VIVIR EN EL ESPIRITU .1....................................... - TopicsExpress



          

VIVIR EN EL ESPIRITU .1....................................... ¿Cuáles son las características de una vida del Espíritu? ¿Cómo puede uno saber si es lleno del Espíritu? ¿Cómo será su vida? ¿En qué forma serán los cristianos llenos del Espíritu semejantes a otros cristianos, y cómo serán diferentes? Las contestaciones a estas preguntas son importantes para poder tener dirección conveniente para la vida llena del Espíritu y evitar erigir un modelo subjetivo que queramos imponer a los otros creyentes para que ellos prueben que son llenos del Espíritu. l . Semejanza a Cristo. La semejanza a Cristo es la manifestación primaria de ser lleno del Espíritu. También es una característica universal de ello; es decir, que todos los que son llenos del Espíritu mostrarán en sus vidas los rasgos de semejanza a Cristo. Ahora bien, ¿qué es parecerse a Cristo? Indudablemente, la mayoría de nosotros tendemos a reflejar el concepto nuestro de semejanza a Cristo en nuestras propias personalidades, antes que a tratar de cambiar nuestras personalidades para que se conformen al modelo bíblico, de aquello que realmente es parecerse a Cristo. Los extrovertidos piensan inevitablemente que Cristo era un agresivo extrovertido que se interesaba en otros, mientras que los introvertidos sólo pueden pintarlo como un hombre manso y humilde que nunca se hacía sentir. El comerciante cristiano despierto probablemente piensa que Cristo habría sido millonario si se hubiese metido en negocios; en tanto que el creyente temeroso, ordinario, asegura que el Señor no habría nunca tenido que ver con cosas financieras, negocios, mercados, etc. Inevitablemente, nosotros tendemos a proyectarnos en nuestro concepto de semejanza a Cristo. Permitame decirle que "la semejanza a Cristo requiere un amor básico a hacer la voluntad de Dios que, en un momento dado, puede demostrarse por un acto que superficialmente pueda parecer duro o sacrificial". Pero nos preguntamos...¿Cuál es la genuina semejanza a Cristo? Independiente de aquello que sea o no sea, la mayoría está de acuerdo en que es el fruto del Espíritu; y esto, según lo que nos dice Gálatas 5:22, 23, comporta nueve características. Si el Espíritu gobierna la vida de uno, entonces el fruto del Espíritu se mostrará y eso será la semejanza a Cristo. Pero el fruto del Espíritu se entiende demasiadas veces de una manera muy superficial, que produce un concepto defectuoso de lo que es parecerse a Cristo. Continué estudiando las características de una vida controlada por el Espíritu Santo, .......................................Gozo aprendido Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. Filipenses 1:12-18 Pablo recomienda una actitud de abnegada humildad. Es muy admirable que uno nunca lee que Pablo le haya dicho a su guardia romano: “Necesito que me hagas un favor. La próxima vez que estés cerca de uno de los ayudantes del emperador, pídele que me saque de este cuartucho. Para empezar, yo no debería estar aquí. He estado aquí durante un año, siete meses, cuatro días, cinco horas y cinco minutos, y eso es ya demasiado tiempo.” La actitud de abnegada humildad de Pablo le impedía llevar un registro meticuloso de las injusticias que sufría en Roma o, en realidad, en cualquier otra parte. Él estaba allí por disposición divina y sometido gozosamente a su situación. Cristo fue modelo del gran principio de vaciarse a sí mismo que impregnó la vida de Pablo. Si queremos aprender que es el gozo, lo mejor que podemos hacer es: 1- Desarrollar una actitud de abnegada humildad. Comience con su familia o sus vecinos. Sea ejemplo de ella con sus clientes o con sus empleados. Usted no dará crédito al efecto que tendrá sobre las personas esta clase de generosa actitud mental. No tendrá que desplegar banderas ni repartir folletos para anunciarlo. Simplemente demuestre una actitud de abnegada humildad. Los resultados le dejarán maravillado. Pablo además exhorta a los creyentes a tener: 2- Una actitud de gozosa aceptación. Y fue muy claro en cuanto a la manera cómo deben tratarse los creyentes unos a otros. “Hacedlo todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual vosotros resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:14, 15). Pablo sabía que era mucho lo que estaba en juego, ya que el mundo tenía bajo su mirada a los flamantes seguidores de Cristo del primer siglo. Si los cristianos se quejaban y reñían por cosas, eso ponía en riesgo la credibilidad del evangelio. Por consiguiente, Pablo recomendaba una actitud de gozosa aceptación, libre de disputas y de discusiones sin sentido. 3- Él rogaba que hubiera un gozo auténtico. Nada es más contagioso que eso. Pablo decía: “¡No se quejen; estén alegres!”. Eso es lo que se debe hacer. La alegría atrae. La queja ahuyenta. El buen sentido del humor es maravillosamente cautivador. Mi maestro, Ray Stedman, solía decir: “Vivimos en un mundo de pillos y corruptos. ¡Qué oportunidad tan grande de ser atractivamente diferentes!”. Me encanta esa clase de actitud. ¡La aceptación gozosa ilumina a este sombrío planeta! ..........................................................................................................................Perseverancia en medio del dolor Siempre que me veo tentada a sentir lástima de mí misma o a creer que nadie sufre tanto como yo, echo un nuevo vistazo a Job, el patriarca del Antiguo Testamento. Job era un hombre justo, intachable y piadoso, que trabajaba duro y oraba fielmente. Era un padre ejemplar cuyo deseo era obedecer a Dios en todo. No obstante, su fe en Dios fue probada con grandes calamidades físicas, económicas y espirituales. Gracias a la perservancia en medio de su dolor, Job abrió el camino para todos aquellos que sufren infortunios. Al final, este hombre que declaró "sea el nombre de Jehová bendito" (Job 1:21) en medio de sus pruebas, recibió la bendición sobreabundante del Señor (42:12). Uno de mis versículos predilectos es 2 Corintios 12:10, y enseña claramente que hay muchas clases de dolor. Este versículo presenta el cierre victorioso del discurso del apóstol Pablo acerca de su sufrimiento personal, de su "aguijón en la carne" (v. 7). Después de escuchar las promesas de Jesús acerca de su gracia suficiente para soportar el sufrimiento, Pablo declaró: "Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en . . . .. debilidades [enfermedades], . . . afrentas [insultos y maltratos], . .. necesidades [privaciones y penurias, . . . persecuciones [tormentos], . . . angustias [dificultades y momentos difíciles]" (2 Co. 12: 10). Piensa en esto. Pablo enumera cinco tipos diferentes de sufrimiento y adversidad y, como dicen los eruditos bíblicos, no es una lista exhaustiva de las pruebas que Pablo sufrió. Esto significa que nunca somos las únicas que sufrimos. Aunque el sufrimiento tiene muchas facetas, es común a la raza humana por la caída de Adán en el huerto de Edén (Gn. 3:1-7). Sin embargo, la buena nueva es que podemos perseverar en medio del dolor. Aun cuando el sufrimiento nos debilita, podemos ser fuertes por la gracia de Dios. Si guardamos el mandato de Santiago de "tener por sumo gozo" y si seguimos el ejemplo de Pablo de gozarnos en el poder de Cristo (2 Co. 12:9-10), tú y yo podemos obtener la victoria sobre nuestras pruebas y, al igual que Job, sabemos que al final de cada prueba nos aguardan las bendiciones. Aprenda usted también a perseverar en el dolor, estudiando el curso bíblico "Encuentra la senda de Dios en medio de tus problemas". ...............................................................................................perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros" 2 Corintios 13:11 Cuando mi hija y su familia vinieron a visitarnos, tuve la oportunidad de invitar a una salida de «hombres» a mi hijo y a mis dos yernos. Decidimos que, mientras las mujeres iban de compras, nosotros iríamos a un polígono de tiro a practicar disparos al blanco. Rentamos dos pistolas y apuntamos a los objetivos. Mientras tirábamos, los cuatros nos dimos cuenta de que, en una de las armas, la mira estaba colocada demasiado baja. Si apuntábamos con esa mira, pegábamos en la parte inferior del blanco. Para dar cerca del centro, debíamos apuntar más arriba. ¿La vida no se parece un poco a eso? Si ponemos la mira muy abajo, no logramos todo lo que podríamos. A veces, debemos apuntar alto para alcanzar una meta deseada. ¿Cuál debería ser nuestro objetivo en la vida? ¿A qué altura tendrían que apuntar nuestras ambiciones? Bien, como las Escrituras son nuestra guía verdadera, a lo único que debemos apuntar es a la madurez espiritual. En efecto, cuando Pablo se despedía de la gente de Corinto, dijo: «… perfeccionaos…» (2 Corintios 13:11). Y Jesús también expresa con Sus labios el elevado objetivo de estas palabras: «Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto» (Mateo 5:48). La perfección es un blanco excelente, y en esta vida no lograremos alcanzarla, pero si queremos honrar a Dios y acercarnos a esa meta sublime, debemos apuntar alto. Reflexión: El milagro de la conversión se produce en un instante; madurar lleva toda la vida ................................................................................................"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre…" Mateo 5:16 Caerleon es una aldea galesa con profundas raíces históricas. Fue uno de los tres lugares del Reino Unido donde las legiones romanas se apostaron durante la ocupación de Gran Bretaña. Aunque la presencia militar terminó hace unos 1.500 años, las huellas de esa ocupación todavía se observa en la actualidad. Gente de todo el mundo visita el fuerte militar, las barracas y el anfiteatro, recordatorios de la época cuando Roma gobernaba el mundo y ocupaba Gales. Me asombra que, quince siglos después, todavía se vean con tanta claridad pruebas de la presencia romana en esa pequeña comunidad. Sin embargo, me pregunto sobre otra clase de huella o marca: la de Cristo en nuestras vidas. ¿Permitimos que otros vean claramente Su presencia? ¿Pueden las personas que interactúan con nosotros saber que Jesús vive en nuestro interior? Jesús nos llama a exhibir Su presencia en nuestra vida para la gloria de Dios el Padre. Dice: «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16). Mediante la luz de nuestro testimonio y el impacto de nuestros actos de servicio, la gente debería poder ver pruebas de la presencia de Dios en nuestra vida. ¿Las ven? ¿Pueden ver Su marca o huellas en nuestra vida? Reflexión: Que tu testimonio se escriba con letras grandes para que el mundo siempre pueda leerlas. .................................................................................................“No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” Filipenses 2:4 Mientras viajábamos juntos, mi esposa y yo comenzamos a hablar con una encantadora joven que conocimos. El tiempo pasó rápidamente mientras charlábamos acerca de temas alegres. Pero, cuando ella supo que yo era un pastor, la conversación tomó un giro que desgarraba el corazón. Ella comenzó a compartir con nosotros que, cuando su esposo la dejó hacía tan sólo unos meses, ella había luchado con el dolor de dicho abandono. Luego sonrió y dijo: «No se imaginan lo mucho que mi iglesia ha significado para mí estos últimos meses». Su estado de humor y su semblante cambiaron dramáticamente mientras relataba las maneras en que su familia de la iglesia la había envuelto en sus amorosos brazos en su momento de dolor. Fue reconfortante escuchar cómo esa asamblea local de creyentes la había rodeado del amor de Cristo. Parece que demasiado a menudo limitamos la importancia de la iglesia a lo que sucede los domingos, pero la iglesia ha de ser mucho más que eso. Ha de ser un refugio seguro, una estación de rescate y un centro de capacitación para el servicio espiritual. La iglesia ha de ser muchas cosas, pero particularmente ha de ser una expresión del corazón preocupado del Señor de la Iglesia para las personas que sufren y están quebrantadas, tal y como nuestra joven amiga. Somos llamados a «amarnos unos a otros» (1 Juan 4:7). Reflexión: La esperanza puede encenderse con una chispa de aliento.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 05:40:50 +0000

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