y fuertes defensores en sus padres que son, al mismo tiempo, sustentadores y apoyo para sus dudas e incertezas. Protege, cobija y alimenta a tu cría como la gallina a la suya. Pero además, no debemos sentirnos tan seguros como para ignorar sus instintos inexpertos y las influencias nefastas de sus relaciones. Así como el águila vigila de lejos, ten cuidado de saber dónde andan tus hijos, con quien se juntan. Conoce a sus amigos. Revisa sus enseres domésticos y escolares. Mira sus contactos en los medios, habla con sus maestros. Haz todo para enterarte de todo lo que concierne a tus hijos, pero con cuidado de no poner en ellos presión ni sientan desconfianza. Ten amistad con ellos. Anímales a confiarte sus más profundos secretos, trata de comprenderlos y apoyarlos. Dile a tus hijos e hijas que son hermosos, valiosos, estimables. Que no vengan un adulador en la calle y los enrede. Ármalos y equípalos para defenderse, sin soltar el control. Pero hazlo de modo que ellos lo acepten como algo lógico y amoroso. Enséñalos a ser ordenados, limpios, a tener buenas costumbres para la sociedad. Crea en ellos hábitos saludables. Estimúlales a la lectura y al conocimiento. Respétalos, a cualquier edad, porque son personas a las que Dios ama y estima. No los avergüences nunca y alábalos siempre. Cuando seas viejo, tus hijos serán tu corona de honra y hermosura. Salmos 127:3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 23:18:58 +0000

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